Nicolás Van Looy / L’Alfàs del Pi (Alicante). Enviado especial Ciclo 21
Julián Arredondo (Ciudad Bolívar, 30 de julio de 1988) es, con 26 años, el último gran exponente de esta maravillosa generación de ciclistas colombianos que son capaces de brillar en todos los terrenos. En 2014 aterrizó en el Trek debutando en un equipo World Tour y su campaña puede calificarse con un sobresaliente. Cuatro victorias entre las que destaca la etapa y el maillot de la montaña del Giro de Italia jalonan su palmarés. Una hoja de servicios cuya lectura, sin embargo, no refleja el gran potencial y la mayor pasión de este corredor: las clásicas.
Con un pendiente dorado en la oreja izquierda y una amplia sonrisa que apenas se borra de su rostro, Julián Arredondo atendió en exclusiva a Ciclo 21 en el hotel de concentración del Trek en la localidad alicantina de l’Alfàs del Pi. Muchas cosas llaman la atención en esta charla con un joven muy ambicioso que muestra un altísimo grado de gratitud y reconocimiento a dos ciclistas en concreto: Rigoberto Urán, al que sitúa como el gran artífice de la explosión del ciclismo colombiano y Haimar Zubeldia, su mentor en este primer año en el Trek, el hombre que le ha enseñado a ser menos impetuoso. Le brillan los ojos cuando el periodista le dice que hace muchos años hubo un joven chaval que también le confesó que tenía que domar su ímpetu por atacar demasiado pronto y que cuando lo consiguió se convirtió en el Juan Antonio Flecha que todos recordamos.
Sin pelos en la lengua, Julián Arredondo duda de que Nairo Quintana, que recientemente declaró su deseo de encabezar a la selección colombiana en los Juegos Olímpicos de Brasil, sea la opción adecuada para esa cita para la que ve con más opciones Urán y, porqué no, a sí mismo.
-Si me lo permite, antes de hablar de la temporada 2015, me gustaría repasar su último año. Llegó por primera vez a un equipo World Tour y le llevaron, también por primera vez, a una vuelta de tres semanas. En el Giro ganó una etapa y fue el mejor escalador. ¡Menuda manera de debutar!
-Sí. Esta temporada fue bastante positiva y no sólo por lo que conseguimos hacer en el Giro. Desde San Luis veníamos andando muy fuerte. Allí fui cuarto ganando dos etapas, en Tirreno hice quinto, luego fuimos al GP Camaiore y quedé tercero. Son carreras menores, pero creo que lo más importante fue lo del Giro de Italia. Para ser mi primer año creo que lo hice bastante bien y eso me hace ser muy optimista de cara a un 2015 que puede ser mucho mejor.
-Ha nombrado usted su tercer puesto en el GP Camaiore, pero no ha sido la única clásica en la que ha brillado. Fue 11º en La Flecha Valona, casi se mete en los 20 primeros de la Lieja, acabó 16º en la Milán-Turín y fue 5º en Japón. No son sólo los resultados, sino que destacó por su manera de correr. Pese a su gran papel en el Giro, da la impresión de que su terreno natural son las carreras de un día.
-Efectivamente, a mi me gustan mucho más las clásicas. Corrí en Italia en categorías inferiores durante cuatro años y la mayor parte de las carreras que se hacían eran de un día. Me gustan mucho y las sé correr. Creo que las sé correr. Para ser mi primer año World Tour he estado siempre ahí con los mejores y creo que en 2015, que ya conoceré muchas de ellas, será mucho mejor.
-Cada vez sorprende menos ver a los colombianos en este tipo de pruebas. Se está destruyendo la imagen del escalador puro y duro de aquella generación de los 80 que también brilló en las carreras europeas.
-Sí, creo que no es algo que deba de sorprender demasiado. Se ha trabajado muy bien con la base y el gobierno ha apoyado ese trabajo. Ahora llega el momento de recoger los frutos de todo ello.
-Usted conoce muy bien la situación del ciclismo de base en Colombia. Sin duda, es el país de moda en el ciclismo. Cierto es que la explosión de Nairo Quintana en el Tour de Francia fue el catalizador de esa situación, aunque también lo es que hay casos muy relevantes aunque menos mediáticos. ¿Qué viene por detrás? ¿Qué debemos de esperar de Colombia de aquí a cinco años vista?
-Creo que el responsable de todo esto ha sido Rigo [Rigoberto Urán, corredor del Etixx-Quick Step] que es el que ha forjado y el que de alguna manera nos ha guiado a todos. Ha sido él el que nos ha abierto el camino a la mayor parte. Hay algo muy importante a destacar y es el hecho de que todos somos jóvenes. Este año Colombia ha ganado el Giro y también ha colocado al segundo clasificado y también hemos tenido al mejor escalador. Se han ganado etapas y en todas las carreras hemos sido protagonistas. Por todo ello creo que no vamos a tener que mirar a cinco años, sino que antes podremos hablar, por ejemplo, de tener un ganador del Tour de Francia ya sea con Nairo o con Rigo. A mí, personalmente, me gustaría ganar una clásica y seguir estando entre los mejores como pude hacer este año.
