No ha podido ser. El británico Mark Cavendish no toma hoy la salida en la segunda etapa del Tour de Francia al no ser capaz de pedalear en condiciones con la lesión que padece, una luxación acromio-clavicular y rotura de ligamentos, con dolor intenso incluido. El corredor del Omega-Pharma -que no fue expulsado de carrera a pesar de su antideportiva acción- ha pasado mala noche por lo que el médico y el corredor han decidido finalizar su aventura este domingo. Un varapalo deportivo y personal para un Cavendish que soñaba con vestirse de amarillo en su país y que ha perdido, posiblemente, sú última oportunidad en hacerlo.
El autocar del Omega Pharma fue el centro de atención hoy, donde Cavendish explicó las circunstancias de su retirada tras provocar su accidente en el final de la primera etapa en Harrogate, donde vivía su madre. «Después de los exámenes de ayer, esperaba que el hombro se desinflamara pero no fue así por desgracia. Así es el ciclismo, es mi trabajo y estoy bastante bien pagado por hacerlo», dijo el ganador de 25 etapas del Tour.
El excampeón del mundo deseó buena suerte a su equipo par el resto de la carera, pero su mánager, Patrick Lefevere, dejó claro que iba a ser más difícil: «Lo cambia todo para nosotros ya que el equipo fue construido en su totalidad en torno a él», dijo.
Alessandro Petacchi ni siquiera puede ser una segunda opción para los sprints masivos, ya que el italiano sufre una alergia después de haber sido picado por una abeja. Ayer fue el último clasificado de la etapa a casi 20 minutos de Kittel.
Cavendish se estrelló en el último partido como él estaba luchando contra su camino con el campeón australiano Simon Gerrans, que también se estrelló contra el asfalto, pero comenzó la etapa 2 a Sheffield. «Voy a intentarlo, pero la verdad es que va a ser difícil», dijo, y agregó Cavendish le había llamado la noche anterior para pedir disculpas.
El corredor de la Isla de Man fue el más perjudicado en la jornada de ayer tras irse al suelo a falta de un centenar de metros para la línea de meta y, aunque pudo cruzar la llegada subido en su bicicleta, los evidentes gestos de dolor en su clavícula derecha hicieron pensar que su aventura en este Tour podría haber tocado a su fin.
Sin embargo, Patrick Lefevere aseguró, poco después de terminar la etapa, que “según el médico del equipo no hay evidencia de fracturas, aunque para estar seguros el Mark [Cavendish] se tendrá que someter a unas radiografías”. Si esta buena noticia se confirmase, el manager del Omega Pharma-Quick Step aseguró que “seguirá en carrera mañana. Ha sido una pena porque ha disputado este sprint en su cabeza más de cien veces. Estaba muy centrado. Quería esta victoria sobre todas las cosas. Me ha dicho que Simon Gerrans se frenó y el quería progresar y que por eso empujó un poco a Gerrans y él le empujó de nuevo”.
Pero el excampeón británico es duda para seguir en competición. El equipo belga confirmó posteriormente que Mark Cavendish se sometió a un examen más detenido en su hombro derecho después de la caída de hoy. La radiografía desvela una luxación acromio-clavicular y rotura de ligamentos, lo que le causa mucho dolor. Al final no pudo continuar.
«Estoy enfadado sobre el accidente de hoy», dijo Cavendish. «Fue mi culpa. Me disculparé personalmente con Simon Gerrans, tan pronto como tenga la oportunidad. En realidad, traté de encontrar un hueco que no existía. Quería ganar hoy, me sentí muy fuerte y en una gran posición para disputar el sprint gracias a los increíbles esfuerzos de mi equipo. Lo sentimos por todos los fans que vinieron a apoyarnos. Fue realmente increíble».