“Quiero estar al mismo nivel que los mejores cuando llegue el periodo de Navidad”. Con sobrada seguridad en sí mismo, Lars Boom se muestra muy ambicioso ante una temporada de ciclocross que afronta con un clarísimo objetivo y que da comienzo hoy en Asteasu y que pasará por Elorrio e Igorre el sábado y el domingo. Un regreso que se produce lejos del cross más mediático que este fin de semana se disputa en Essen (valedero para el Trofeo DVV) y que el holandés explica diciendo que “quiero empezar alejado de la atención mediática”, pero eso no lo ha conseguido. Su presencia en tierras vascas ha conseguido que las citas que en otro año pasan completamente desapercibidas más allá de nuestras fronteras estén siendo el centro de todas las miradas en Países Bajos y Bélgica callando, de paso, la inútil polémica que algunos quisieron alimentar por las condiciones bajo las que se produjo la presencia del neerlandés en España.
Boom reconoce hoy en Het Nieuwsblad que ha preferido venir al País Vasco y evitar la concurrencia del resto de los grandes nombres del panorama internacional porque “en este momento todavía no estoy en condiciones de medirme a ellos. He elegido venir al País Vasco porque me gusta correr en esta zona y porque hay tres crosses seguidos que puedo correr antes de unirme el lunes a la primera concentración del equipo”.
Será después de esa concentración en al que conocerá a sus nuevos compañeros en el LottoNL-Jumbo cuando Boom se centre, ya de manera definitiva, en su campaña de ciclocross con el objetivo puesto en el mundial. “Durante las navidades quiero correr unas cuantas carreras en Bélgica y Holanda. Surhuisterveen ya es una fecha segura y sigo negociando con otros organizadores. Todo ello, para llegar en mejores condiciones que el año pasado al mundial. El año pasado acudí con problemas de espalda, pero ahora no tengo esos problemas físicos. Además, me he podido preparar mejor y de manera más específica. Mi gran objetivo, aunque para ello me tendrán que seleccionar primero, es jugar un papel importante en el mundial”. Dicho todo esto, Boom no tiene problemas en avisar que “el circuito de este año me viene, en todos los sentidos, mucho mejor que el de Zolder”.
En cualquier caso, el verdadero motivo por el que este año ha decidido hacer una campaña invernal más intensa es que “he demostrado que mi campaña de primavera es siempre mucho mejor cuando hago una temporada más cargada de ciclocross. En el pasado, también mi capacidad de contrarreloj mejoró gracias al ciclocross”.
Boom reconoce que el año pasado se tomó su presencia en los circuitos de una manera mucho más relajada, pero “este año no empezaré para pasarlo bien. No voy a asegurar ahora que voy a ganar ante Mathieu o Wout Van Aert, pero tampoco quiero ser un mero figurante. Espero que competir contra ellos dos me haga más fuerte” y, pensando ya en la cita mundialista, deja claro que “no estaré satisfecho con un puesto entre los diez primeros. Quiero ser protagonista”.
No es ningún secreto que Boom y Van der Poel son buenos amigos. El todavía corredor de Astana (hasta el 31 de diciembre) no esconde su admiración hacia su joven paisano. “Hablo con él con frecuencia y he visto la mayoría de sus carreras de este año por televisión. De vez en cuando oigo voces que dicen que es necesario que venga alguien más, savia nueva, para romper el dominio que tienen estos dos, pero no estoy de acuerdo. Los duelos entre Van der Poel y Van Aert son preciosos y de un altísimo nivel. Lo que Mathieu es capaz de hacer con una bicicleta es fenomenal… y ¡Van Aert tiene tanta fuerza!”