Armstrong: “Los grandes clubes de fútbol influyeron en la sentencia de la Operación Puerto”

ARMSTRONG 280613Lance Armstrong no ha contado todavía “toda la historia”. Desde su confesión extremadamente mediatizada con “la máxima autoridad” de los programas de entrevistas estadounidenses, Oprah Winfrey, en enero, el exséptuple ganador del Tour de Francia se encierra en el silencio. Solo lanza, de vez en cuando, algunos tuits a sus cerca de cuatro millones de seguidores.

Justo antes del inicio de la 100º edición de un Tour de Francia que trata de olvidar al que hizo rey, Lance Armstrong ha aceptado contestar a las preguntas de Le Monde. El que Armstrong hable con Le Monde no es algo evidente. La última – y única – vez que el “Boss” se había dignado a concedernos una entrevista fue en 2003, antes de un Tour del centenario que iba a hacer entrar al tejano en el panteón de los quíntuples vencedores. Desde entonces, Le Monde había sido incluido en “el bando de la mierda, al que se culpaba de no creer la historia demasiado bonita del que se curó milagrosamente del cáncer y triunfó únicamente a golpe de pedal.

Cuando le propusimos, hace tres meses, que “contase su historia” en estas columnas, pensó primero, como él mismo confiesa, en contestarnos “fuck off”. Antes de admitir que era “una idea buenísima”. El proyecto: hacer que contase su historia, con el Tour y con el dopaje, en una crónica cotidiana durante las tres semanas de carrera. Pero, mientras tanto, Armstrong ha tenido que vender su bonita residencia en Austin para pagar los honorarios de sus abogados. Y los susodichos abogados han acabado por convencer a su cliente de que esta operación de la verdad era demasiado peligrosa en el contexto de la demanda interpuesta contra él por el Departamento de Justicia tras el acusador informe de la Agencia Americana Antidopaje (Usada).

A un mes del inicio de la Grande Boucle, Armstrong nos hizo saber que prefería renunciar al proyecto. Unas decenas de intercambios de correos electrónicos y de SMS más tarde, el estadounidense aceptó finalmente prestarse al juego de las preguntas y las respuestas. A caballo entre Austin, Hawái y Colorado, es imposible fijar una cita. La entrevista se hará a distancia. Lance Armstrong no cuenta – todavía – toda la historia, pero su entrevista constituye una etapa importante en el largo camino hacia la verdad.

Entrevista completa publicada en El País

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