El Juzgado de lo Penal de Soria ha condenado a Juan Antonio García Molina a una pena de dos años y seis meses de cárcel como autor de un delito de conducción temeraria y otro de homicidio imprudente, fruto del accidente de tráfico en el que falleció la triatleta María García Rubio en agosto de 2013.
La sentencia que ha dictado la magistrado-juez Cristina Sualdea Barrio –a la que ha tenido acceso este periódico– también condena a este hombre, el conductor del vehículo que colisionó con la joven deportista, a una pena de tres años y seis meses de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotor, con pérdida de la vigencia de la licencia o permiso.
Esta resolución judicial se dictó apenas tres días después del juicio. Contra ésta, cabe presentar un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial en el plazo de 10 días.
El fallo recoge como hechos probados que García Molina, mayor de edad y sin antecedentes penales, conducía un vehículo el 22 de agosto de 2013 por la carretera N-111 (Medinaceli-Pamplona), en sentido Pamplona, a la altura del punto kilométrico 236.44, en el término municipal de Fuentecantos.
Por el arcén de esta misma vía conducían «correctamente en bicicleta» tanto María García Rubio como una compañera suya, ambas menores de edad. Las dos, según la sentencia, «iban en hilera, en un tramo recto, con perfecta visibilidad y sin ningún vehículo circulando en sentido contrario».
«Al llegar a la altura de las mencionadas ciclistas, Juan Antonio García, que circulaba a unos 100 kilómetros por hora, se desplazó lateralmente hacia su derecha, invadiendo el arcén de la carretera, según su sentido de circulación, impactando con la bicicleta conducida por María García Rubio, que salió despedida a 35,50 metros de distancia», según el texto.
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