No se disputa en las Ardenas, pero la Amstel Gold Race es, desde hace ya algún tiempo, una más en el tríptico –antes dúo– de carreras a las que genéricamente nos referimos como «Clásicas de las Ardenas», diferenciándolas de sus vecinas de la zonas flamenca (y norte de Francia) por la desaparición del adoquín como elemento característico y por la distinta fisionomía de sus colinas. Aunque la Lieja-Bastoña-Lieja y La Flecha Valona puedan presumir de mayor historial y solera, la carrera holandesa se ha ganado un hueco más que merecido junto a sus primas belgas.
A un año de cumplir sus bodas de oro en el ciclismo, la Amstel Gold Race apuesta por la continuidad respecto a la edición anterior. La cima del Cauberg no será, de nuevo, el punto y final de la carrera. La meta volverá a estar situada algo menos de dos kilómetros más allá, en un intento por parte de los organizadores de dar opciones a los corredores más veloces, que ahora tienen terreno –más bien lo tienen sus equipos– para intentar neutralizar los esfuerzos de esos expertos en exprimir su potencia pura en esa terrible subida. Un cambio que se introdujo después del Mundial de Valkenburg de 2012. Aunque los organizadores no lo tenían previsto inicialmente, tras el enorme éxito de público de la cita mundialista y la gran aceptación de ese final por parte de los aficionados, los responsables de la Amstel Gold Race se dieron prisa y, en apenas unos meses, consiguieron introducir dicha modificación ya en la prueba de 2013.
No hay que dejarse engañar. Aquellos que echen de menos la llegada en el Cauberg y piensen que haber movido la línea de meta pueda haberle restado dificultad a la carrera están muy equivocados. Cuando los corredores tomen la salida desde el Marketplein de Maastricht, con 251 kilómetros por delante, tendrán ante sí el reto de superar un total de 34 subidas que, sumadas, acumulan un desnivel se más de 4.000 metros.
No hay, en la Amstel Gold Race, ni un momento para el descanso. Hasta ahora hemos visto como en las pruebas flamencas lo más habitual es que los primeros kilómetros transcurran completamente llanos y sin dificultades para concentrar todo el arsenal de colinas y adoquinados superado el primer centenar de kilómetros y aumentando gradualmente su dificultad. En Holanda eso no existe y desde el mismo inicio de la carrera los ciclistas afrontan una auténtica tortura que se inaugura con Slingerberg, situado en el kilómetro 9,4 y con un desnivel máximo del 12%.
Pero lo realmente difícil llegará tras el primer paso por el Cauberg. A partir de ese momento el mapa de la Amstel Gold Race se convierte en una auténtica locura de vueltas y virajes que llevarán al pelotón a pasar una y otra vez por el mismo sitio –o casi– en un bucle casi infinito. Todo un desafío a la resistencia de unos corredores que, al contrario de lo que sucede en las carreras que hemos visto hasta el momento, no tendrán la imperiosa necesidad de rodar siempre en cabeza colina tras colina. La Amstel Gold Race, al igual que las carreras que se disputan en las Ardenas, permite un mayor control por parte de los equipos, lo que permite a los jefes de filas poder rodar más protegidos que en las clásicas del adoquín.
Philippe Gilbert es, sin duda alguna, uno de los grandes nombres en esta Amstel Gold Race. Tras su victoria del pasado miércoles en la Flecha de Brabante, el corredor del BMC llega con la moral por las nubes a una carrera que se adapta bien a sus condiciones, aunque seguro que preferiría que la meta siguiera situada en la cima del Cauberg como lo estaba en 2010 y 2011 cuando se anotó el triunfo. Esos dos triunfos le convierten en el corredor en activo con mejor palmarés en la carrera holandesa… o casi.
Davide Rebellin volverá a ser, a sus 42 años, el jefe de filas del CCC Polsat en las Ardenas y la Amstel. El italiano, que ya no es aquel corredor que tanto miedo metía a sus rivales en estas pruebas hace unos años, siempre deberá de ser incluido en un listado de posibles vencedores ya que es el único hombre en el pelotón que mañana saldrá de Maastricht que supera en palmarés ‘cervecero’ a Gilbert. Mientras que el belga ha sumado cinco ediciones entre los diez primeros clasificados el italiano (que fue séptimo el miércoles en Brabante) se ha situado en el top-10 en siete ocasiones.
Pese a ese triunfo en Brabante, el jefe de filas del BMC no podrá relejarse. Allí no estaban sus grandes rivales de cara a las próximas carreras y entre ellos destaca la figura de dos españoles. Encabezando al Katusha ruso estará Joaquim Rodríguez, que llega con pocos kilómetros de competición durante el último mes en sus piernas, pero habiendo demostrado en la Volta a Catalunya (etapa y general final para él) que su preparación va por el buen camino. El catalán, en teoría, debería de tomarse esta prueba para afinar su puntería de cara a las Ardenas, donde un corredor de sus características tiene más opciones, pero nunca hay que perderle de vista.
