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Bouzas, Adrià y Bennassar, en el podio © Rfec
Román Mendoza / Ciclo 21. Castellón. Enviado especial
Las dudas sobre el estado de salud del gallego Martín Bouzas se disiparon pronto y desde el inicio de la contrarreloj sub23, sobre 19,5 kilómetros, se vio que era el máximo candidato al triunfo, en el que es su tercer título -uno júnior en 2015 y otro sub23 en 2016- contrarreloj, una disciplina en la que también estuvo en el podio en 2017, como medalla de bronce.
Bouzas aventajaba en 22 segundos al catalán Roger Adrià y en 24 segundos al balear Joan Martí Bennassar, con el catalán Martí Márquez y el también gallego Guillermo García, a continuación. Salvo Bouzas, muy superior ya en el primer parcial, la igualdad fue la tónica dominante entre los siguientes clasificados, en una crono que engañaba bastante, ya que no era tan llana como parecía sobre el papel y que tenía una segunda mitad en ascenso y con un repecho bastante traicionero en la parte final.
Márquez marcaba el mejor tiempo en el intermedio (11:39), que sólo rebajarían Bennassar (11:34) y, de forma impresionante, Bouzas (11:19). Lógicamente los 25:47 del catalán serían un tiempo de referencia en meta… aunque al final no le valiese para subir al podio. Bennassar lo superaba en siete segundos, aunque más sorprendía el registro de su paisano Adria, ya que no había estado con los mejores intermedios, peleó que le terminaría suponiendo la plata, haciendo valer su magnífico estado de forma tras el Giro sub23. Quedaba el «trámite» de ver llegar a Bouzas, y saber con que tiempo se haría con la medalla de oro.
Adria, perteneciente al equipo Lizarte como el ganador y el cuarto clasificado, se mostraba «muy orgulloso de poder repetir el doblete del año pasado, lo que demuestra el altísimo nivel del equipo. Ha sido una crono muy dura, con un recorrido que engañaba, pero sobre todo por el calor, en el que he podido prolongar el estado de forma que traía del Giro».
Por su parte Bennassar comentaba que «he salido muy nervioso por los problemas que he tenido con la bici -no le han dado la excepción a las medidas reglamentarias por no llegar a 1,90 por milímetros y se ha visto obligado a retocarla deprisa y corriendo-, pero ya sobre el circuito me he sentido muy bien. Cuando me han dicho que llevaba el mejor tiempo no me he relajado, porque por detrás había gente muy buena, pero si sabía que podía estar en el podio. Antes de salir me conformaba con acabar entre los cinco mejores, porque es mi primer año, así que estoy muy contento con este podio».
Como es ya tradicional en los Campeonatos de España, la contrarreloj sub-23 abrirá el fuego (10:00), sobre el mismo recorrido de las féminas y muy distinto al que afrontarán los élite por la tarde: 19,5 kilómetros sobre un terreno bastante llano en comparación con la orografía de la zona.
Y como nos contaba el seleccionador nacional, Pascual Momparler, apostar por un ganador en la prueba sub23 es una auténtica lotería. En circunstancias normales, Martín Bouzas (Galicia), ganador en 2016 y tercero el año pasado, sería el máximo candidato, pero su estado físico no es el mejor tras haber padecido una mononucleosis. Por lo tanto, habrá que ‘apostar’ por algunos jóvenes como Iñigo Elosegui y Xabier Azparren (Euskadi), Guillermo García (Galicia), Joan Martí Bennassar (Baleares) o Raúl Rico (Comunidad Valenciana).
En total serán 36 los corredores que aspiran a suceder al aragonés Jaime Castrillo, vigente vencedor y ya promocionado a la categoría élite.
