AVANCE
Carlos Rodriguez ha firmado un notable sexto puesto en la París-Roubaix, segunda prueba de la Copa de las Naciones júnior de la UCI, y que se celebra antes de la prueba profesional, y unie Saint-Armand-les-Eaux y Roubaix sobre 111 kilómetros jalonados por 16 sectores de empedrado (28,9 km en total) entre los que se encuentran Mons-en-Pévèle, Pont-Thibaut o el Carrefour de l´Abre.
La selección española la completaban Pau Miquel, Miquel López, Jon Barrenetxea -que atacó en los primeros compases, Josu Etxebarria y Pablo Gutiérrez, dirigidos por Javier Cerezo.
La carrera se la adjudicó el británico Lewis Askey por delante del italiano Samuele Manfredi y el danés Matthias Jensen Skjelmose.
“Ha sido una experiencia muy positiva, estoy realmente contento. Me gusta el empedrado. Es algo distinto a lo que estoy acostumbrado, pero especialmente el de aquí es una pasada”, ha destacado Rodríguez. “Se ha ido muy rápido todo el día y en los primeros tramos de empedrado se ha ido seleccionando el grupo. A unos 30 kilómetros del final atacaron Askey y Manfredi. Nosotros intentamos reaccionar después, en el tramo previo al Carrefour, y nos quedamos cuatro en persecución. Iba dándolo todo y el Carrefour se me hizo duro. A unos diez del final nos atacó Jensen, que iba fortísimo. En la llegada, en el sprint con Maas y Benz, iba fundido”, ha explicado el granadino.
Ampliaremos información.
7 abril
Lo advertía el seleccionador nacional Pascual Momparler antes de la disputa hoy de la edición sub-23 de la Vuelta a Flandes: “Caídas, pinchazos o una avería mecánica pueden eliminarte totalmente de carrera a pesar de que lleves buenas piernas y estés donde tienes que estar. La fortuna es, en muchos casos, más decisiva que las fuerzas al final”. Y así ha sido para la selección española de carretera, que ha visto como gran parte de sus hombres quedaban sin opciones.
Kiko Galván, que había sido el representante del conjunto español más destacado en la Gent-Wevelgem hace apenas dos semanas, ha quedado fuera de carrera en los compases iniciales por una caída. Situación similar ha vivido Diego Pablo Sevilla, que se encontraba en el pelotón cabecero, cuando la carrera se aproxima al bucle final; mientras que Mikel Alonso ha padecido un pinchazo en el Oude Kwaremont, que también le ha dejado fuera de la lucha. Manuel Peñalver y Xabier Mikel Azparren también se han visto obligados al abandono.
El único que ha logrado sobrevivir a la batalla ha sido Isaac Cantón, que ha rodado en el pelotón de cabeza, hasta los muros finales en lo que se ha roto la carrera y ha quedado relegado a un segundo grupo. Finalmente, ha cruzado la meta en 38ª posición a 2’30” del vencedor James Whelan (Australia), que ha alcanzado la victoria en solitario con unos segundos de ventaja sobre el grupo perseguidor, donde Max Kanter (Alemania) y Robert Stannard (Australia), se han hecho con la segunda y tercera posición respectivamente.
“Estas carreras son así. Los chicos han estado delante y con una colocación excelente hasta que la suerte les ha abandono. Esperemos que la semana que viene vaya todo mejor y podamos coger puntos”, ha comentado a modo de conclusión el seleccionador nacional Pascual Momparler.
La siguiente cita de la Copa de las Naciones sub-23 será el ZLM Tour, que tendrá lugar este próximo domingo 14 de abril.
3 abril
Fin de semana de pavés, muros y adoquines para la selección española de carretera, que afrontará con el combinado sub-23 la Vuelta a Flandes durante la jornada del sábado, mientras que los juniors se enfrentarán a la París-Roubaix, el domingo.
Pascual Momparler, seleccionador sub-23, ha convocado para De Ronde, tercera cita de la Copa de las Naciones de la UCI, a Diego Pablo Sevilla, Isaac Cantón (Polartec-Kometa), Mikel Alonso (Fundación Euskadi), Kiko Galván (Lizarte), Xabier Mikel Azparren (AMPO) y Manuel Peñalver (Trevigiani Phonix). “Llevamos un equipo con bastantes ciclistas que ya corren en categoría continental, por lo que deberíamos ofrecer un nivel similar al que mostramos en la Gent-Wevelgem. Trataremos de estar delante hasta el final. La gran dificultad de este tipo de prueba es que en muchas ocasiones tu rendimiento no depende de ti mismo. Caídas, pinchazos o una avería mecánica pueden eliminarte totalmente de carrera a pesar de que lleves buenas piernas y estés donde tienes que estar. La fortuna es, en muchos casos, más decisiva que las fuerzas al final”, comenta al respecto de la participación española Momparler.
El trazado que dibujará el recorrido de este Tour de Flandes sub-23 guarda grandes diferencias con el que afrontaron los profesionales este pasado domingo. Así, saldrá desde Oudenaarde en lugar de desde Amberes, tendrá 166 kilómetros y la secuencia de tramos de pavés y muros presentará profundas diferencias. En total, tendrán que negociar cinco tramos de pavés y la ascensión de 17 muros: Leberg, Berendries, Tenbosse, Kapelmuur, Pottelberg, Kanarieberg, Oude Kwaremont, Paterberg, Kortekeer, Steenbeekdries, Taaienberg, Eikenberg, Boigneberg, Wolvenberg, Achterberg, Boigneberg y Wolvenberg.
Españoles en el infierno júnior
El domingo, al igual que el pelotón World Tour, los mejores ciclistas juniors del planeta encararán la disputa de la París-Roubaix, segunda prueba de la Copa de las Naciones de la UCI, a la que la Selección Española acudirá con Pau Miquel, Miquel López, Jon Barrenetxea, Carlos Rodriguez, Josu Etxebarria y Pablo Gutiérrez. El seleccionador Francisco Javier Cerezo asegura que viajan con “esperanza e incertidumbre. Todos los convocados vienen de ganar o brillar en las últimas semanas allí donde han competido. Llevamos un equipo bastante potente, de lo mejor que tenemos, y espero que puedan adaptarse bien al tipo de adoquín que propone la París-Roubaix, que no guarda mucha relación con el que se encontraron en la Gent-Wevelgem hace dos semanas”.
Los seis ciclistas del combinado nacional tendrán que afrontar un recorrido de 111 kilómetros, de los cuales los 80 últimos son similares a los que cubrirán, también el domingo, los profesionales. En total, serán casi 29 kilómetros de pavés, distribuidos en 16 tramos, de los cuales dos de ellos guardan la calificación de cinco estrellas, la máxima dificultad contemplada.