El de Romain Bardet por el renovado DSM ha sido, sin duda, uno de los grandes movimientos del todavía no completamente cerrado mercado de fichajes. A los 29 años (cumplió 30 el pasado mes de noviembre), el corredor francés ponía punto y final a nueve años de militancia en el Ag2r-La Mondiale, equipo con el que debutó en 2012 y en el que ha alcanzado los que, hasta ahora, son sus mayores logros como corredor, entre los que se cuentan tres etapas en el Tour de Francia, dos podios en la Grande Boucle o el subcampeonato mundial de 2018 por detrás de Alejandro Valverde.
Para él, el cambio de aires, tal y como explicó en su momento, era necesario a nivel mental. Necesitaba encontrar nuevos caminos y motivaciones y, para ello, eligió lo que, al menos por el momento, ha sido la mejor opción a tenor de sus propias declaraciones. Tras su primera toma de contacto con el conjunto alemán de corazón neerlandés, Bardet asegura que nunca antes había trabajado tanto durante un invierno. “Probablemente, fue el invierno más intenso de mi carrera”, explica.
En una entrevista concedida al diario francés l’Equipe, Bardet pormenoriza algunas de las grandes diferencias entre el método de trabajo de su nuevo equipo en comparación con su anterior estructura. “He tenido muchas conversaciones con expertos sobre entrenamiento, nutrición, entrenamiento de fuerza. Además, ya he conocido a mis compañeros, hablé de competiciones y di nuestra opinión sobre las bicicletas y el material”.
En resumen, según Bardet “todo es muy diferente aquí de lo que ya sabía. Todos los equipos dirán que están a la vanguardia en ciertas áreas, pero aquí es un nivel más alto. Me siento parte de un gran equipo”.
Hasta el momento, se sabe poco sobre el programa de Bardet, aunque todo apunta a que se centrará en la disputa de la temporada de clásicas. Lo que tiene claro el corredor francés es que no quiere ser el líder omnipresente del DSM. “En Ag2r siempre fui líder desde mi segundo año y no pude desarrollarme con calma. Tenía que hacer realidad las ambiciones y justificar las inversiones de mi equipo. En DSM no sólo podré trabajar con más tranquilidad y precisión, sino que ayudaré a mis compañeros de equipo con más frecuencia, sin ninguna ambición personal. Ciertamente, cuentan con mi experiencia con el equipo, pero ya no seré el líder único. Depende de mí demostrar que soy digno de ese papel en un equipo que no sea Ag2r”, asegura.