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A Carlos Verona (Omega Pharma- Quick Step) le esperan tres semanas de competición, 21 días surcando el mundo, destino: Asia.
Sin embargo, Verona llegará relajado, sin la sensación de saturación de competiciones: «he tenido un verano bastante tranquilo, compitiendo tan solo en Austria, San Sebastián y Tour de L´Ain, y ya recientemente Valonia e Impanis Van Petegem, por lo que he tenido mucho tiempo para disfrutar de mi familia, amigos y de mi novia Esther, por lo tanto pienso que afronto este final de temporada muy fresco mental y físicamente, con hambre de bici, competición y con ganas de acabar el año bien», explica.
Primero pasará por el Circuito Franco-Belga (UCI 2.1) que se disputará entre el 3 y el 6 de octubre. El corredor de la formación belga sabe que le tocará dar la cara por sus compañeros: «es una carrera que se adapta poco a mis características, con cuatro etapas totalmente llanas y con cuatro presumibles llegadas al Sprint, por lo tanto será una buena carrera para seguir cogiendo experiencia, trabajar y terminar de coger el ritmo de competición».
Sin embargo, el siguiente avión que coja le llevará a China, donde participará en el Tour de Beijing del 11 al 15 de octubre, un invitado más en el calendario World Tour: «Beijin tal vez se adapte un poco más a mí, con un par de etapas quebradas en las que si las piernas acompañan igual puedo probar algo», señala con una sonrisa bañada en cierta picardía. Sin embargo, Verona sabe que correr en un World Tour implica «ir a una carrera de nivel muy alto, pero ahí estaremos», finaliza.
Y de China viajará a Japón, donde participará en la Japan Cup (1 HC) del 19 al 20 de octubre. La prueba japonesa supondrá el merecido final de temporada para el escalador madrileño: «se compone de un criterium el sábado para ‘sprinters’ y de una carrera en línea el domingo sobre un perfil rompepiernas. Sería bonito que las fuerzas acompañaran y poder cerrar así el año con algún buen resultado… ¡Por falta de ganas y de buenos entrenamientos no será!», subraya.
Pero no será «tan fácil» volver a casa. Primero le espera su equipo en París, donde se reunirán durante dos días (22 y 23 de octubre) para planificar la próxima temporada. Tan sólo un día después, el 24, podrá de nuevo tomar el anhelado avión que le lleve de nuevo a casa, tras 22 días fuera. Sin embargo, Carlos lo tiene claro, se acabaron las maletas por este año: «no creo que me marche de vacaciones, repartiré mi tiempo entre Barcelona y Madrid para disfrutar de mi novia, de mi familia y de todas las actividades que durante la temporada no suelo hacer… ya tengo mono de calzarme las botas de montaña y disfrutar del otoño en el campo», señala con la voz impregnada en un deseo apenas controlable.
Pero el bravo escalador no se quiere olvidar de sus seguidores: «me gustaría hacer partícipe a toda la gente que me sigue de mi periplo ´belgo-asiático’, así que espero poder publicar una foto cada día en mi cuenta de twitter (@Carlos_Verona). Además, relataré cada día como me va a través de mi web (www.carlosverona.es),¡Espero que la visitéis!», finalizaba.
Fuente: Rafa Simón. Prensa Carlos Verona
