El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, ha concedido una entrevista a la BBC en la que ha dejado claro que no existe un plan b para los ya aplazados Juegos Olímicos de Tokio que deberían haberse disputado este verano y que, a causa de la pandemia de la COVID-19, han sido retrasados al próximo año.
“Tenemos que estar preparados para afrontar distintos escenarios”, asegura Bach. “Tenemos el objetivo compartido de celebrar los Juegos Olímpicos en julio del próximo año y evaluar qué nos va a hacer falta para conseguirlo. ¿Cómo está la situación organizacional? ¿Qué medidas sanitarias van a ser necesarias? ¿Tendrán que someterse los deportistas y el resto del personal a una cuarentena? ¿Qué repercusiones tendría esto en la villa olímpica? Estas y muchas otras preguntas tienen que ser contestadas y estamos barajando todas las opciones y las alternativas que se abren ante cada respuesta”, recapacita el máximo responsable del COI.
Bach asegura que “cuando tengamos una imagen más clara de cómo será el mundo el día 23 de julio de 2021 podremos tomar decisiones. Por ahora, confiamos en las recomendaciones de la OMS. Con nuestros socios japoneses existe un empeño común: queremos organizar los Juegos en un entorno seguro para todos. En cualquier caso, quedan 14 meses y nadie puede saber cómo será el mundo entonces”.
Dicho todo esto, Bach fue categórico: “los Juegos se celebrarán en Tokio y en 2021 o no se celebrarán. No podemos perpetuar a 3.000 o 5.000 personas en una organización. No podemos exigir que todos los calendarios deportivos sigan modificándose de forma constante. No podemos mantener a los atletas tanto tiempo en la incertidumbre. Además, si se vuelven a retrasar prácticamente se solaparían con París 2024”.