Con 34 años recién cumplidos, Belén López es una de las históricas del ciclismo femenino en España. No ha tenido el renombre de algunas de sus contemporáneas como Anna Sanchis, pero en los últimos años ha sido una de las profesionales españolas más destacadas, primero compatibilizando carretera y pista, y luego centrada en la ruta. Una de las pruebas fue su victoria en el primer TOP Ciclo 21 en 2015, el trofeo a la mejor española del año en el asfalto.
Cinco Mundiales con la selección -Mendrisio 2009, Geelong 2010, Copenhague 2011, Florencia 2013 y Ponferrada 2014, esta solamente contrarreloj- y tres triunfos absolutos en las Copas de España de 2013 a 2015 -con dos más como sub23 en 2005 y 2006- jalonan una trayectoria en la que tiene la espinita clavada del Nacional contrarreloj, que no ha conseguido en la categoría absoluta, aunque sí haya logrado tres platas y dos bronces, así como otro subcampeonato en línea.
-Al final un año más en el pelotón, pero con ciertas limitaciones…
-Este año me lo he planteado para sacar la oposición -Belén es profesora de Instituto de Biología, en la ESO, en su Andalucía natal-. La he aprobado dos veces, pero sin sacar la plaza, por lo que este año quiero conseguirlo ya porque de ello depende poder organizar mi vida, tener una cierta estabilidad, no estar esperando a que me manden de un sitio a otro. Llevo seis años en cinco centros distintos, desde Lepe, en Huelva, hasta un pueblo de Almería al lado de Murcia. Por ello pensaba no correr este año, pero al final me convencieron para seguir, en el proyecto de DC Ride Vektor, de Dario Cataldo y Héctor Rondán.
-Sin embargo, lo que es claro que este año no se podrá sacar la espinita del Campeonato de España…
-La oposición me coincide con la prueba en línea del Campeonato de España de Castellón, la presentación el sábado y el examen el domingo. La contrarreloj es el viernes y espero poder disputarla, aunque Lourdes Oyarbide está muy fuerte y no tengo nada que hacer contra ella. Y de allí coger el coche y al examen.
-¿Qué le llama a seguir compitiendo?
-Simplemente estar en forma. Estoy a gusto entrenando y compitiendo. Como te decía, este año no tenía nada claro el seguir. Pero los amigos me convencieron para que siguiera un año más. El proyecto de Dario Cataldo y Héctor Rondán me gustaba y aquí estoy.
Regresar a la pista
-¿Eso quiere decir que si saca la oposición dejará de competir?
-De momento no. Este fin de semana corro Burgos y después me tomaré unas semanas de descanso para poder preparar las oposiciones, porque no estoy estudiando tanto como debiera. Y que tengo que agradecer al equipo que me dejen hacerlo. Pero cuando termine, retomaré la competición y también me gustaría volver a hacer pista. Este invierno quise correr alguna prueba de la Copa de España, pero tuve algunos problemas burocráticos que me lo impidieron. Y para el año que viene ya veremos si sigo o no, pero soy de las que se dejan convencer con poco (se ríe abiertamente)
-Una disciplina como la pista que siempre le ha gustado…
-Si, aunque en Andalucía es ahora complicado. Además, el velódromo de Chiclana me pilla a 45 minutos de casa y entre ir y volver es tiempo que pierdo de estudiar.
-Volviendo a su equipo, hay que agradecer la implicación de Dario Cataldo…
-Desde luego. Apoya al proyecto de la Escuela de José Manuel Moreno, así como un equipo de juveniles en Granada. Y por medio de Juan Carlos Molina, que hace de puente, se enteró hablando con Héctor (Rondán) y Ainara (Elbusto) de lo que había pasado con el equipo de féminas Bolivia y decidieron echarle una mano, incluso con algunas corredoras andaluzas que estaban en el equipo de Madrid.
El día a día
-¿Cómo es una jornada de diario para Belén López, profesora y ciclista?
