Redacción / Ciclo 21
Si en 2021 la hoy ausente Sheyla Gutiérrez pasaba a la historia del ciclismo doméstico al ser la primera española (46ª) en cruzar la meta del mítico velódromo final de la París-Roubaix, unos meses más tarde por mor de la pandemia, Sandra Alonso se convertía en la primera en entrar en la decena de elite del Infierno del Norte justo cerrando el grupo de las mejores.
La alicantina del Ceratizit alemán fue batida por la británica Pfeiffer Georgi por la novena plaza y adelantando a una de las favoritas y primera del Movistar, la veloz danesa Emma Norsgaard y a la australiana Grace Brown (FDJ) con las que llegó por primera vez al deseado escenario donde 2 minutos y 22 segundos antes se impuso la campeona italiana Elisa Longo Borghini.
Sandra Alonso y su compañera Marta Lach formaban parte de un selecto grupo de corredoras en los últimos 20 kilómetros de la carrera que intentaba alcanzar a la líder en solitario, Elisa Longo Borghini. Al perder el contacto con ese grupo en el sector de adoquín 5*, Carrefour de l’Arbre, la española de 23 años de Torrevieja siguió luchando hasta la meta y Alonso se hizo con la 10ª posición, en su primera vez en los brutales adoquines que reconoció apenas dos días antes.
En declaraciones en exclusiva para Ciclo 21, Sandra Alonso reconoce que «es una carrera que la encaraba con miedo, por ser la carrera que es. La verdad es que he estado súper concentrada desde el principio y aún más en la parte que empezábamos los pavés, sabía que sería un punto muy decisivo y no quería desaprovecharlo. No me esperaba este gran resultado pero me he demostrado a mi misma que puedo estar en la pelea en este tipo de carreras y que sobre todo las disfruto mucho. Ha sido muy emocionante entrar al velódromo de Roubaix tan delante, escuchando a toda la gente, y peleando con corredoras de tanto nivel».
«Ha sido muy duro, pero muy divertido», dijo Alonso, tras de la carrera. «Estoy súper contenta con mi primera edición de la París-Roubaix. Llegué a la carrera muy nerviosa y con miedo a lo que me esperaba, pero eso es porque es la París-Roubaix. Estaba centrada, concentrada y motivada para hacer un buen trabajo, y estoy contento de haber podido hacer una buena carrera».
La valenciana exBizkaia admitió que estaba en forma y afortunada. «Me he sentido fuerte y he tenido suerte, que es lo que se necesita en esta carrera. Pude seguir a los primeras corredoras y los ataques fuertes. Eso me dio aún más motivación. Terminar en 10º lugar en la París Roubaix, es un hito en mi carrera y el mayor resultado de mi carrera hasta ahora».
El año pasado ya se impuso en la primera edición de la Clásica de l’Arròs en Sueca (Valencia) con tramos de tierra, superando a Ziortza Isasi.