El valenciano Alejandro Gómiz y la madrileña Rocío del Alba García se han proclamado hoy en Sabiñánigo campeones de España júnior en línea. En el caso del valenciano, superando a una cincuentena de corredores que se plantaron en el sprint final, con la plata para Sergio Hernández (Castilla y León) y el bronce para Alejandro Regueiro (Galicia), el flamante vencedor de la Copa de España; en el de la madrileña, respondiendo a su condición de favorita… aunque para ello tuviera que hacer frente a la férrea oposición de una tenaz Iurani Blanco (Baleares), con la valenciana Sandra Alonso completando el podio al ganar el sprint del grupo.
Con una temperatura bastante fresca comenzaba a las 9 h. la prueba de los hombres, con 140 ciclistas en liza. Una prueba que no respondió al estereotipo de carrera júnior, con continuos ataques y contraataques. Es cierto que casi de salida se escapaba el andaluz Antonio Barbero, buscando la complicidad de algunos otros corredores más. Pero sin superar los 15” era neutralizado en el km. 10. La alta velocidad del grupo reducía los ataques a simples conatos. De hecho, ni en la primera ni en la segunda vuelta no hubo otro digno de mención.
El navarro Diego López probaba en el tercer giro, aunque apenas fueron cinco kilómetros, antes de que se produjera la única escapada grupal de cierta consideración con Juanpe López (Andalucía), Bernardo Entrialgo (Asturias), Biel Pons (Baleares), Miguel A. Santamaría (Cantabria), Joel Nicolau (Cataluña), Daniel Rodríguez (Galicia), Alberto Serrano (Madrid) y Mario Carrasco (Murcia). Aun así su renta sería de apenas 20” y su duración, cinco kilómetros.
La prueba de la dureza se vio en que en la penúltima subida apenas quedaban 50 corredores en cabeza, aunque se preveía esa llegada masiva. No obstante, nuevamente Juanpe López y el vasco Gaizka Sotil lo intentaban en la última subida. Rápidamente se entendieron y cogieron 20”, aunque por detrás ni la Comunidad Valenciana ni Baleares querían dejar pasar su oportunidad de sprint.
A tres de meta aún llevaban 15”, por lo que pensábamos que podía valer. “Creía que podíamos llegar –reconocía el vasco- pero nos recortaron diferencias rápidamente”. “Me veía muy fuerte, pero hubo un momento que Sotil dejó de colaborar”, añadía el andaluz. Total, adiós a la fuga a falta de un kilómetro y sprint cantado, en el que la colocación fue clave, aunque corredores como el asturiano Daniel Viejo, un firme candidato, perdía su ‘chance’ por avería. Y en el que el alicantino Gómiz se imponía con claridad, aprovechando el trabajo de su selección.
“Ha sido una carrera atípica para juveniles, porque no se ha hecho la fuga, pero a mí me ha venido bien. Sabía que podía estar arriba aunque en el podio siempre es complicado”, añadía Hernández. Por su parte Regueiro reconocía que “ha sido fundamental llegar bien colocado en la última curva. Para mí está siendo un año perfecto y ojalá el seleccionador me tenga en su lista para el Mundial”.
A por todas
La prueba femenina, precedida por un minuto de silencio por los fallecidos en el Rally de A Coruña, contó con la presencia de 45 ciclistas, aunque con un desarrollo muy distinto. De hecho en la primera subida quedaban sólo una veintena de ellas en cabeza, aunque con variaciones en la composición según se subiera o bajara, pero sin movimientos entre las favoritas. Destacar, sin embargo, a la gallega Paula Sanmartín, escapada del km. 11 al 20, con una máxima de 40”.
Fue en el segundo giro cuando la madrileña García tensó la carrera en la primera subida, siguiéndola de lejos la balear Blanco, que al final contactaría. Rápidamente cogerían 25” en el km. 41 y 40” en el km. 45. Por detrás, dos sextetos perseguidores, que también se fusionarían, aunque sin opciones, en ningún momento, de cazar a las dos fugadas que se entendían perfectamente a pesar de que sabían que en algún momento se iniciarían las hostilidades entre ellas.
En el km. 48, justo antes de comenzar la última subida, el 1:20 de diferencia daba a entender que el título estaría entre las dos de cabeza. Hasta tres veces atacó Rocío para dejar a Iurani, embarcándose ambas –nada más coronar- en una crono en la que Blanco intentaba recortar los 7” que le llevaba García. Al final, neutralización, tanteos, ataques y un sprint lanzado por la balear que se veía remontada al final por la madrileña.
“Una pena, porque pensaba que podía ganar. Por eso me da rabia. No estaba segura de poderla superar al sprint, por lo que he intentado dejarla, pero no ha podido ser”, decía Blanco, corredora de primer año.
Y aunque llegaron a tener 1:55 de diferencia, en la meta las dos escapadas se presentaban con sólo 7” sobre el grupo perseguidor en el que las valencianas Sandra Alonso, bronce, y Cristina Soler, y la castellano-leonesa María Calderón ocupaban las primeras posiciones. “Cuando estábamos a casi dos minutos sabíamos que no íbamos a cazarlas, pero nos ha faltado muy poco, y es una lástima. Sabía que tenía opciones en el sprint y por ello estoy contenta”, comentaba Alonso.
Fuente: RFEC