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Las medidas de seguridad se extremarán en zonas muy concretas / © Photo News
La Vuelta a Flandes es la gran fiesta del ciclismo en Bélgica, el país donde más popular es el deporte del pedal. Y para que durante la tarde-noche del próximo domingo todas las conversaciones hablen única y exclusivamente del espectáculo deportivo y de lo complicado que será levantarse al día siguiente después de los excesos realizados, las fuerzas de seguridad belgas han anunciado que implementarán medidas nunca antes vistas en este tipo de eventos.
Centenares de miles de personas se echarán a la calle para ver la carrera en vivo. Amberes, ciudad que este año acoge la salida, registró la pasada semana un incidente que todavía no ha sido completamente aclarado y esa es sólo una de las muchas preocupaciones de la policía. Por ello, las medidas de protección de la Vuelta a Flandes serán extraordinarias. Algo nunca antes visto.
Tras los ataques sufridos en Niza, Berlín o Londres, en los que los terroristas han utilizado vehículos para embestir contra la gente, la policía va a instalar “bloques de hormigón u otros elementos similares” en diversos lugares para evitar que vehículos de grandes dimensiones puedan entrar en el trazado. A ello, además, se unirán las acciones preventivas de las unidades de artificieros, que registrarán zonas concretas en busca de explosivos.
Tampoco será la primera vez que los aficionados que quieran acceder a zonas concretas se tengan que prestar a profundos registros de sus pertenencias. Además, se ha decretado la prohibición de llevar mochilas a determinadas zonas de seguridad especial. La organización ha anunciado la existencia de estas 17 zonas y ha pedido a los aficionados que tengan la intención de seguir la carrera en vivo desde alguna de ellas que vayan sin ningún tipo de mochila para evitar problemas. Además, están avisados de que se someterá a todo el mundo a cacheos intensivos.
Además, se ha prohibido el vuelo de drones en las proximidades del trazado, aunque en esta ocasión los motivos no tienen nada que ver con la lucha antiterrorista sino que se trata de una cuestión de seguridad de tráfico aéreo ya que “los drones no pueden ser vistos por los pilotos de los helicópteros y en un día como el de la Vuelta a Flandes ambos aparatos pueden encontrarse compartiendo el mismo espacio aéreo”.
