Hoy se cumple un mes exacto desde que la campeona del mundo de ciclocross, Ceylin del Carmen Alvarado (Alpecin-Fenix) sumara su cuarta y última victoria de la actual campaña hasta el momento. La neerlandesa de origen dominicano no ha vuelto a subir a lo más alto del podio desde la cita de Lovaina e, incluso obviando el Scheldecross, donde su 23º puesto tiene más que ver con la mala suerte que con otras cuestiones, no está siendo capaz de seguir el ritmo de las dos mujeres más en forma en estos momentos: Lucinda Brand y Denise Betsema.
En cualquier caso, Alvarado que sigue sefunda en la Copa del Mundo y en el Superprestigio –el fiasco de Amberes la ha dejado sin opciones en el Trofeo X2O, donde es séptima a 5:47– confía en poder volver a dar pronto su mejor versión.
Así, mira a la próxima gran cita del calendario, la Copa del Mundo de Namur (20 de diciembre) con esperanza. “Es un tipo de circuito muy diferente al de Gavere. También hay subidas, pero el barro en Gavere era muy grueso y pesado, pero en Namur es muy raro tener mal tiempo. Si nos respeta la climatología, ya veremos cómo van las cosas”.
Alvarado reconoce que este fin de semana “he ido un poco con el gancho todo el tiempo. Lucinda y Denise eran, en general, más fuertes. En Gavere había secciones en las que podía recortar distancias, pero no era suficiente”.
Por todo ello, la campeona del mundo se muestra optimista al asegurar que “estoy segura de que todavía puedo mejorar. Todavía no he alcanzado mi mejor momento de forma. De hecho, la intención es alcanzar ese punto más tarde en la temporada. Todavía queda un buen trecho por delante”. Y es que, efectivamente, en la campaña de ciclocross todavía tienen que llegar los tres grandes momentos de cada año: la época navideña, los campeonatos nacionales y, por supuesto, el mundial.