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Lars Boom en una imagen de archivo de su época como ‘crosser’
Seguramente sólo existe un lugar en el mundo donde cuando se habla de que un corredor pueda dar ‘el salto’ entre el barro y el asfalto, haya que especificar claramente la dirección del mismo. Es verdad, claro está, que la mayoría de los que han abandonado una de ellas para centrarse en la otra lo han hecho tomando el camino que parte del ciclocross y termina en la ruta. Algunos, los menos, han compaginado ambas disciplinas, pero en la mayor parte de los casos –al menos, en el ciclismo moderno– han acabado siendo claros ejemplos de que el que mucho abarca, poco aprieta.
Quizás, la última gran imagen que nos dejó alguno de estos crossers reconvertidos a ruteros fue Zdenek Stybar en aquel recordado y espectacular mundial de Hoogerheide de hace dos años, cuando se enfundó un arcoíris que apenas utilizó tras una pelea realmente memorable con Sven Nys en la que fue la última vez que vimos al Caníbal de Baal cerca de conseguir un nuevo oro mundialista.
Nys, que ya reconoció la pasada semana que anda más ocupado en su futuro como mánager del Telenet-Fidea que en las semanas que le restan como corredor profesional, se ha propuesto una misión, a priori, más que complicada: conseguir que Lars Boom desande lo andado y dé el salto de regreso de la ruta al ciclocross. Los dos comparten región. Uno es de la Brabante flamenca y el otro de la Brabante holandesa. Los dos comparten pasión. Ambos son unos enamorados del ciclocross. Y, sobre todo, los dos se respetan y admiran enormemente.
Ahora se ha sabido que Nys y Boom se reunieron durante el pasado mundial de Zolder. La noticia era un rumor desde hace varios días, pero hoy ha sido el propio Caníbal de Baal el que ha confirmado que ambos conversaron, aunque no ha querido dar detalles sobre lo hablado durante esa ‘cumbre’ y, sobre todo, no ha considerado oportuno lanzar suposiciones sobre la decisión que podría tomar Boom en el futuro.
Lars Boom dio el salto definitivo del ciclocross a la ruta en el año 2009. Cierto es que, tras esto, sus resultados en la especialidad invernal siguieron siendo notables, con, por ejemplo tres títulos nacionales (2010, 2011 y 2012). La plata del campeonato de Holanda de 2013 fue su última gran clasificación en una prueba de ciclocross.
Su salto a la carretera vino precedido, naturalmente, con gran expectación. Desde el primer momento muchos vieron en este corredor un posible contendiente serio al triunfo en las grandes clásicas adoquinadas de la primavera. La Vuelta a Flandes y la París-Roubaix aparecían, tentadoras, en el horizonte de Lars Boom.
Desde entonces, ha sumado casi –podría llegar a esa cifra esta misma temporada– 20 triunfos en el campo rutero, entre los que destacan una etapa en el Tour de Francia, precisamente aquella mítica de 2014 que se disputó, bajo la lluvia, sobre gran parte de los tramos adoquinados del Infierno del Norte y una etapa de la Vuelta a España de 2009 entre Jaén y Córdoba.
No ha sido hasta la pasada campaña de 2015 cuando Boom, que el pasado mes de diciembre cumplió 30 años, ha conseguido sus mejores resultados en esas dos clásicas que tanto le deslumbraron cuando dio el salto. Fue sexto en Flandes y cuarto en Roubaix, quedándose a las puertas del podio más deseado para cualquier clasicómano enamorado de las piedras.
Con estos números, evidentemente, hablar de fracaso o de malos resultados del holandés como especialista en ruta sería, a todas luces, una temeridad, pero siempre ha dado la impresión de que el corredor de Astana, que fue triste protagonista del pasado Tour de Francia al dar un elevado nivel de colistrol antes de la salida de Utrecht que, en cualquier caso, el conjunto kazajo siempre negó y provocó la expulsión de su equipo del MPCC por aquella historia, no ha terminado de explotar de la manera que todos esperaban cuando en 2009 dijo adiós al barro.
Ahora, Nys se ha empeñado en llevarlo de vuelta al barro y que defienda los intereses el Telenet-Fidea cuanto antes. Boom termina contrato con el Astana al finalizar esta temporada 2016 y aunque nada ha salido de su boca y él sigue en Catar, es cierto que este año le hemos visto empeñado en volver a correr en más de un cross e, incluso, disputar el mundial de Zolder aunque, como era de esperar, sin conseguir ningún resultado destacable.
Es muy pronto para saber cómo terminará esta historia, pero, desde luego, si Nys consigue el regreso de Boom al barro sería el primer gran golpe de efecto de su nueva carrera como mánager una vez que cuelgue la bicicleta de aquí a unos días.
