Miguel Ángel Benito (1993, Caja Rural-RGA) ha pasado con nota su primer año profesional y ha ofrecido destellos de su calidad. Ahora espera “aprender y crecer” la próxima temporada y se marca un objetivo “ambicioso”, disputar la Vuelta a España.
El leonés ya mira a 2016 después de la primera toma de contacto con su equipo esta semana en Tudela. “Se trata de seguir aprendiendo de los veteranos y crecer. El gran paso que me gustaría dar es estar en el nueve del equipo en el Vuelta a España. Es mi gran objetivo. Sé que es ambicioso porque somos 20 corredores y son nueve plazas. Pero, bueno, hay que soñar con algo para poder alcanzarlo”, sostiene.
Una referencia sub-23 los últimos cuatro años, prefiere mantener los pies en el suelo cara a su futuro deportivo. “Soñaba con ser ciclista profesional. Lo veía lejano y ahora que lo he alcanzado me marco nuevos objetivos poco a poco. Este año ha sido raro por las exigencias de la categoría y la complejidad de las carreras. Hay que ir paso a paso. Sobre todo, me gustaría poder progresar en las vueltas de una semana y optar a pelear por una etapa o una clasificación general, es algo que me haría ilusión”, detalla.
A su tierna edad, 22 años cumplidos en septiembre, sabe que todavía está por definir. “Todo corredor que pasa de amateur, más en España, es completo, tiene de todo un poco y mi caso es ese; me defiendo en casi todo, puedo ser rápido en un grupo pequeño, a la ahora de rodar el equipo confía en mí y también si hay que marcar el paso en un puerto. Entonces, voy encontrando a mi sitio. De momento, mi papel es el de gregario polivalente. Tanto ayudo a Barbero o a Pello (Bilbao), incluso a Txurruka este año. Vamos encontrando nuestro hueco”, asegura. “Me gustan más las vueltas porque cada día que pasa me encuentro mejor. Las carreras de un día te juegas todo a una carta; en una vuelta depende más de la constancia”, añade.
Mirando atrás, se muestra satisfecho de su rendimiento y trabajo en su debut profesional. “El balance del año es muy positivo: he aprendido todo lo que he podido y me lo he pasado muy bien en esta segunda familia. Estoy muy contento con mi primer año en la categoría. Los cambios han sido pocos pero muy grandes, pequeños detalles que quizá descuidaba antes y que suponen dar un paso adelante”, resume.
Incluso estuvo a punto de estrenarse, tercero en Villadiego, final de la tercera etapa de la Vuelta a Burgos, superado por Isaychev y Busato. “Burgos fue la guinda. Nada más pasar la meta me dije ‘eres un juvenil’ por atacar el primero. Es un error que se comete por la inexperiencia, pero confío en no volver a cometerlo en el futuro. Pude encadenar un periodo de entrenamiento exigente en casa y competiciones como San Sebastián y Burgos e incluso llegaba bien a USA Pro Challenge, aunque aquí me afectó la altura, me costó adaptarme”, recuerda.
Y volvió a ser el mejor español en el Mundial sub-23 de Richmond, 20º, tras ser 18º en Ponferrada. “Llegaba con expectativas de hacerlo mejor y bien físicamente, pese a no competir demasiado. Cuando se abrió gas no pude estar con los mejores porque no estaba a tope, aunque sí es cierto que en ese momento solo se destacaron tres o cuatro corredores. Me queda un sabor agridulce porque esperaba hacerlo mejor. Espero que no sea mi último Mundial y que también me sirva para aprender”, afirma.
Entretanto, tiene tiempo para estudiar Ciencias de la Actividad Física en la Universidad de León, “un año retrasado” porque primero empezó a estudiar Ingeniería Industrial. Otra alegría para él es que su hermano Pablo Benito correrá en el Caja Rural-RGA amateur. “A qué no encuentras a mi hermano”, retaba a sus compañeros, “porque no nos parecemos en casi nada”. “Vengo yo por delante abriendo el camino y él ya sabe cuál es el ambiente”, concluye orgulloso.