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Kris Boeckmans en una imagen reciente / ©Het Nieuwsblad
Han pasado poco menos de cuatro meses. Un auténtico suspiro. Una minucia. Pero, para él, toda una vida. Su nueva vida. El tiempo que transcurre desde que aquel 29 de agosto, bajo el tórrido calor murciano, impactó contra el asfalto y todos contuvimos el aliento. Han pasado algo menos de cuatro meses desde que Kris Boeckmans, el hombre del Lotto-Soudal que nos mantuvo en vilo durante larguísimos días veraniegos, peleara por su vida como jamás lo había hecho sobre la bicicleta por conseguir victoria alguna. Porque, precisamente, de eso se trataba aquellos días. Tan sencillo y tan complicado a la vez: salvar la vida.
“Estuve a punto de morir seis veces”, asegura ahora Boeckmans, en plena concentración de pretemporada con su equipo. Las palabras, aunque ya desde la calma que da saber que el corredor se encuentra bien y ha retomado los entrenamientos, siguen estremeciendo. El belga ha contado cómo transcurrieron aquellos días en coma inducido en una entrevista con el rotativo belga Het Nieuwsblad.
“Hoy en día soy consciente de la suerte que he tenido. Ahora puedo decir que fue diez veces más grave de lo que se publicó en la prensa. Estuve a punto de morir seis veces. La primera de ellas, en la misma caída cuando me tragué la lengua y sufría una hemorragia en el pulmón. Luego, otra vez cuando decidieron no trasladarme a un hospital local, sino a un hospital universitario. Pero esa decisión me salvó la vida porque estuve a punto de morir en un momento dado porque no me llegaba suficiente oxígeno al cerebro y en ese hospital tenían la máquina que me hacía falta –y sólo había nueve de ellas en toda España–. Y, otra vez me libré de morir cuando los médicos decidieron desconectarme de esa máquina en el momento preciso. Si llego a estar medio día más con ella, me habría producido coágulos de sangre en las venas. ¡Todo eso te hace pensar!”
Toda este drama ha hecho que Boeckmans sea ahora un gran embajador del sistema de salud español ya que no se cansa de repetir y agradecer el buen trato humano y profesional recibido durante aquellos días que transcurrieron hasta que despertó y pudo volver a hablar con su familia.
Tras numerosas operaciones, sobre todo faciales, Boeckmans ha vuelto recientemente a los entrenamientos, si bien sus sensaciones por el momento no son tan malas como esperaba. Concentrado ya con su equipo, cuenta que “durante los últimos días he estado entrenando unas dos horas y media de las que una hora era con el resto del equipo y he podido hacerlo sin estar completamente exhausto durante el resto del día”.
La recuperación parece que va por buen camino, máxime teniendo en cuenta que “debido a las lesiones que sufrí en la cara, estuve mucho tiempo sin poder comer alimentos sólidos y perdí 15 kilos. Ahora ya he recuperado 17 kilos, pero ha sido muy duro”.
Respecto a su regreso a la competición, Boeckmans se muestra muy cauto. “Ahora habrá que ver si todo vuele a ser como antes y esa es la gran pregunta. Francamente, no tengo respuesta para eso ahora. He dado pasos importantes y llevo una buena progresión. Eso siempre es una buena señal”. Además, se muestra optimista respecto a la fecha de su regreso ya que “al principio, se hablaba de que quizás podría volver en diciembre del año que viene. Luego, se hablaba del campeonato de Bélgica en el mes de junio y ahora ya se está barajando el mes de mayo”.