-Me despierto a las seis y media. Lo primero es tomarme las vitaminas y como tengo que esperar tres cuartos de hora para poder desayunar, aprovecho para corregir algún trabajo del Instituto. A las ocho menos veinte salgo de casa, porque tengo media hora hasta llegar a Arcos de la Frontera. Empiezo las clases a las ocho y cuarto. En el recreo, a las once y cuarto, aprovecho para desayunar más fuerte ya que va a ser lo que tenga en el cuerpo antes de salir luego a entrenar. Luego ya depende del día. Los lunes y los viernes salgo tarde, a las tres menos cuarto. Pero los martes lo hago a las once y cuarto y me voy a entrenar como una loca. Un día como hoy -jueves- aprovecho para entrenar de una y media a cuatro o cuatro y media y luego como en casa. Depende también si es verano o invierno, porque entonces como no hay luz tengo que aprovechar el tiempo mejor. Por la tarde ya en casa, me dedico a corregir cosas o a estudiar para las oposiciones.
-¿Y un fin de semana de competición, en un sitio tan alejado como el País Vasco?
-Es salir del Instituto el viernes y coger el coche. Algunas veces voy con mi padre, pero la mayor parte voy sola, porque tampoco hay ninguna compañera con la que pueda coincidir, por lo que tampoco puedo aprovechar para hacer nada. Llego a las doce de la noche o más tarde, y a la cama. A competir el sábado y el domingo, y a salir de vuelta a casa, esperando que no se posponga mucho, por temas de podio, de controles… Puedo llegar a medianoche, fácilmente. Y al día siguiente, a las seis y media en pie.
-Luego el lunes no estará para muchas bromas…
-Hay algún momento en que lo acusas, pero ese día hay una hora sin clase, de tutorías con los padres. Si tengo que pasar un momento de bajón, procuro que sea es esa hora y no cuando estoy en clase.
-Por cierto, ¿qué dicen los alumnos de tener una ‘profe’ ciclista?
-Me siguen bastante, porque tengo el Instagram abierto y los lunes siempre me preguntan que cómo me han ido las carreras. Hay un par de alumnos que les gusta la bici y hemos organizado alguna actividad… a ver si se les quita las ganas (vuelve a reír sinceramente).
-La situación del ciclismo femenino es radicalmente distinta a cuando empezó, gracias a la aparición del Movistar Team. ¿No le da rabia que esta oportunidad se le haya presentado demasiado tarde y no la haya podido aprovechar?
-Pues sí. Si me hubiera pillado cuando no trabajaba, por ejemplo, en 2013, que me quedé en el paro. Pero es una dedicación incompatible con un trabajo y yo ahora estoy centrada en mi profesión. Que duda cabe que es una excelente oportunidad para todas las chicas, porque están demostrando que el problema no es que fuésemos malas cuando salíamos fuera, sino que no podíamos dedicarnos. Y ahora lo estamos viendo con los resultados que están consiguiendo; que si se apuesta, se consiguen resultados. De todas formas, yo tengo que estar muy agradecida a Lointek, porque en la medida de sus posibilidades nos dieron todos los medios que pudieron.
La experiencia de los Mundiales
-De los años pasados, ¿con qué se queda?
-La experiencia en los Campeonatos del Mundo. En Caspe coincidí con Pablo Lastras y se acordaba de mí, del Mundial en que coincidimos -en Copenhague-. Hay un ambiente fenomenal y te sirve para conocer a todo tipo de gente, a ciclistas ya consagrados, pero también a jóvenes como Cortina, que serán quienes destaquen en los próximos años.
-¿Alguna victoria en especial?
-La que recuerdo con más cariño es una lograda en 2014, en Xativa. Mi sobrino Luca había nacido el 9 de julio y la carrera era un mes más tarde, pero me llevé un chupete para poder dedicárselo si ganaba. Y lo conseguí.
-¿Y alguna carrera que le gustaría ganar todavía?
-El Campeonato de España, claro, el de contrarreloj, aunque como te decía, hoy por hoy Lourdes Oyarbide es imbatible.
-Por último, profesora, apasionada del ciclismo, ¿la veremos algún día dirigiendo algún equipo femenino?
-Femenino no lo sé, porque las chicas están todas locas, puedes ponerlo así. Pero sí me gustaría hacer algo con la base. Y también organizar carreras, porque sería mucho más fácil para todas si pudiéramos competir alguna vez por aquí y no tener que hacer todos los fines de semana un puñado de kilómetros para poder correr.