En bicicleta, como en sus buenos tiempos, cuando defendía los colores del Carrera, Gewiss, Ariostea y Saeco, entre otros equipos de renombre, Davide Cassani ha inspeccionado esta mañana el circuito mundialista de Ponferrada 2014. El seleccionador italiano se las había apañado para, sin necesidad de traer la suya, tener una flamante Pinarello a su disposición.
Venía preparado para enfrentarse al recorrido sobre el que en septiembre próximo se repartirán los maillots arcoíris, pero no para hacerlo en condiciones infernales, porque el termómetro marcaba dos grados y en la última parte del trazado la lluvia no ha dejado de dificultar su camino. “No siento las manos”, ha dicho cuando se ha bajado de la bicicleta.
Provisto de un vídeo con el que ha grabado todos los detalles del circuito, además de un altímetro-GPS, el seleccionador italiano ha dado dos vueltas en bicicleta. “Me lo esperaba un poco más duro”, ha explicado después. “No es un recorrido para escaladores, aunque tampoco para velocistas puros”, ha añadido.
Marino Amadori, el técnico de los sub 23, y Rino de Candido, el de los juniors, han seguido a Cassani en coche. También ellos, para que no se escapase ningún detalle, grababan el circuito el vídeo. “Espero que en septiembre haga mejor tiempo”, seguía explicando Cassani, “porque, como hemos visto este año en Florencia, puede cambiar el resultado de la carrera”.
El seleccionador transalpino se refería a la caída que, debido al asfalto mojado, sufrió Nibali. “Italia siempre tiene una óptima escuadra, pero desde 2008 no logramos ninguna medalla. En parte por mala suerte, como lo sucedido a Vincenzo, pero también porque no es fácil, porque también llevamos muchos años sin ganar uno de los ‘monumentos”.
A siete meses de la cita, Cassani ya tiene un favorito claro: “Para mí, Sagan”, responde sin dudarlo, “aunque tiene el hándicap de que no tiene un equipo suficientemente potente como para controlar la carrera en las últimas vueltas, ya que los adversarios no serán cinco, sino 25. Para nosotros, sin embargo, eso será una ventaja porque entre ellos espero que haya varios italianos”.
Davide llega a esa conclusión tras las dos vueltas al circuito. “La primera subida es larga, pero no difícil, ya que tiene un 5% de desnivel. En el grupo, a rueda, se irá bien. La segunda es más dura, del 8%, pero corta. Me recuerda mucho al circuito de Benidorm 92”, comenta, en el que por cierto Gianni Bugno se llevó la victoria por delante de Jalabert y Konyshev. “El descenso no es difícil, sólo hay un par de curvas complicadas”, insiste. “Puede servir para recuperar”.
Sin embargo, el técnico italiano no descarta que el circuito de Ponferrada depare alguna sorpresa . “Todo el Mundial se hará sobre el mismo recorrido, no hay ningún tramo previo”, comenta con razón. “Y son más de 4.000 metros de desnivel, luego la última vuelta resultará complicada”.
Sin descartar a nadie, Cassani sabe que este año los italianos quizás se la tengan que jugar con los jóvenes: “A Modolo le puede ir bien”, dice por el reciente vencedor de dos etapas en la Challenge a Mallorca. “Pero, antes de nada, tenemos que ver qué clase de corredor es. Lo veremos en la Milán-San Remo, pero, aunque todavía tiene que crecer, es rápido y puede salvar este tipo de subidas”. Del resto, prefiere guardar sus cartas. Sagan, por lo demás, no es su único favorito. “España tiene a Valverde, al que le puede ir bien este recorrido porque es rápido y se defiende bien en las subidas. También a Gilbert le irá bien”, dice.
Al margen de esto, él confía en contagiar a sus pupilos “el amor que siento por el Campeonato del Mundo desde que, siendo un niño, vi el de Imola 68”, donde ganó Vittorio Adorni. “Soy de los que piensa que la ‘maglia azzurra’ hay que honrarla siempre, porque en las nueve veces que la llevé fui el hombre más feliz del mundo”.
Además de ciclista, Cassani ha ejercido 18 años como periodista, en los micrófonos de la RAI. “Pero nunca he perdido el contacto con los corredores y siempre me ha gustado hablar con ellos para saber el por qué de los resultados, porque con ver la clasificación no basta. Sé que, para ganar, tendremos que jugar muy bien nuestras cartas y correr como un verdadero equipo, compacto y unido. Y, puesto que en el Mundial no hay ‘pinganillo’, los corredores tendrán que pensar en carrera y hablar mucho entre ellos por mucho que las ideas de salida las haya dado yo”.
Los técnicos italianos no quieren dejar nada al azar y prometen volver más adelante, con algunos corredores y cuando los rayos de sol asomen sobre el cielo de Ponferrada.