Una de las jornadas más duras e impactantes del Tour de Francia en los últimos años ha visto como Alejandro Valverde, hubo de correr a contrapié desde antes de la primera sección de pavé al irse al suelo a 69 km de meta.
Asistido por José Joaquín Rojas, quien le dio su bici -con la que completó la etapa-, y acompañado después por sus ocho compañeros, el murciano conectó con el grupo del líder Nibali (AST) antes del tramo de Pont-Thibault -segundo de la jornada-, pero el fuerte ritmo y la imposibilidad de remontar volvieron a partir el pelotón. Alejandro, primero en solitario tras Contador (TCS) y después junto a varios de sus compañeros -en especial Rojas, retrasado después por una caída sin consecuencias- en persecución junto a los tinkoff, peleó sin cesar durante casi cuarenta kilómetros, intentando que la diferencia, que se acercaba a los dos minutos antes de las tres últimas secciones adoquinadas, no le hiciese perder del todo sus opciones. El murciano se mantiene en el top-ten de la general (10º), a 2’11» del maillot amarillo, como informa su equipo.
DECLARACIONES
Alejandro Valverde: «Dentro de la mala suerte que hemos tenido, hemos podido salvar el día. Cuando me he caído iba muy bien situado, entre los diez primeros pero se me ha enganchado un corredor por la izquierda, me ha roto el cambio y he caído en un golpe seco. Me he quedado unos segundos dolorido porque el impacto ha sido fuerte, pero rápidamente Rojas me ha dejado su bicicleta y todo el equipo ha estado genial a mi lado. He tenido que hacer los últimos 60 kilómetros, con todos los tramos de pavé, con el sillín dos centímetros y medio más bajo, pero es que desde ahí hasta la meta era imposible ya cambiar a mi bici porque se ha ido a tope.
Hay que estar contentos porque aunque con Nibali hemos perdido bastante tiempo, con otros hemos cedido muy poco o nada, e incluso a alguno como Alberto le hemos cogido unos segundos. Está claro que Nibali está demostrando estar muy fuerte y también Fuglsang y todo su equipo, pero esto acaba de empezar y queda todo el Tour. Puede pasar cualquier cosa. No me he enterado de lo de Froome. Sí que he visto a Zandio, pero a él no. Iba tan concentrado en mi carrera que no me enteraba de nada más. Quiero dar las gracias al equipo porque han vuelto a estar geniales. Hasta la caída íbamos siempre muy bien colocados y después se han vaciado por mí tirando. No tengo magulladuras, pero me he golpeado la rodilla, la cabeza y la cadera y, aunque aparentemente parece que no es nada importante, veremos cómo reacciona el cuerpo mañana».