Las cetonas son la nueva súper gasolina. Así de claro y rotundo se mostraba, en el año 2013 el controvertidísimo Michele Ferrari en su página web cuando dedicó un artículo entero al nuevo maná que, según él, podría revolucionar el rendimiento deportivo ya que ofrecerían una respuesta metabólica que la propia glucosa y, por lo tanto, ofrecen una mayor energía con la misma cantidad de oxígeno consumido. Pero, sobre todo, la gran revolución que podría estar suponiendo este producto es que su uso es absolutamente legal. Además, siempre según Ferrari, podría estar permitiendo una mejora en el rendimiento del 30%.
Las cetonas se producen de manera natural en el hígado cuando se reduce la disponibilidad de glucosa (algo que puede suceder en ayuno o durante esfuerzos prolongados) y son transportadas a través de la sangre a órganos y músculos donde se convierten en energía. En otras palabras: la molécula sintetizada permitiría una mayor entrega de energía con un menor aporte de glucosa y, por lo tanto, ayudaría a que deportistas más ligeros (con un menor peso) fuesen capaces de entregar la misma cantidad de potencia.
Y, ¿por qué hablamos hoy de esta sustancia? Básicamente porque la demostración que el pasado martes realizó Chris Froome en las rampas de la Pierre-Saint-Martin y la inmensa superioridad con la que por el momento se está mostrando el equipo Sky han disparado el número de escépticos una vez más. El rumor que se está extendiendo en el pelotón es que el Sky podría estar haciendo uso de estas cetonas que, no lo olvidemos, son completamente legales.
Preguntado al respecto, ha sido el propio Chris Froome el que ha asegurado que “las podríamos usar [en tanto y cuanto son legales, N.d.A], pero no lo estamos haciendo. ¿Cetonas? No las conozco. No las uso, a no ser que alguien, a escondidas, me las esté metiendo por la noche en la comida”, aseguraba guasón y cansado del tema el líder de la carrera.
En su edición de hoy, el diario belga Het Nieuwsblad dedica un interesante espacio a esta supuesta súper gasolina en el que Wim Derave, profesor de fisiología del ejercicio y de nutrición deportiva en la Universidad de Gante asegura que no se trata, en absoluto de una sustancia desconocida o experimental. “He oído y leído todo lo que se está comentando y conozco varios estudios sobre las cetonas. En realidad, todo encaja de una manera muy bonita. Es un invento británico y un equipo británico con ciclistas muy delgados. Para muchos, eso ya es suficiente para lanzar todo tipo de acusaciones. Yo, personalmente, no lo veo. Hemos realizado pruebas con cetonas en remeros y lo único que conseguimos fue una mejora que, en el mejor de los casos, apenas alcanzaba el dos por ciento”.
Según el rotativo belga, los médicos de varios equipos ciclistas habrían reconocido haberse estado informando sobre las cetonas en los últimos meses. En la revista ‘Humo’, Tim Wellens, corredor del Lotto Soudal que se encuentra corriendo el Tour de Francia, aseguró que “conozco a un corredor que ha tomado cetonas, pero no funcionaron. No consiguió ninguna mejora de su rendimiento”.
En cualquier caso, el Dr. Ferrari asegura en su artículo que la propia compañía que fabrica las cetonas ha reconocido que varios deportistas estarían utilizándolas desde el año 2011.