Ayer a las 23 horas llegó a Loiu la última expedición del Euskaltel-Euskadi. En un ambiente nostálgico y con la preocupación reflejada en su rostro, además de un pequeño resfriado traído de China, aquí quedan las impresiones del que ha sido, junto a Iñaki Isasi, el último director que ha llevado el volante de un coche naranja con los rótulos del Euskaltel-Euskadi, Álvaro González de Galdeano.
–Euskaltel-Euskadi acaba de finalizar su último viaje, ¿cómo estáis?
-Hombre, pues la verdad que no te lo crees, no te haces a la idea y tienes una sensación extraña. Sabes que después de Pekín siempre llegan las vacaciones pero la diferencia es que ahora no sabemos cuantas vacaciones van a ser.
-Desgraciadamente será casi imposible que todo el mundo se coloque…
-Sí, es una situación de la que durante 20 años no nos hemos preocupado nunca… Ha tocado, algún día tenía que tocar pero está claro que nunca viene bien y ahora nos ha tocado cuando hay una situación realmente complicada.
-¿Confías en que unos cuantos puedan encontrar equipo?
-Es lo que más ilusión nos hace a los técnicos. Todos, tanto auxiliares, masajistas o mecánicos sería interesante que se colocaran porque lo valen, y los corredores, cómo no, con la juventud que tienen muchos de ellos pues hace falta que no se les corte esa trayectoria.