Algo similar ocurre con Alejandro Valverde. En el caso del murciano sus opciones las avalan las siete victorias acumuladas hasta el momento y el hambre que en él debe de despertar la única de las tres carreras del tríptico de las Ardenas que no ha sido capaz de ganar y en la que el pasado año se quedó con la miel en los labios al finalizar en segunda posición.
El polaco Michal Kwiatkowski es otro de esos corredores a los que el triunfo le ha sonreído en este año 2014. Han sido seis victorias para el del OPQS con la Strade Bianche como mayor logro y un segundo puesto en la general final del País Vasco que demuestra que su estado de forma es el idóneo para tomar el relevo de Tom Boonen al mando de su equipo en las próximas carreras de un día. Con sólo 23 años, es todo un reto para un corredor que antes de los seis triunfos de este año sólo había sumado una victoria a su palmarés.
Y aunque sólo sea por el hecho de defender el dorsal número uno tras su triunfo del pasado año, el checo Roman Kreuziger merece un lugar en la lista de favoritos. Desde que el día 14 de abril de 2013 se impusiera en la 48ª edición de la Amstel Gold Race, el del Tinkoff no ha vuelto a saborear las mieles de la victoria. Con un equipo volcado en trabajar para él y no para Alberto Contador, tiene ante sí una enorme oportunidad de reivindicarse de nuevo.
Otro hombre que, por entidad, debemos de tener muy presente en esta carrera es al exganador del Giro de Italia (y de la Amstel Gold Race) Damiano Cunego. Tras una Vuelta al País Vasco mucho más esperanzadora de lo que su 11ª posición final podría dejar adivinar, el italiano del Lampre-Merida necesita brillar en las Ardenas para volver a situarse entre la elite del pelotón internacional.
Por último, la lista de favoritos no podría estar completa en esta carrera sin incluir el nombre de un corredor holandés. Apenas una semana antes de celebrarse el Día del Rey, el orgullo patrio roza los niveles máximos en Holanda y eso siempre es un plus para sus corredores, que a buen seguro estarán apoyados por una legión de fans vestidos de naranja a lo largo y ancho de todo el recorrido. Con pocas opciones este año, Bauke Mollema parece su mejor apuesta. Tras una Vuelta al País Vasco en la que no le hemos visto nada destacable, es la punta de lanza de un Belkin donde el único otro nombre que parece que podría tener alguna (remota) opción es Bram Tankink, un hombre que llegará a la Amstel Gold Race bastante ‘cascado’ tras haber participado en la primavera flamenca.
LAS 34 SUBIDAS
1. Slingerberg
Tras 9,4 km, 12% max
2. Adsteeg
Tras 14,1 km, 8% max
3. Lange Raarberg
Tras 22,3 km, 6% max
4. Bergseweg
Tras 38 km, 8% max
5. Sibbergrubbe
Tras 49,7 km, 6% max
6. Cauberg
Tras 54,1 km, 12% max
7. Geulhemmerberg
Tras 58,6 km, 9% max
8. Wolfsberg
Tras 78,1 km, 12% max
9. Loorberg
Tras 81,2 km, 8% max
10. Schweibergerweg
Tras 92,5 km, 10% max
11.Camerig
Tras 98,9 km, 9% max
12. Drielandenpunt
Tras 109,5 km, 9 % max
13. Gemmenich
Tras 114 km, 8% max
14. Vijlenerbos
Tras 117,8 km, 9% max
15. Eperheide
Tras 126,5 km, 10% max
16. Gulpenerberg
Tras 135,1 km, 15% max
17. Plettenberg
Tras 138,6 km, 8% max
18. Eyserweg
Tras 140,7 km, 9% max
19. Sint-Remigiusstraat
Tras 145,2 km, 12% max
20. Vrakelberg
Tras 150,5 km, 13% max
21. Sibbergrubbe (2ª vez)
Tras 158,2 km, 6% max
22. Cauberg (2ª vez)
Tras 162,6 km, 12% max
23. Geulhemmerberg (2ª vez)
Tras 167,2 km, 9% max
24. Bemelerberg
Tras 179,9 km, 6% max
25. Loorberg (2ª vez)
Tras 195,2 km, 8% max
26. Gulpenerberg (2ª vez)
Tras 204,7 km, 15% max
27. Kruisberg
Tras 210,1 km, 11% max
28. Eyserbosweg
Tras 212,0 km, 16% max
29. Fromberg
Tras 215,8 km, 9% max
30. Keutenberg
Tras 220,3 km, 17% max
31. Cauberg (3ª vez)
Tras 230,3 km, 12% max
32. Geulhemmerberg (3ª vez)
Tras 234,9 km, 9% max
33. Bemelerberg (3ª vez)
Tras 243,6 km, 6% max
34. Cauberg (4ª vez)
Tras 248,8 km, 12% max