Balance equipos World Tour (2): Astana necesita mejorar

Ion Izagirre triunfal en LaVuelta. ©PhotoGomez

Roberto Tejedor / Ciclo21

Por segundo año consecutivo el bagaje anual del equipo kazajo se mide por el rendimiento que ha construido en distintas clásicas y en rondas secundarias más que por el objetivo fijado en el inicio de la campaña en cuanto a victorias se refiere: asaltar los podios de las grandes vueltas. Lejos de alcanzar sus propósitos supo replantear el foco sobre la marcha centrándose en valiosos triunfos parciales nuevamente. La formación de Alexander Vinokourov se convirtió, de forma bastante inesperada, en una máquina de coleccionar podios en carreras 2.Pro y 2.1, una vez que el caladero de rondas de una semana del World Tour fuesen postergadas a 2021 desde marzo hasta agosto, causa que también motivó un descenso en los emolumentos dada la crisis financiera del equipo agravada por el Covid19. La victoria en Lombardia de Jakob Fuglsang, alcanzando el mejor registro de la temporada para los celestes, supuso una tabla de salvación ante el fiasco de sus líderes en el Tour, Giro y Vuelta, salvando eso sí los muebles con triunfos parciales en Francia y España para alcanzar finalmente 15 primeros puestos durante un condicionado 2020 con 41 posiciones entre los tres primeros.

Fuglsang, un año más el mejor

El año de Astana comenzó a un ritmo vertiginoso con dieciocho apariciones en el podio hasta el corte de la temporada por la pandemia de la Covid de manera abrupta durante la celebración a finales de febrero del UAE Tour donde Alexey Lutsenko coleccionó dos etapas y sería tercero en la clasificación general. Hasta entonces, Jakob Fuglsang tomó la responsabilidad de obtener el mejor resultado con la victoria en la Vuelta a Andalucía al que se sumaron las de Aleksandr Vlasov en La Provenza, en casa de Luis León Sánchez con la Vuelta a Murcia y en Malhão para Miguel Ángel López durante la Volta ao Algarve en Portugal donde acabaría ocupando la tercera plaza final en la general.

Fuglsang en la meta lombarda © RCS

En el regreso en agosto a la competición llegarían los éxitos de resonancia con las clásicas más importantes y las tres grandes en donde su gran baza estaba en las piernas del López para el Tour y Fuglsang en el Giro, en un estado de forma que prometía ser optimista inclusive fijando el rumbo para alcanzar lo más alto como el primer danés ganador de la corsa rosa de la historia basado en su excelso rendimiento en el reinicio de la temporada. A tener en cuenta las buenas actuaciones también de Vlasov, que cuajó un mes de agosto meteórico haciéndose con la tercera posición en la general de la Ruta de Occitania y días después conseguir lo máximo en la cima del Ventoux, en la segunda edición de la Dénivelé Challenge, conviertiéndose en el pilar principal del triunfo de Fuglsang en el monumento de Lombardia que le permitió partir en el Giro dellEmilia como líder de los celestes y culminar con un brillante triunfo en la llegada a la Santuario de Nuestra Señora de San Luca en una gran remontada a la sensación lusa João Almeida que le catapultaban como uno de los grandes apoyos para Fuglsang de cara al Giro.

Vlasov en San Luca. © Bettini

El danés cimentaba su estado de forma con un segunda posición en la general en la Vuelta World Tour a Polonia, antesala del Giro, tras un tal Remco Evenepoel, entonces considerado por méritos propios como el gran favorito al triunfo final en Milán pero un desafortunado grave accidente en Il Lombardia, en donde era el hombre a batir, truncó sus aspiraciones en favor de su rival en octubre. Entre tanto, la «armada española» ya había cosechado por entones el primer y segundo puesto en el Gran Tríptico Lombardo de Gorka Izagirre y Alex Aranburu, que posicionaban a Astana en Italia como una escuadra temible y al potente corredor vasco como un nuevo y afilado puñal para el resto de la campaña: séptimo en Sanremo en su primera aparición y sexto en el Gran Piamonte para proyectarse en Tirreno-Adriático (quinto en el duro sprint de Loreto) como un fijo para la Vuelta a España en la que reclutaría para su expediente tres posiciones entre los 10 mejores de etapa con un 4º puesto, su mejor resultado, en el sprint en cuesta de Suances le colocaban como el 11º mejor corredor español de la temporada en nuestra clasificación TOPCICLO21 en su inicio en el World Tour.

