Ciclo21 Portal de ciclismo
Así bate Valverde a Barbero © Movistar
Hace exactamente un año, cuando Carlos Barbero subió al podio de Ponferrada como tercer clasificado en los Nacionales, no disfrutó. Tampoco cuando su padre le dio un beso, de los que suenan, al cruzar la línea de meta. Quería más. Este domingo, en cambio, sí que lo aceptó de buen grado. Y sonrió en el segundo escalón del podio de Cáceres. Había dado un paso más en un año, que de momento, le está regalando buenos resultados. El incombustible esprínter burgalés hace balance.
El último regalo, la plata de los nacionales en Cáceres, ha caído bien en el seno de su inconformismo: “Estoy satisfecho, está claro que lo bonito es ganar pero hay que ser realista y ver que ha ganado Alejando Valverde. Uno de los mejores ciclistas del mundo”, responde.
Por eso, cuando cruzó la meta, a diferencia del año pasado, sí que mostró una sonrisa, ofreciendo inmediatamente sus carrillos a su familia: “Estaban mis familiares en meta viendo la carrera, estaban muy contentos, me atrevería a decir que ellos más que yo”, sonríe.
Sin embargo, Carlos, ajeno a grandes agasajos, sólo se ha regalado un día más, sin excesiva celebración: “He recibido muchas felicitaciones y llamadas. Pero es una semana normal para mí”, responde.
Ahora, el joven velocista burgalés -nuevo líder del TOP Ciclo 21 sub-25 y 11º absoluto- descansará, no sin antes girar la vista atrás, para valorar sus primeros meses como corredor en “verde y negro”: “Creo que el balance es muy positivo. Empecé con una lesión y me he rehecho. He consigo firmar 3 meses (abril mayo y junio) muy regulares. No me quedo con ningún momento en especial, hay muchos e intento disfrutar y valorar cada momento al máximo”, responde, con la vista difuminada en esfuerzos pasados.
De la misma manera, su autoexigencia le da un respiro, Carlos no considera que haya habido mucho que mejorar: “Borrones tampoco he visto, errores siempre hay, pero son errores si no se aprende de ellos. Intento aprender y mejorar para no repetirlos”, explica.
Además, el respaldo en su equipo es total. A sus 24 años y en su primer año en el equipo, no ha dudado en vestirse el maillot de la responsabilidad cuando se lo han pedido: “La confianza que me están dando en el equipo y la unión que tenemos todos los compañeros es algo que valoro mucho”, razona. “Tenemos muy buen ambiente , con muchas bromas y eso se refleja en la carretera”, admite.
Con tiempo para asimilar esfuerzos, su próxima cita será en Villafranca de Ordizia, el 25 de julio. Para llegar allí, el camino tendrá dos fases, la primera, la mejor: “Haré un descanso esta semana”, reconoce, para luego encarar la segunda: “Me voy a Sierra Nevada la semana que viene a entrenar allí”.
© Rafa Simón
