Bruyneel: “LeMond era un gilipollas”

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Bruyneel ha salido en defensa de Lance Armstrong

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Las confesiones de Istvan Varjas al programa 60 Minutes de la americana CBS y, sobre todo, las insinuaciones y sospechas que el húngaro lanzó, sin aportar evidencias o documentos que respalden sus teorías, en el espacio conducido por Bill Whitaker no han tenido, como de forma rimbombante y comercial se predijo, un impacto devastador dentro de un pelotón que apenas se inmutó cuando se acusó al Team Sky de haber utilizado bicicletas con motor en el Tour de Francia de 2015.

Pero no fueron Chris Froome y los suyos los únicos que salieron salpicados por la sospecha en aquel programa sin que, además de la opinión y sospechas del ya mencionado Varjas o del ex ganador del Tour y ahora comentarista Greg LeMond, se aportaran pruebas concluyentes que permitan dar pábulo a la existencia de estos artilugios en el pelotón profesional.

Johan Bruyneel, ex corredor profesional en, entre otros, el equipo ONCE y director deportivo de Lance Armstrong durante la parte más exitosa –y fraudulenta– de su carrera deportiva ha dado su opinión sobre lo desvelado por la CBS. El belga lo ha hecho en la revista Humo de su país y ha sido claro: “pueden estar buscándolo hasta el año 3000: no van a encontrar doping tecnológico”.

Bruyneel asegura que “la CBS quería culpar tanto a Lance como al Sky del uso de motores en sus bicicletas, pero los argumentos aportados eran sencillamente ridículos: Varjas no dijo absolutamente nada. Sólo buscaba publicidad. Me pregunto qué credibilidad tiene”.

Todo es un montaje de LeMond

El belga, afincado ahora en Madrid, fue muy claro a la hora de señalar hacia quienes según su criterio están detrás de toda esta historia. “Greg LeMond y su esposa, Kathy, han preparado todo esto. Han intentado manipular todo para conseguir volver a sembrar sospechas sobre Lance. Sin embargo, han fracasado”.

Bruyneel, que asegura que “el programa iba a ser mucho más agresivo contra Armstrong, pero se echaron atrás después de que los abogados de Lance les mandaran una carta”, asegura que todo lo expuesto es “ridículo” y desvela que el programa “pidió a Varjas instalar un motor en una bicicleta idéntica a la que utilizó Lance para ganar el Tour de 1999. Es ridículo porque ellos estaban usando tecnología de 2016. Es imposible instalar baterías de 1999 en el cuadro de una bicicleta: son demasiado grandes. Eso me lo han explicado personas que saben algo del tema. No sé qué es lo que le pasa a LeMond. No es normal estar tan obsesionado con Armstrong”.

Según el ex director deportivo del US Postal esta fijación de LeMond con el corredor texano viene porque “según su punto de vista fue culpa de Lance que Trek decidiera romper su contrato con su marca de bicicletas. Ese sigue siendo el principal motivo. LeMond había criticado a Lance tras su segundo triunfo en el Tour y Trek decidió dejar de trabajar con él. Trek es un negocio: están en el pelotón para vender bicicletas, pero Lance nunca tuvo contacto con ellos para tomar decisiones comerciales”.

LeMond sabe que no se puede demostrar nada contra él

A Bruyneel le “parece extraño que LeMond viaje al Tour de Francia acompañado de su mujer para investigar el doping tecnológico junto a la policía francesa. Como si estuviese en algún tipo de misión”. Pero el belga arroja una carga de profundidad hacia el americano al asegurar que “LeMond sabe que no va a salir a la luz nada que pueda afectarle. Cualquier cosa que pudiera haber hecho no sería demostrable ahora. Él siempre dice que ganó de forma limpia mientras que toda su generación es sospechosa de haber recurrido al dopaje. Me parece imposible. Le encanta escuchar que es el único americano que ha ganado el Tour. O mejor todavía: que es el único ganador del Tour de Francia. No confía en ninguna otra victoria salvo la suya [risas]”.

LeMond era conocido en su época como corredor por ser un hombre simpático que caía bien a todo el mundo. Sin embargo Bruyneel no considera que esa imagen corresponda a la realidad de la persona que se esconde, según el belga, detrás del personaje. “En su época LeMond hacía de todo por caer bien. Esa cara de bebé siempre sonriente que hablaba francés con un pronunciado acento americano. Pero en el mundo del ciclismo todo el mundo sabe que no es un hombre tan agradable. Yo lo suelo comparar con Laurent Fignon. En el mundo exterior se le veía como el profesor malhumorado al que no se le podía hablar, pero en el pelotón lo recordamos con una bellísima persona. LeMond era todo lo contrario: un gilipollas. Acabó peleado con todo el mundo”.

