Análisis: La complicada, pero no imposible, salida de Froome

Por ahora, Froome sigue en Ineos / © Instagram

Nicolás Van Looy / Ciclo21

El ciclismo, aunque hace mucho tiempo que –si alguna vez lo fue– dejó de ser un deporte regulado por vetustos pactos de caballeros, sigue empeñado en mantener ciertas apariencias absurdas que lo alejen del multimillonario negocio en el que, por fortuna, se ha convertido en las últimas décadas.

Quizás, y ese condicional es fundamental, las cosas podían ser distintas hasta mediados de los 90 del año pasado, cuando escuadras de estructuras y presupuestos –incluso aplicando los factores de conversión de la inflación– irrisorios para la costumbre actual peleaban por grandes logros en las mejores carreras del mundo.

Ahora, insisto, por suerte, todo eso ha cambiado. Aquel ciclismo murió para dar paso a un deporte de altísimo nivel en el que los marginal gains son sólo la punta del iceberg de una evolución que nos ha llevado a equipos, los World Tour, que concentran todo el talento y recursos de un pelotón en el que, cuando coinciden escuadras de la máxima categoría y los de los escalones inferiores –y los primeros realmente quieren disputar la carrera– es raro que se den sorpresas.

Por ello, es incomprensible que un deporte que mueve cantidades tan ingentes de dinero no se haya preocupado, más allá de declaraciones más o menos histriónicas de unos y otros, de abordar de forma seria y definitiva las cuestiones que afectan a su funcionamiento diario en lo extradeportivo.

El monumental lío del reparto del pastel entre organizadores, equipos, corredores, UCI y demás actores no podría explicarse en un artículo y, seguramente, tampoco cabría en un libro. Sin embargo, el supuesto deseo de Chris Froome de abandonar Ineos de manera inmediata ha puesto sobre la mesa otra cuestión que precisa de una urgente revisión. No es la primera vez que un corredor o un equipo (o ambos en algunos casos) desean separar sus caminos antes de tiempo, pero el del inglés, por ser quien es, es un caso que seguro que, de seguir adelante, acabará tensando muchos resortes sobre los que se basa el mercado ciclista.

Al contrario de lo que sucede en otros deportes –sí, todos estamos pensando ahora en el fútbol– en el ciclismo no existen las cláusulas de rescisión, por lo que cualquier ruptura de contrato deberá, siempre, producirse de mutuo acuerdo entre el corredor y su equipo. En otras palabras, salvo que el divorcio sea deseado por ambas partes, la separación es casi imposible.

Y esa, en principio, sería la realidad para un Froome al que Ineos, por muchos motivos, no desea dejar marchar cuando le quedan apenas seis meses de contrato. Pero, precisamente, ahí es donde podemos encontrar el único resquicio que podría terminar con la marcha del cuatro veces ganador del Tour a otra escuadra: su inminente final de contrato y su más que probable declive como corredor.

Vamos por partes. Es evidente que con 34 años las mejores temporadas de Froome ya han quedado atrás. ¿Puede ganar su quinto Tour? Sería una soberana tontería negarlo. ¿Es el máximo favorito para la próxima edición de la Grande Boucle? No. Ya no. Primero, porque tras la lesión que le apartó de la bicicleta durante 2019 y el parón vivido en 2020 su rendimiento es toda una incógnita. Segundo, y no es menos importante, porque desde su último triunfo, en 2017, los ganadores han sido dos compañeros suyos: Geraint Thomas y, sobre todo, Egan Bernal, la gran apuesta de futuro –ya presente– de Ineos.

Así pues, en cualquier otro equipo parecería absurdo mantener la estratosférica ficha de un corredor que ya no es el claro líder, pero eso, al menos en el Ineos que conocemos, es secundario. Sin embargo, dada la situación económica actual, podría no serlo tanto.

Ineos (la empresa, no el equipo) ha tenido que pedir un préstamo de 500 millones de libras al Gobierno Británico para asegurar su liquidez en estos momentos tan inciertos. ¿Afectará esto al equipo? En principio, no; pero tampoco le vendría mal a Sir Dave Brailsford, por lo que pueda pasar, empezar a ahorrar. Y ahí es donde todo se complica.

Porque, como ya hemos dicho, cualquier ruptura tiene que llegar previo acuerdo de las partes y ese, evidentemente, tiene una derivada económica. ¿Y si Ineos, además de ahorrarse la nómina de Froome, pudiera sacar algunos millones por dejarle marchar seis meses antes de que se pueda marchar gratis?

Hace un par de años la operación habría sido impensable porque no había sustituto, pero ahora Bernal ya ha reivindicado su condición de jefe único en el Tour sin que el equipo haya matizado que deberá compartir galones, lo que, según L’Equipe, ha terminado por provocar el enfado y deseo de marcha de Froome. Así las cosas, Sir Dave Brailsford podría, pese a la lógica negativa pública, estar, al menos, dispuesto a escuchar ofertas.

Y ahí, entre otros, aparece Movistar. La derivada telefónica en la ecuación también tiene un importante componente empresarial. La compañía española ha reforzado este mismo mes su presencia en Reino Unido y su compromiso con el ciclismo está mostrándose como unas de las inversiones publicitarias más rentables posibles.

En el pasado, la compañía telefónica ya vio, con Nairo Quintana, lo importante que la imagen de un ciclista puede ser para cimentar su implantación en nuevos mercados, por lo que el aterrizaje de Froome en el cuadro azul podría ser una jugada maestra servida en bandeja de plata.

La operación, eso está claro, no será barata, pero la marcha de Quintana y Landa por deseo propio y, sobre todo, el divorcio entre Unzue y Acquadro, escenificado con la fea salida de Carapaz, ha dejado al equipo de Abarca Sport con cierto margen de maniobra económica que, como sucede con Israel Start-Up Nation, podría incluso verse reforzado con una inyección extra de cash desde Telefónica.

Así las cosas, y para que nadie se lleve a engaño, hay que puntualizar que la salida de Froome de Ineos es difícil, casi imposible, pero si ha existido algún momento en el que tantos intereses distintos se podían alinear, es ahora. Si lo acabarán haciendo o no sólo el tiempo nos lo dirá.

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