Ciclo21 Portal de ciclismo
https://www.youtube.com/watch?v=CFWJafd11Kc#t=179
Démare, ayer en la Vía Roma / ©RCS
Las acusaciones, aunque no existan imágenes, han sido muy graves. La defensa, pese a las dudas de un strava que apareció y desapareció en cuestión de minutos, algo endeble. Lo único cierto es que sólo la aparición de imágenes de todo el ascenso a la Cipressa podrían hacer desaparecer todos los comentarios y dudas que han surgido en las últimas 24 horas al respecto de la victoria de Arnaud Démare en la 107ª Milán-San Remo.
Como estaba previsto después de las durísimas declaraciones de Matteo Tosatto y Eros Capecchi, el francés Arnaud Démare ha dado su versión de lo ocurrido en los kilómetros finales de la 107ª Milán-San Remo esta misma tarde en el programa Stade 2 de la televisión francesa.
Para Démare, todo lo sucedido después de su triunfo se debe, tal y como seguró a Sporza a un “complot que nace en el seno [del equipo] Cofidis”. A las acusaciones de haberse dejado remolcar por el coche de equipo, se ha unido durante el día de hoy la duda a causa de la extraña aparición y desaparición (en cuestión de segundos) de sus datos del strava durante la subida a la Cipressa. Pese a todo, cuando esos datos han (re)aparecido horas después –y algunos los han tachado de retocados– han arrojado la cifra de cerca de 53 kilómetros por hora en plena subida a la Cipressa, una cifra un tanto llamativa para cualquiera que conozca medianamente cómo se desarrolla el primer Monumento de la temporada.
Pero lo importante en toda esta historia, al menos hasta que aparezcan imágenes que puedan demostrar o desmontar la versión de Tossato y Capecchi, es lo que puedan decir los protagonistas. En este sentido, Démare, en su aparición de esta misma tarde en Stade 2, ha asegurado, tal y como hizo antes en el rotativo L’Equipe, que “no tengo nada que ocultar ya que no he hecho nada irregular. En la carrera hay árbitros que me habrían castigado en caso de haber hecho algo ilegal. Si hubiera hecho lo que dicen que hice, me habrían echado de la carrera”.
Démare, en su alegato de defensa, involucró al australiano Michael Matthews, del que dijo que “él también se reincorporó al grupo [después de la caída, N.d.A.] y todo el mundo le deja en paz porque no ha ganado, pero él, al igual que yo, volvió a contactar circulando entre los coches”.
Démare, en un extraño giro en su justificación, no niega haberse aprovechado del famoso trascoche (muy distinto del remolque del que le acusan Tosatto y Capecchi), al decir que “hace años que todo esto forma parte del ciclismo: te aprovechas del rebufo de los coches para protegerte del viento, pero no es algo que esté prohibido”.
