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Carlos Barbero © M. Zuazubiskar
Carlos Barbero ya no es aquel corredor que, presa de los nervios, permanecía aferrado a la cama de su habitación de hotel con la televisión absurdamente encendida mientras respondía a los mensajes de apoyo que le mandaban sus allegados. Tampoco tendrá a Igor Merino de compañero de habitación. Sin embargo, a pesar de ser su tercera participación, no dejará de sentir ese cosquilleo en el estómago cuando se de la salida en el Paseo marítimo de Palma. Carlos Barbero inicia este domingo una temporada más en la Challenge de Mallorca.
El joven corredor burgalés (22 años) afronta con tranquilidad su debut de temporada: “llego mucho más relajado porque ya es el tercer año, el primero tuve muchos nervios debido a que no sabía lo que me iba a encontrar allí, pero esto no quita para que tenga las mismas ganas o más de ponerme el dorsal en la prueba”, señala ilusionado. El camino hasta llegar a Mallorca ha sido relativamente bueno una vez se supo con equipo: “la pretemporada ha ido bien, no he tenido ningún contratiempo inesperado. He realizado todo lo que me han mandado y en cuanto al tiempo, he estado dos semanas sueltas en Benidorm cuando los estudios me lo han permitido y aprovechando que aquí (en Burgos) hacia peor de lo normal, aunque los libros también han viajado conmigo al Levante”, señalaba con algo de resignación.
De hecho, el corredor de la formación vasca que actualmente cursa tercer año de Ingeniería ha tenido un invierno bastante ocupado académicamente: “este invierno me he presentado a tres asignaturas; Sistemas de Producción y Fabricación Industrial e Ingeniería de Materiales las he aprobado. Ingeniería Térmica para cuando se publique sabré ya el resultado, espero que bueno”, comenta con la satisfacción del deber cumplido.
Con respecto a la prueba balear, Barbero acude sin presiones, tan sólo con el ánimo de superar lo realizado en ediciones anteriores: “mi objetivo es superarme a mí mismo en cada carrera, mejorar cada año. Si el año pasado llegué a mitad de un puerto, pues este año mi idea es llegar hasta allí y un poco más. Pero iremos día a día y viendo como trascurren las carreras y lo que mande el equipo”, explica con una sonrisa.
En absoluta sintonía con la mentalidad del corredor, la estructura vasca seguramente le libere de todo tipo de presiones, será un hombre de equipo más: “de momento no hemos hablado del tema, pero haré lo que me manden, como he hecho siempre. Trabajaré encantado para ellos cuando toque y disputaré cuando se de la oportunidad”, matiza.
Fuente: Rafa Simón. Prensa Carlos Barbero
