Uno de los sueños que desveló Lance Armstrong en una entrevista a la BBC -la televisión pública británica- es correr el Ironman de Hawaii, prueba que estuvo muy cerca de realizar en 2012 cuando se abocó por completo a la práctica de triatlón, siempre y cuando redujeran su sanción si colabora con la comisión antidopaje independiente que creará la UCI.
Sin embargo, semanas antes de que disputara su primera competencia Ironman, en Niza, fue suspendido provisionalmente y luego de por vida por la Agencia Antidoping de Estados Unidos (USADA).
Hoy por hoy es la USADA es la que tendría que confirmar una reducción de pena, algo que parece estar fuera de sus planes. Otro de los impedimentos para que Armstrong esté en Kona, es que la WTC, World Triatlon Corporation, dueños del imperio Ironman, se rige bajo las reglas de la USADA.
La WTC puso en la mesa la idea de romper relaciones con la USADA con tal de que Armstrong pueda sumarse a la familia Ironman y así lograr una mayor exposición de la prueba. Pero tuvieron una respuesta negativa de la comisión de atletas y sobre todo, la mala imagen que daría a la WTC y el deporte, hizo que retrocedieran con el proyecto.