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Castrillo cruza la meta de Innsbruck en sexta posición © Bettini
Jaime Castrillo (1996, Movistar Team) certificó su calidad en el Campeonato del mundo sub23, sexto en Innsbruck, después de una temporada de aprendizaje y adaptación en su debut profesional. Aún tiene que dar pedales, será en el Gran Piemonte y Il Lombardia donde le tocará trabajar nada menos que para el campeón del mundo Alejandro Valverde.
-Terminará la temporada con un buen sabor de boca tras el Mundial, ¿qué supone ese resultado?
-Estoy contento con ese resultado y con el nivel mostrado. Es una alegría terminar así la primera temporada, verte con la gente top sub23, algunos ya profesionales como yo. Te sirve para darte cuenta de que puedes estar a su nivel o intentar llegar. Y fue algo muy bonito en una cita como el Mundial que tiene un ambiente único que se agradece mucho.
-¿Piensa que podía haber luchado por el podio y las medallas?
-Los tres que se escaparon demostraron que tenían un punto más en la subida. Nunca sabes si podías hacer más o no, pero el podio estaba difícil. Al menos pude estar en el grupo de detrás.
-Su otra alegría debió llegar con el triunfo de Alejandro Valverde dos días después.
-Al día siguiente de nuestra carrera ya volamos a casa y por lo menos lo pude ver por la televisión si por fin Alejandro conseguía la victoria. Así que verlo en meta el primero fue muy emocionante.
-¿Qué balance hace de su primer año profesional?
-Que ha sido de adaptación, de coger el ritmo de profesionales, pienso que se ha conseguido, y trabajo de equipo que viene muy bien para la formación. Yo creo que se ha aprendido el oficio.
-¿El paso de amateur a profesionales ha sido más grande lo que imaginaba?
-Ha sido lo que esperaba. Casi siempre es más distancia y más ritmo y sobre todo lo que se nota es que hay una velocidad más respecto a aficionados en las carreras WorldTour y en la parte final de todas.
Castrillo, en fuga © Movistar
-Y como ha dicho, le ha tocado trabajar.
-Ha tocado sí. Con Movistar, siempre tienes algún corredor para la general o la etapa y en muchas carreras ha tocado trabajar para el equipo. Se aprenden muchas cosas. Estoy contento. Además de la gente ganadora que todos conocemos, hay otra gente que hace muy buen su trabajo, que te da consejos que poco a poco vas poniendo en práctica. Eso es algo que se agradece.
-Uno de esos ganadores es Valverde, ¿qué puede decir de él?
-Todo el mundo lo dice y yo también: que es un ejemplo de cómo ser un profesional dentro y fuera de la carretera. Por eso consigue rendir al nivel de un número uno con 38 años y porque es muy bueno. En Piemonte y Lombardía será un orgullo estar con él y poder ayudarle a conseguir esa carrera que le falta. Ojalá logre esa primera victoria en Lombardía vestido de arcoíris.
-En su debut pro ha disputado carreras como Dauphiné o precisamente Lombardía. ¿En qué tipo de carreras cree que puede encajar más? ¿Le apetece debutar en las tres semanas?
-Son carreras que ves siempre de chaval, de prestigio, con mucha historia, como Dauphiné o Lombardía, y otras muy bonitas, como Australia o Canadá. No puedo tener ninguna queja del calendario del equipo. A mí me gustan las vueltas y es donde mejor puedo rendir. Esperemos en el futuro, con paciencia y si ofrecemos un buen nivel, debutar en una grande. Yo creo que es algo que tiene que llegar poco a poco.
-Aún no ha terminado 2018, pero ¿qué espera de la próxima temporada?
-Yo creo que desde el año anterior a este hemos subido el nivel, un peldaño, y lo que hay que hacer el siguiente año es mejorar, subir otro escalón. Y, si llegan los resultados, bienvenidos serán.
-Con compañero de equipo Jorge Arcas y Sergio Samitier y Fernando Barceló forman un resurgir del ciclismo aragonés al más alto nivel.
-Así es, ahora coincidimos cuatro. Todos en nuestra faceta hemos dado un buen nivel, digno de un equipo profesional, y esperemos ir todos a más.
