Alfonso Cabello es, junto a Ricardo Ten, una de las máximas esperanzas de medalla en los Juegos Paralímpicos de Tokio. No en vano ya logró el oro en el kilómetro en Londres 2012, así como sendos bronces en Río 2016, en su disciplina, así como en la velocidad por equipos.
Y como otros muchos deportistas -en este y otros muchos casos lo de ser olímpico o paralímpico, es indiferente- quiere llevar estos días de #MeQuedoEnCasa de la forma más provechosa, “intentando mantener la máxima tranquilidad en una situación tan complicada. Tienes dos opciones, o entrar en un mar de dudas, de agobiarte, o de sacar partido de lo que cuentas. Y yo desde el principio, desde siempre porque es mi forma de ser, he optado por hacer lo que pueda en la medida de mis posibilidades”.
En todo caso, el cordobés reconoce que “estoy haciendo un 95% de la planificación que me toca hacer. Vengo de un periodo de descanso y ahora me toca hacer un periodo de carga, un trabajo aeróbico, que puedo completar con el rodillo y la wattbike. Además, tengo un gimnasio en casa y puedo hacer todos los ejercicios. En ese sentido, no tengo problemas”, aunque también sabe que “el próximo mes tendré que empezar el trabajo en el velódromo. Mi temor principal es que, aunque se levante la cuarentena, los recintos sigan cerrados, por lo que tendré que buscar una alternativa, haciendo las series en casa, en el rodillo”. Lo que tiene claro es que “no me voy a relajar. Tendré que ajustar alguna cosa, pero con ese objetivo de seguir entrenando para mejorar”.
Desde el punto de vista psicológico, la preparación es también importante. “Hay que concienciarse de que es lo que hay, de que te toca quedarte en casa, y marcarte tu rutina, tus horas de entrenamiento y ser práctico”. En su caso, “hago la sesión de rodillo y la de gimnasio, de hora y media a hora y tres cuartos, no mas largas, salvo algún día que puedo llegar a las dos horas. No todos los días, pero si varias veces por semana”. Aparte de ello, la rutina de Cabello se completa con “poner un poco la casa al día, esas cosas que no puedes hacer cuando estás fuera”,
El Campeonato de España de Tafalla, esta Semana Santa, era el objetivo inmediato, aunque con matices. “Viniendo de un periodo de descanso, era mi primera referencia. Para mí siempre es una satisfacción competir en este evento -el Campeonato de categoría absoluta, como le gusta decir, en el que ya ha sido bronce y plata-, y una motivación especial, medirme con otros corredores, que aparte de rivales son amigos”.
Pasando a los Juegos Paralímpicos, el retraso de un año -sea en verano o sea antes- no le preocupa. “Tendré más tiempo para entrenar, para hacerlo mejor”. Su única preocupación es el dichoso factor. Como ya hemos explicado, en el kilómetro los C4 y C5 compiten juntos, por un solo podio, aplicando un baremo de corrección a los ciclistas de menos discapacidad. “Hagan lo que hagan, la existencia de un factor es algo completamente injusto, porque siempre beneficiará a algunos y perjudicará a otros. Además, es algo sobre lo que no tenemos control. ¿Quién lo decide? ¿Cuándo? Antes de los Mundiales era medio segundo, ahora son siete décimas. Tengo la ventaja de que, en las dos situaciones, con el tiempo que hizo Cundy -el ganador en C4 en el Mundial y en Río y su máximo rival- saldría como ganador. Espero que lo dejen así para los Juegos”.
Lo que sí tiene claro el cordobés es lo que nos decía el seleccionador nacional Félix García Casas recientemente: con 41 años, es lógico que el británico comience a declinar, mientras que Cabello tiene aún bastante margen de mejora. “No sé donde tendré el techo, pero estoy seguro de que no lo he alcanzado. Esa es mi prioridad, seguir trabajando para mejorar. Mi preparación sí la controlo yo, el factor no”.
La otra baza de medalla de Cabello es la velocidad por equipos, donde la nueva composición estrenada en el Mundial de Milton hace ser optimistas, aunque el equipo español fuera descalificado. “Lo que yo echaba en falta que me dejasen un poco más lanzado. Pablo (Jaramillo) me deja muy bien y la prueba es que he mejorado en seis décimas mi registro, que es el del equipo. Aunque en el 500 se mantengan los tiempos, la clave es ese relevo final. Tras ser cuartos y sextos en los dos últimos Mundiales, otra vez estamos entre los favoritos”. Y también en este caso, hay bastante margen de mejora. “Ten en cuenta que el cambio de equipo fue por la situación personal de Amador (Granados), que tuvo que volver a casa. Tuvimos muy poca preparación, pero tenemos así más tiempo para trabajarlo. Pero creo que tenemos opción de luchar por las medallas en Tokio”.
Y no podemos terminar esta animada charla sin hablar de planes de futuro, porque Cabello siempre ha dicho que le gustaría competir con deportistas sin discapacidad más a menudo. “Ahora mismo el objetivo es Tokio, que queda muy lejos aún, y mi preparación va enfocada a ello. Si hay alguna competición que me pille en alguno de los picos de forma y me puede servir para tener algún dato más para extrapolar, seguro que lo aprovecho, pero no voy a hacer ese pico adrede, si no está en mi preparación. Por supuesto que me gusta competir con rivales difíciles, pero hay que ir paso a paso”.