El director deportivo Kevin De Weert, el mecánico Simon De Wolf, su entrenador personal Kurt Lobbestael, el masajista Toon Hens y el doctor Ruud Van Thienen. Esos son los cinco elegidos por Victor Campenaerts para acompañarle en su intento sobre el récord de la hora de Sir Bradley Wiggins el próximo 16 o 17 de abril (el día exacto se decidirá en el último momento) en el velódromo de Aguascalientes en México.
Campenaerts lleva meses preparándose de forma casi exclusiva para este reto que, tal y como se ha conocido hoy, podrá ser visto en directo gracias a la retransmisión que del mismo hará la televisión pública belga, con streaming en Internet incluido.
En cuanto a sus posibilidades de recorrer más de los 54,526 kilómetros de Wiggins, el belga se siente optimista y confía, en base a los resultados obtenidos en las distintas simulaciones realizadas hasta ahora, en ser capaz de mejorarlo en unos 174 metros.
Esa distancia, como él mismo explica, es “el resultado que arroja una cadencia de 105 pedaladas por minuto”, que sería lo que ha estado buscando y consiguiendo en este tiempo y mi objetivo hoy en la crono de la Tirreno-Adriático”.
Campenaerts tiene hoy, como explica, un bonito test de cara a este récord de la hora con la contrarreloj individual de la Tirreno-Adriático, aunque avisa que no será una prueba de la que se puedan sacar conclusiones certeras. “Si hoy, en la Tirreno, aplico los vatios que me hacen falta para atacar el récord de la hora, estaré muy lejos de los primeros puestos” y es que, según los datos del contrarrelojista belga, “para estar hoy entre los primeros tendría que pedalear al 115% de los vatios necesarios para batir el récord de la hora”. Las cifras exactas, claro está, no las quiere desvelar.
Si los pronósticos de Campenaerts se cumplen y clava esos 174 metros de mejora sobre la marca de Wiggo, el belga pedalearía una distancia total de 54,700 kilómetros, muy lejos todavía de la barrera de los 55 kilómetros que el propio Wiggins vaticinó que caería con el belga.