Aranburu debutó en un Monumento / © Astana

Las Grandes Vueltas, el gran bajón

Se esperaba mucho y apenas llegó a colmar una imagen de aspirantes reales. La primera grande, dado el reacondicionado calendario, sería a toda velocidad en el Tour de Francia con el papel principal otorgado a Miguel Ángel López quien, en su último año de contrato con los celestes, debía mostrar el salto de calidad definitivo para ser considerado la piedra angular del proyecto los años venideros posicionándose en su debut en la ronda gala entre los tres primeros en París. Pero el colombiano se difuminó justo en el momento clave, tras su clamorosa victoria en el Col de la Loze (Etapa 17ª), que le situaba en el podio a falta de 4 días para llegar a los Campos Elíseos, la CRI de 36,2 kms, con final La Planche des Belles Filles, se convertiría en un nuevo y duro revés en la especialidad en la que su evolución ha sido insuficiente estos últimos años. Acabaría en una decepcionante 45ª posición a más de seis minutos del vencedor Tadej Pogaçar, impropio. Hundimiento mental que valía una pobre sexta posición final y una sensación de cierre de ciclo en la disciplina kazaja, quienes inmediatamente reaccionaron enviándolo al Giro de Italia para apuntalar al equipazo sobre el papel que iban a presentar en la Gran Salida de Sicilia y encontrar una nueva oportunidad de victoria.

Debut con victoria en el Tour. ©ASO

La historia del Giro prometía ser el gran escenario para brillar y salvar el año con dos líderes sobre el papel a gran nivel físico, más un Vlasov, ganador del Giro sub-23 hace dos años, deslumbrante. Pero el sueño se convirtió en una completa pesadilla a las primeras de cambio.Sería un mal presagio que en la previa dos corredores seleccionados serían reemplazados por haber estado en contacto con Zhandos Bizhigitov, positivo por Covid19. Yuriy Natarov y Vadim Pronskiy, estuvieran en estrecho contacto con su compañero de equipo, así que serían reemplazado por Gregaard Wilsly y Rodrigo Contreras.

La contrarreloj de Palermo fue la tumba de Superman. López se estrelló fuertemente contra las barreras al paso por un punto intermedio al soltarse de manos y tropezar con un pequeño bache que le enviaría en ambulancia al hospital. Eso sería el sábado, el domingo se cerraría un fin de semana negro para las aspiraciones de los siete restantes. Astana sufrió otro contratiempo cuando Vlasov redujo la velocidad para detenerse durante la segunda etapa rumbo a Agrigento. Debut cerrado en 48 horas para el ruso visiblemente angustiado mientras se mostraba dolorido del estómago en el carretera antes de subir a un coche del equipo. Dos columnas de base en casa y un Fuglsang vulnerable en el siguiente episodio, la tercera etapa, con el primer final en alto de la carrera en el volcán del Etna.

Sería en la 10ª etapa, con final en Tortoreto, donde se confirmaron los peores presagios para el nacido en Suiza perdiendo cualquier opción de podio al cortarse del resto de favoritos tras un inoportuno pinchazo en el descenso de la última cota de la jornada, a 22 kms para el final, y cediendo más de 2 minutos posicionándose 11º en la general. Tras el tramo final de la carrera en el paso por los Dolomitas, mostraría mayor regularidad para acabar en una sexta plaza final. Astana se despedía de su examen clave contrariado y con un rotundo suspenso a expensas de una Vuelta a España en donde se presentaría sin un líder claro, discutido el puesto entre Ion Izagirre y un resurgido Vlasov, con la pretensión paralela de engordar las vitrinas con victorias de etapa.

Un seguro de vida año tras año. ©PhotoGomezSport

Tan solo lograron una, la conseguida por Ion Izagirre (8º TOPCICLO21) en Aramón Formigal (6ª etapa) culminando de manera sobresaliente la fuga del día, a la que se sumarían otras 3 posiciones de honor entre los tres mejores de etapa en Villanueva de Valdegovia (7ª etapa), con Omar Fraile 2º tras ser batido por Woods en el desenlace. El «tiro al poste» de Vlasov en el L’Angliru (2º) superado por Hugh Carthy y de nuevo Ion Izagirre en la penúltima etapa de la Vuelta, y de la temporada para los escaladores, en la fuga hacia La Covatilla en la que resistió ante el empuje de jóvenes como Gino Mader o David Gaudu, vencedor en la cima bejarana, hasta que las fuerzas aguantaron.

Con todo, la ronda española significó el peor balance en cuanto a resultado en la general comparada entre las 3 grandes pese a estar presente en las etapas más selectivas, cerrando otro año para olvidar y pensando en diseñar el proyecto 2021 sobre la experiencia de Fuglsang y la confirmación de Vlasov, una vez confirmada la salida de Miguel Ángel López, en una temporada en la que se pueda completar el calendario completo para recuperar las cifras que acostumbraban.

15 victorias

Con quince victorias esta temporada, Astana ha logrado un bagaje que entra en la media de los grandes equipo WT en una temporada marcada por la pandemia. Desde su creación en 2006, el equipo kazajo nunca había tenido más de 34 éxitos en una temporada (en 2015, 2016 y 2019), ahora se conforma con menos de la mitad, con 4 de las 15 logradas por corredores españoles, situándose en el Ranking UCI por equipos en 7ª posición metiendo a Fuglsang (5º) y Vlasov (12º) entre los 20 mejores corredores del año. 

BALANCES: Ag2r-La Mondiale / 

VICTORIAS 2020 (15)

Mejor clasificado Giro: Jakob Fuglsang (6º)

Mejor clasificado Tour: Miguel Ángel López (6º)

Mejor clasificado Vuelta: Aleksandr Vlasov (11º)

PLANTILLA 2020