Una historia que se acaba … Sandy Casar, profesional desde el año 2000 en el mismo equipo, decidó esta semana poner fin a su carrera y así se lo anunció el miércoles a Marc Madiot. Ambos hombres, unidos por la misma historia, discutieron largamente y el manager del equipo FDJ.fr como todos los que han acompañado en este viaje al campeón están al mismo tiempo tristes y orgullosos.
Orgullosos de haber conocido un campeón de los que nunca bajan los brazos, que nunca se da por vencido. Ha sido todo un ejemplo en los peores años del ciclismo, sí, un gran ejemplo para sus compañeros más jóvenes. Sandy ahora ya no volverá a quejarse en el autobús antes de la salida o en la cena. A todo el mundo le gustaban sus quejas porque era una señal de la lucha que encabezaría a lo largo de la jornada. En su equipo no están tristes pensando que ya no llevará el trébol en la espalda, sino reconocen el sentido de servicio y sacrificio de este corredor, del trabajo bien hecho, de la lealtad y de la razón. Solamente hace falta leer las siguientes líneas para entenderlo. Y de ahí la entrevista que le realiza el equipo de su vida.
-Todo tiene un final, pero tu decisión de poner fin a tu carrera ha sido impactante.
-Fui a ver Marc Madiot esta semana, pero mi decisión ya estaba tomada. Reflexionada. Tengo problemas físicos, dolores de espalda que hacen que pueda seguir en la bici, pero no competir y me niego. Mi espalda me duele todo el tiempo, sin que sea insoportable , pero cada vez tengo más sensaciones raras, las piernas pesadas, por ejemplo. Y, además, tengo alergias todos los años. Es demasiado…
-¿Cuándo empezaste a madurar esta decisión?
-Llevo un año meditando. En ese momento tuve unas malas sensaciones ligadas a una mononucleosis. Ya no me resultaba divertido, no me sentía bien en mi cuerpo. También está el hecho de que el nacimiento de mi hijo me ha cambiado la vida. Tengo ganas de disfrutar de mi familia plenamente.
-¿Cuál es su estado de ánimo hoy?
-Me siento aliviado de haber tomado esta decisión. Es duro reconocer que todo ha terminado. Desde hace algunos meses me sentía afectado moralmente, próximo a una depresión. Ahora mi decisión está tomada. Sé que era la única posible y me siento mejor. Siempre tengo ganas de andar en bicicleta, pero mi cuerpo no puede más. Sin este problema en la espalda habría mantenido el entusiasmo.
-¿Por qué tomar esta decisión ahora?
-Porque estoy a punto de finalizar mi contrato y había que plantear esta cuestión cara a una eventual renovación. Volver a hacer una temporada como 2013 era impensable.
-¿Desde cuándo tienes dolores de espalda?
-Es una locura, después de la etapa que gané en el Tour de Angouleme 2007. Aquel día sufrí una caída por culpa de un perro y este fue el origen de mis problemas. Me han hecho dos infiltraciones, pero nada que hacer. Recientemente me han hecho unas pruebas y llevaba conmigo todas las radiografías que me habían hecho. El médico me ha demostrado que mis condiciones no habían mejorado. La juventud ya ha pasado… Estos últimos años, incluso si había momentos sin dolor, he estado a menudo inmovilizado por la espalda. Una o dos veces por año. El año pasado, cuando disputaba el Tour de Vendée, estando así ni siquiera podía estirarme.
-¿Has pensado en lo que vas a hacer ahora?
-No tengo nada concreto, he tenido poco tiempo para reflexionar. Me gustaría seguir en el ciclismo. No en el mundo de las carreras sino en el la organización para ver mi deporte de una manera diferente… No estoy decepcionado porque he hecho todo lo que podía. Simplemente mi cuerpo ha dicho basta.
-¿Es un poco pronto para hacer un balance de cuáles han sido los momentos más fuertes de tu carrera que te vienen a la cabeza?
-Sí (sonríe), es un poco pronto, pero como principio, mi París-Niza de 2002 (segundo) porque aquí es donde comenzó todo. Mis dos hermosos Giro de Italia, mi décimo tercera plaza en 2003 delante de corredores como Pantani. La sexta plaza en 2006. Un Top 10 en un gran Tour.
-Y luego las victorias de etapas en el Tour, la de Angouleme, que tal vez fue el principio del fin…
-Sí, han sido grandes momentos y precisamente por eso, me niego a vivir como este último año. Ya no servía a nada en el equipo, me entrenaba mucho y cuando llegaba la prueba me decía que esto no servía para nada. De golpe, el hilo que me unía al equipo se rompió…
-¿Es increíble pensar que has hecho toda su carrera en el mismo equipo?
-Sí, y sin embargo, mi primer debut en carrera fue difícil. Para mí, todo se decidió en cuestión de seis meses. Yo nunca había pensado en tener la cualidades para ser un profesional, ni siquiera lo había soñado. Los dos primeros años los pasé en la carretera en todas las pruebas, preguntándome cuánto tiempo iba a aguantar en el pelotón. Es cierto que no todos teníamos el mismo cometido. En algún momento pensé que mi carrera duraría dos años, pero me enganché. Y no me arrepiento …
-¿Te das cuenta Sandy del lugar que ocupas en la historia de tu equipo? Cuando las cosas no iban bien, a menudo has aportado la victoria que hacía falta, siempre has dado ejemplo.
-Me doy cuenta, sí. Soy consciente de ello, pero también sé que ya no puedo aportar esto y esta es la razón por la que no quiero seguir un año más. He tenido una carrera de 15 años y, en conjunto, soy feliz. No estoy triste porque sé que, en cualquier caso, no me quedan 10 años. Yo nunca sería un Christopher Horner … Lo que si puedo decir es que me gustaría volver a subir en mi bicicleta y hacer una temporada entera de cyclo-cross. Solo por placer. Ya veremos…