Amberes, la segunda ciudad más importante de Bélgica, ha seguido el ejemplo de su capital, Bruselas, que ya pidió ser sede del Gran Départ del Tour de Francia en 2019, y solicitará a la organización de la Grande Boucle que la prueba parta desde sus calles en la edición de 2020. Al igual que Bruselas, que quiere con su apuesta homenajear a Eddy Merckx en el 50º aniversario de su primera victoria, en Amberes también quieren, con la organización de la salida del Tour de Francia, celebrar una importante efeméride: los 100 años desde la celebración de los Juegos Olímpicos de 1920.
Ya sabemos aquello de que ‘poderoso caballero es Don Dinero’, pero se antoja, al menos a primera vista, muy complicado que el Tour de Francia vaya a apostar por organizar su Grand Départ dos años seguidos en el mismo país. El concejal de Deportes de Amberes, Ludo Van Campenhout, aseguró ayer que “para celebrar el aniversario de los Juegos Olímpicos queremos tener al Tour. Ya sabemos que es algo que va a costar bastante dinero, por lo que ya hemos comenzado a apartar dinero de nuestros presupuestos para poder hacer frente a la inversión si finalmente nos conceden el Grand Départ”.
Van Campenhout es consciente de que “de momento es únicamente un sueño. Eso lo reconocemos. Pero es un sueño que queremos hacer realidad”. En este sentido, el director del Tour de Francia, Christian Prudhomme, aprovechó para no cerrarse puertas y se deslizó hábilmente hacia la edición de 2015 al ser preguntado al respecto asegurando que “las ciudades están siempre muy contentas de poder recibir al Tour, pero es algo que va en los dos sentidos. Nosotros también nos sentimos muy orgullosos de poder visitar la ciudad de Amberes el próximo año”. Al ser insistido sobre las opciones de la ciudad del diamante en 2020, volvió a regatear recordando el año 2010 y a las decenas de miles de personas que se echaron a la calle cuando el Tour pasó por allí por última vez. “Es una ciudad que respira ciclismo. Sientes que el ciclismo vive aquí. Nosotros, como organizadores, miramos más allá, a la internacionalización del ciclismo, pero sabemos y sentimos que también debemos de seguir junto a los países y ciudades donde el ciclismo nació y creció”.
La última vez que el Tour de Francia visitó Amberes fue en 2010, cuando se calcula que 250.000 personas (la ciudad tiene 510.000 habitantes) se echaron a la cuneta para ver a los ciclistas en su camino entre Rotterdam y Bruselas. En 2015 acogerá la salida de la tercera etapa con final en el Muro de Huy.