Amets Txurruka ha dicho basta en un comunicado oficial tras no poder superar sus problemas físicos que le impidieron renovar con el Orica australiano -su último equpo- y tener dorsal este 2017 en otro equipo. En pleno mes de mayo y tras el lógico proceso de maduración el ya excorredor vasco de 34 años lo deja tras once temporadas en la elite desde que debutó en 2006 con el Barloworld. Luego continuó en el Euskaltel (2007-2012), Caja Rural (2013-2015) y finalmente el grupo de Neil Stephens.
Una trayectoria de un corredor con cinco victorias como profesional (etapa y general Asturias 2013, Tour Guevaudan 2014 y etapas en Noruega y Beauce 2015)- y el premio al más combativo del Tour de Francia en 2007, quizás su podio más recordado de todos, sello de su carácter como ciclista.
Comunicado oficial
«No hay mayor victoria que sentirse querido»
Todo empezó en 2006. El sueño que perseguía desde niño se convirtió en realidad y lo que era una afición pasó a ser un oficio. Viendo realizado uno de los sueños de mi vida, me dije a mi mismo: “Si algún día tengo hijos, les contaré lo orgulloso que llegué ser ciclista profesional”.
Desde entonces, han pasado 11 años. El número once en euskera significa abundancia y la verdad es que han sido muchas las alegrías vividas, pero también las dificultades superadas. Entre ellas varias lesiones, cierto que ninguna grave, pero el cumulo de ellas junto con diferentes adversidades han hecho mella.
Aunque el camino no haya sido fácil, considero que el ciclismo me ha aportado mas de lo que yo le he podido dar, entre todas ellas una manera de vivir, unos valores bien interiorizados que me servirán para el resto de la vida. He conocido a personas inolvidables, así como muchos lugares del mundo que, si no hubiera sido por este deporte, no los hubiera conocido. Profesionalmente, he tenido la suerte de correr muchas de las carreras más importantes, también de saborear el triunfo en alguna que otra. Incluso, como si se tratase del sueño más dulce que podría tener un ciclista, de emocionarme al verme en los Campos Elíseos.
Aun así, he de confesar que este último periodo no ha sido del todo fácil. Habéis sido muchos los que me habéis preguntado sobre mi futuro y no habéis obtenido respuesta, es por ello que os quiero pedir perdón, pero al mismo tiempo, espero que me lleguéis a comprender. He seguido luchando y trabajando como lo he hecho siempre para estar al máximo nivel, pero el campo profesional exige lo máximo y algunos problemas físicos me han creado todavía más dudas de las que tenía. Ello me ha llevado a tomarme un tiempo y tras un periodo de reflexión os anunció que mi carrera profesional ha llegado a su fin y en adelante empezaré una nueva etapa en la vida. Nunca dejaré de sentirme ciclista ni aficionado a él, con lo cual seguiré disfrutando de este deporte, pero sin la exigencia del nivel competitivo en el profesionalismo.
Me gustaría agradecer a todos los que me habéis ayudado a crecer deportivamente desde que empecé siendo un crío: el club de ciclismo con todos sus respectivos integrantes, directores, masajistas, mecánicos… A los compañeros de equipo y amigos de la grupeta por convertir el sufrimiento en placer. Qué decir del apoyo incondicional de los de casa, que siempre os he tenido ahí, en momentos de disfrute tanto en los que ha tocado sufrir, en el aspecto deportivo, pero sobre todo en la vida diaria. A los amigos de toda la vida y los integrantes de “Amets Txurruka Lagunartie”. Y como no, a Lexuri y nuestra pequeña Nahia, dos pilares fundamentales en mi vida.
Para finalizar, querría agradecer especialmente a todos los aficionados a este deporte. Aun siendo un ciclista sin mucha clase, me habéis hecho sentirme a la altura de los más grandes, no tengo más que palabras de agradecimiento para describir el cariño que he recibido por vuestra parte. Me habéis enseñado que las victorias son dulces pero que no hay mayor victoria que el sentirse querido. Este sentimiento me ha acompañado durante toda mi carrera deportiva, y es el que me gustaría recordar cuando eche la mirada atrás.
¡Ha sido muy bonito, os agradezco de todo corazón!