Brico Cross Lokeren: Soete domina sin paliativos

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Bajo un calor inusual (cada vez menos a causa del cambio climático) para estas alturas del año, Lokeren acogía hoy la cuarta cita del Brico Cross, una challenge que ha crecido de forma espectacular en los últimos años y que comienza a recoger los frutos del trabajo bien hecho y, también, del conformismo de otros competidores como, sobre todo, el DVV, que pierde brillo año tras año y que sigue viviendo de rentas pasadas, pero al que pronto le tocará mover ficha si no quiere quedar reducido a un plano muy secundario.

Entre aficionados en camisas de tirantes y corredores calentando con chalecos refrigerantes, el ambiente se iba caldeando para asistir al primer duelo de la temporada entre Mathieu van der Poel (Corendon-Circus), Wout Van Aert y Toon Aerts (Telenet-Fidea Lions), los tres hombres que han dominado el arranque de esta temporada.

Pero las expectativas se vieron truncadas muy pronto y de la peor manera posible. No se había completado todavía el primer giro cuando Mathieu van der Poel se fue al suelo con tan mala suerte que al tratar de apoyar el pie se torció el tobillo viéndose obligado al abandono con el tobillo visiblemente inflamado, lo que no hace presagiar nada bueno.

De hecho, nada más bajarse de la bicicleta, todavía en el circuito, el neerlandés pidió que le quitaran la zapatilla rápidamente ante el dolor que le estaba provocando la presión que la misma estaba provocando en la zona que se inflamaba a ojos vista. Ante la situación, los servicios médicos de la carrera decidieron su evacuación inmediata a un centro hospitalario donde se deberá determinar el alcance real de sus lesiones. Antes de terminar la prueba ya se pudo confirmar que Van der Poel no sufre ninguna fractura, aunque el diagnóstico final y, por lo tanto, el tiempo de recuperación todavía no se ha hecho público.

El tobillo de Van der Poel tras la caída / © VTM

Con la atención centrada en los problemas del campeón de Europa, el drama en carrera seguía desarrollándose. Wout Van Aert trataba de encarrilar su primer triunfo del año, pero la mala suerte también se cruzó en su camino y sufrió un pinchazo en su rueda delantera que le dejó muy retrasado y obligado a una enorme remontada.

Entonces, cuando Toon Aerts debería haber aparecido haciéndose cargo de la carrera, el de Telenet-Fidea Lions dudó y vio cómo Daan Soete (Pauwels Sauzen-Vastgoedservice) se colocaba en cabeza con un ritmo realmente elevado. Aerts decidió asumir una táctica conservadora y se mantuvo varios giros a rueda de su compañero Corné van Kessel, que supo mantener a Soete, ex de la escuadra de Sven Nys, a una distancia más o menos inalterable.

Pero a falta de cinco vueltas para el final, el de Pauwels Sauzen-Vastgoedservice volvió a acelear y eso obligó a Aerts a reaccionar en primera persona. El de Amberes, ganador de las dos primeras mangas de la Copa del Mundo, apenas podía arañar algo de la ventaja que Soete, que el pasado año ya brilló con luz propia en las pruebas americanas de la challenge de la UCI, defendía dando unas magníficas sensaciones.

Ante la aparente superioridad de Soete, Aerts decidió levantar levenmente el pie y dejar que Van Kessel volviese a hacer labores de gregario y tirase de él en un circuito, seco y rápido, en el que, cosa poco habitual en la especialidad invernal, esa táctica sí podía representar una ventaja.

Sin embargo, las cosas no mejoraron para el excampeón de Europa que primero vio como llegaban a su altura Laurens Sweeck (Pauwels Sauzen-Vastgoedservice) y Gianni Vermeersch (Steylaerts 777) y, más preocupante, cómo poco después Wout Van Aert renacía, una vez más, de sus cenizas metiéndose en una pelea por el podio que poco antes parecía tener completamente perdida.

Aunque para el hombre que rueda en cabeza nunca es una gran noticia que por detrás sea Van Aert el que lidera la persecución, las cosas no estaban completamente perdidas para Soete, que confiaba en poder sacar algo de ventaja de las lógicas dudas que podían cundir en el grupito perseguidor. Sin embargo, el campeón del mundo se encargó rápidamente de despejar cualquier atisbo de duda: él iba a seguir a lo suyo sin racanear esfuerzos ni esperar ayuda de nadie.

Pero el esfuerzo de la remontada pasó factura al maillot arcoíris que no pudo reaccionar cuando Laurens Sweeck y Toon Aerts dejaron atrás al resto de la competencia para, por ese orden, completar el podio de una carrera absolutamente loca de la que lo más preocupante es la lesión de Van der Poel; lo más llamativo, la ya larga sequía de Van Aert y, por supuesto, lo más ilusionante, la aparente igualdad y, por lo tanto, emoción que se ha instalado en la especialidad en este arranque de temporada.

Sanne Cant, sin despeinarse

Cant en la meta de Lokeren / © PN

Sanne Cant demostró, como ya lo hizo hace dos semanas en Meulebeke, que pese a que prefiere condiciones más invernales, la superioridad mostrada en la campaña 2017-18 sigue estando ahí y que, al menos por el momento, jóvenes y veteranas van a tener que trabajar mucho y duro para poder aspirar a romper su dominio.

La campeona del mundo fue la gran dominadora de una carrera en la que Loes Sels y Laura Verdonschot trataron de mantener la emoción hasta el final. Tanto la veterana corredora del Pauwels Sauzen como la jovencísima estrella en ciernes del Marlux-Bingoal aparecieron desde el principio en cabeza. Fue la más joven la que, mediada la carrera, se mostró como la más ambiciosa, protagonizando una aceleración que, durante algunos momentos, hizo pensar en un mal día de Cant, pero la portadora del maillot arcoíris cerró el hueco con pasmosa facilidad sin darle mayor importancia al hecho de arrastrar a su rueda a Sels.

Cant trató de sentenciar a falta de tres vueltas, pero Sels y Verdonschot no estaban dispuestas a dejar que su compatriota tuviera un fin de carrera excesivamente tranquilo. El acelerón de la campeona del mundo sirvió para que Arzuffi (Steylaerts 777) y Van Loy (Telenet-Fidea Lions) perdieran contacto de forma definitiva con la cabeza.

Ya convertido en un trío, el grupo cabecero se mantuvo inalterable hasta la última vuelta. Allí tanto Verdonschot como Sels trataron de buscar la sorpresa dejando atrás a sus rivales, pero en los dos casos Cant respondió con muchísima superioridad.

Fue poco antes de entrar en la recta final cuando Cant, sin que aparentemente llegara a ir al cien por cien, dejó clavadas a sus dos rivales para plantarse en meta en solitario. Por detrás, Verdonschot supo superar a Sels en la pelea por los otros dos puestos del podio.

CLASIFICACIÓN PRUEBA ELITE MASCULINA

CLASIFICACIÓN PRUEBA ELITE FEMENINA