-Para conseguirlo, ¿ya conoce su calendario de 2015?
-Sí. Empezaré en Omán y seguiremos con Tirreno-Adriático, Vuelta al País Vasco y de ahí nos centraremos en el principal objetivo que serán las clásicas y especialmente la Flecha Valona, la Lieja-Bastoña-Lieja y la Amstel Gold Race. Luego haré un parón y volveré para enfocar el Tour. Haré la Vuelta a Suiza antes del Tour. Hasta ahí es lo que ya está decidido, luego dependerá de los resultados obtenidos.
-¿Le gusta el Tour de este año?
-El Tour me gusta, sí. Hay una etapa adoquinada que es complicada, pero a mí no me estresa porque no voy al Tour a luchar por la general sino que mi trabajo será el de ayudar al equipo y buscar alguna etapa y el hecho de ir a intentar ganar una etapa nos dará la oportunidad de hacerlo bien en la montaña.
-Ha comentado usted que estuvo cuatro años corriendo en Italia. Hasta no hace tanto tiempo parecía que los colombianos, que andaban muy bien allí, se desinflaban al llegar a Europa y alguno de ellos lo achacó al hecho de no poder adaptarse bien a vivir lejos de casa. ¿Cómo ha gestionado usted eso?
-En mi caso personal es porque hoy en día es mucho más fácil que antes estar yendo y viniendo. Y voy a casa tres o cuatro veces al año, así que eso deja de ser un problema porque uno tiene la oportunidad de estar bastante allí. También ayuda que uno pueda hacer venir a la familia con él y de esa manera estar acompañado. Creo que antes esa posibilidad no era tan fácil. Además, no tenemos que subestimar otras facilidades como la oportunidad de estar constantemente en contacto a través de Internet que ayuda mucho a comunicarse y saber siempre cómo están los tuyos y eso facilita tener un buen rendimiento.
-Vamos a adelantarnos unos meses y viajemos a las Ardenas. Pese a su juventud, ¿el equipo le ha puesto algún objetivo concreto?
-Bueno, tenemos a Bauke [Mollema, que llega a Trek procedente del Belkin] que lo ha hecho muy bien este año. Él también va a ser uno de los referentes en esas carreras, pero el gran objetivo es llegar en condiciones de hacerlo bien y ser protagonista. El equipo no me ha puesto como objetivo, pero yo sí me lo he planteado como uno de los principales del año.
-Amstel Gold Race, Flecha Valona y Lieja-Bastoña-Lieja. Elija una de las tres.
-[No deja terminar la pregunta]. ¡La Flecha! Por la llegada. La meta en Huy es muy explosiva y bastante dura y creo que es muy apta para un corredor de mis características.
-¿Hipotecaría cualquier otro resultado si le dieran a firmar la victoria en la Flecha?
-Sí. Es la carrera de mis sueños.
-Comparte equipo con auténticos veteranos del pelotón como Cancellara, Zubeldia o, hasta hace poco, a Voigt, que seguirá unido a ustedes en otro rol. ¿Qué ha supuesto para usted correr a su lado?
-Me llevo muy bien con Haimar [Zubeldia]. Es una persona que le gusta enseñar y transmitir lo que él ha aprendido durante todos estos años. De él he aprendido mucho y tengo que estarle muy agradecido y siempre reconoceré que es una de las personas que más me motiva y gracias a eso siempre me obligo a salir para dar el máximo. He aprendido a correr siempre delante, a estar bien ubicado, a atacar cuando hay que hacerlo… A veces me desespero y soy de los que no les gusta esperar mucho y ataco muy pronto y él es quien me calma. Es una persona a la que le debo bastante.
-Miremos un poco más allá y viajemos hasta Brasil. Hace poco Nairo Quintana expresaba su deseo de ser campeón olímpico y lo cierto es que el recorrido que se ha presentado parece muy duro. Pero, imagino que a usted también le gusta el recorrido porque si le gustan las Ardenas parece un perfil idóneo para un corredor como usted.
-Sí. Creo que Nairo es un corredor de carreras por etapas. De vueltas de tres semanas. No es un corredor de carreras de un día. Va a ser complicado que Colombia tome una decisión y lleve los corredores justos. Puedes ser muy bueno en una carrera de tres semanas, pero ese tipo de pruebas no son lo mismo que las clásicas. Los Juegos Olímpicos me hacen mucha ilusión y tengo muchas ganas de ir. Va a ser una decisión difícil para el equipo porque hay mucho corredor colombiano en el World Tour y mucho corredor colombiano que lo puede hacer muy bien allí. Espero poder formar parte de la selección y poder ser protagonista y ayudar a gente como Rigoberto Urán que es un corredor que lo hace muy bien en carreras de un día. Vamos a ver qué pasa porque de lo que no cabe duda es que es un recorrido muy duro que se nos adapta muy bien a los colombianos.
-Permítame que le diga que su cara me dice algo distinto a sus palabras. Sinceramente, ¿se ve usted como campeón olímpico?
-[Sonríe abiertamente y piensa] Nunca se sabe. ¡Puede ser!