Jonathan Castroviejo (1987, Movistar / España) afronta las contrarreloj de los Campeonatos del Mundo en Doha, Catar -por equipos el domingo 9 de octubre e individual el miércoles 12 de octubre- con el objetivo de hacer un buen papel y poner así el broche a una temporada que acaba con un dulce sabor de boca. Su oro en el Campeonato de Europa fue una recompensa a su constancia y su sacrificio por la lesión de vértebras que sufrió durante cuatro meses. Un corredor que todavía no ha renovado con su actual equipo de cara a la próxima campaña.
Tras su caída en Algarve y su recuperación, firmó el segundo puesto en las cronos del Campeonato de España, el Tour de Polonia y la Vuelta a España, y se quedó a cuatro segundos del bronce en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. El año pasado solo tres segundos le separaron del podio en el Mundial de Richmond.
-¿Cuáles han sido sus sensaciones en las últimas clásicas en Italia y los últimos días en los entrenamientos?
- La verdad es que me he encontrado bien. En Italia quizá no tuve unas grandes sensaciones, fue un poco extraño, yo creo que por este clima del otoño, pero en casa con la cabra me he encontrado bien.
-Y llega con el oro en el Europeo, después de rozar el triunfo durante toda la temporada. Y también con la victoria de Nairo Quintana en la Vuelta.
-Sí, es como un pequeño premio a estos últimos cinco meses. Había estado cerca, aunque no había ganado. Me hizo mucha ilusión. La Vuelta es por cómo se ganó, es un esfuerzo de 21 días y es una victoria sobre todo muy colectiva. Es mi segunda grande con Nairo, esperemos que lleguen más.
-¿Con qué objetivo afronta primero la contrarreloj por equipos en el Catar?
-Hay que ser prudentes tanto para la crono por equipos como para la individual. Primero, hay que llegar allí, ver cómo responder el cuerpo, saber el aire que va a hacer, y veremos. Yo veo al equipo bien, muy conjuntado. Sí que por desgracia la baja de Adriano es significativa, pero creo que haremos una buena crono. (Andrey Amador, Alex Dowsett, Imanol Erviti, Nelson Oliveira y Jasha Sütterlin son sus compañeros).
-¿Y cuáles son sus aspiraciones en la contrarreloj individual?
-Digamos que es un circuito antiyo. Y he mirado cómo soplaría el viento, y en principio sería siempre un poco favorable, lo que tampoco me favorecería. Pero llegados a este punto tampoco tengo nada que perder y se hará tope salga lo que salga. Yo estaría contento con un resultado físico bueno. Hoy en día con los potenciómetros y los vatios ya sabes cuál es un buen resultado, independientemente del puesto. Yo intentaré hacerlo lo mejor posible, como en las cronos de la Olimpiada y el Europeo y con una media similar vamos a ver lo que podemos hacer.
-¿Quiénes cree que serán los favoritos?
-La verdad es que no conozco la lista de inscritos. Tom Dumoulin y Tony Martin pienso que son favoritos, aunque este año creo que el abanico puede ser más abierto porque el circuito es muy atípico y entra gente que puede dar la sorpresa.
-Su lesión en febrero le impidió correr hasta junio, pero luego ha respondido. ¿Qué balance hace de su temporada?
- No quitaría nada de este año, quizá solo lo largo que se está haciendo por todo, por la lesión, el tiempo parece que pasa un poco más despacio, y porque con este Mundial tan retrasado también se hace aún más largo si cabe. Pero la verdad yo creo que es un año muy bueno. En los meses de febrero, marzo, abril ni me imaginaba conseguir estos resultados.
-Con un corsé primero y un collarín después, ¿llegó a pensar que no recuperaría su mejor nivel? (Se lo piensa)
-Siempre se te pasa por la cabeza. Cuando tienes una lesión así, te entran dudas de todo: de la vida, del deporte, si seguir hacia adelante o no. Al final es ir día a día, restar días y sobre todo ponerte un objetivo para recuperarte lo mejor posible.
-Acompañó a Quintana en sus victorias en el Giro 2014 y en la Vuelta 2016, solo les falta el Tour de Francia.
-Lo más importante, como en las contrarreloj, es merodear… Si no se gana, es ser segundo o tercero, dar espectáculo, estar ahí, y rendir bien. Esperemos que sea así el año que viene. Que sea un Tour bonito, disputado y, si se puede ganar, mejor.