En cuanto a las acusaciones lanzadas por LeMond sobre el uso de motores por parte de Lance Armstrong Bruyneel es muy claro. “LeMond se ha dado cuenta de que la gente está cada vez menos enfadada con Lance porque ha quedado claro que él sólo fue uno de los muchos que usaron sustancias dopantes y es por eso por lo que LeMond busca ahora algo nuevo con lo que manchar su nombre. Pero no lo va a conseguir. Lo pueden intentar hasta el año 3000: no van a encontrar doping tecnológico. Los opositores de Lance se comportan como una secta: todo lo que va mal en el ciclismo es, para ellos, culpa de Armstrong”.

Pero no fue el de Lance Armstrong el único nombre que salió mal parado del programa de Whitaker. Un oficial de la lucha contra del dopaje en Francia aseguró, sin ningún género de dudas, que doce corredores habían estado utilizando bicicletas con motor durante el Tour de 2015 y señaló de manera expresa al equipo Sky, del que señaló que cinco de sus componentes habían recurrido a este invento.

Las acusaciones deben de venir acompañadas con nombres

Bruyneel reconoce que “no sé porqué” se ha señalado al equipo Sky, pero reflexiona que “las declaraciones de ese oficial me parecieron tendenciosas. Si acusas, da los nombres. Es otro aspecto en el que no ofrecen ninguna evidencia”.

El que fuera máximo responsable del US Postal y hombre de confianza de Lance Armstrong asegura que la primera vez que escuchó hablar de dopaje tecnológico fue “en 2010 cuando comenzaron a correr rumores sobre Cancellara tras su doblete en Roubaix y Flandes. Primero pensé ‘¿qué? ¿un motor?’, pero luego te enteras de que sí es posible y comienzas a prestarle más atención. De todas formas, creo que, como mucho, se habrá utilizado una vez con el conocimiento de un grupo muy reducido personas. Creo que es algo que no se puede ocultar. Es demasiado complicado. Hay que meter las baterías en el cuadro, hay que recargarlas de vez en cuando. Como equipo no se puede organizar algo así: tienes que involucrar a mucha gente y no podría mantenerse en secreto”.

Bruyneel toca, con esta afirmación, la tan nombrada omertá que durante años pareció instalada en el pelotón. “Antes era distinto. Sabías que nadie iba a hablar porque todos teníamos mucho que callar. Ahora, por fortuna, ya no es así”, asegura el belga.

Varjas: La UCI no quiso controlar las bicicletas del Sky

Documental CBS Motores

Varjas durante su aparición en 60 minutes / © CBS

En ese mismo artículo, la revista Humo habla con Istvan Varjas, el hombre que pasó por caja antes de hablar para la CBS y que ahora accede a hablar con la prensa sin decir mucho más de lo que ya ha dicho ya que en breve se publicará un libro con su historia y no quiere desvelar demasiado sobre lo que desvelará en el mismo. “El dinero es lo más importante para mí”, reconoce sin problemas cuando se le vuelve a preguntar por la bicicleta que, según si historia, vendió en 1998 por dos millones de dólares a un comprador desconocido que le exigió, como parte del trato, que guardara silencio por un periodo de diez años. Una compra que, muy convenientemente, se formalizó a través de un intermediario que ya ha fallecido.

En cualquier caso, Varjas asegura que “si las autoridades quieren saber quién es el comprador pueden hacerlo: sólo tienen que seguir el rastro del dinero que se me ingresó por aquella compra”.

El húngaro sigue sin afirmar o desmentir, de manera categórica y con pruebas, que su motor se esté utilizando en competición. “La pregunta está mal planteada porque existen otros sistemas además del mío. Pero, para tener una respuesta hay que preguntar a la UCI. Cuando les conté cómo funcionaba, la policía francesa quiso inspeccionar las ruedas del equipo Sky durante el Tour de 2015, pero la UCI dijo se negó diciendo que no era necesario. Me pregunto por qué lo hicieron si no tienen nada que ocultar. ¿Por qué no hacen los controles tal y como deben?”.

Según Varjas la UCI no está controlando de manera efectiva la presencia de motores en competición. “Puedes verlos con sus tabletas, pero eso no sirve de nada. Es puro espectáculo”. Varjas, siempre dispuesto a hacer negocio con sus conocimientos sobre esta tecnología, ha querido ofrecer sus servicios a la UCI. “Les propuse que me asignaran un equipo de diez personas y en 40 minutos podría controlar todas las bicicletas y ruedas, pero no me han contestado”.

 

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