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Froome tratará de recuperar el amarillo por quinta vez / © ASO
Ha ganado cuatro veces el Tour de Francia… y se le han escapado otros tres. Al menos, claro, si nos ceñimos al periodo de tiempo que arranca en 2012 cuando, obligado por las órdenes de equipo, no presentó toda la batalla posible a su entonces compañero de equipo Bradley Wiggins. Pese a ello, Froome no se da por vencido y sigue trabajando para entrar a formar parte del grupo de los pentacampeones en París. Un club al que a día de hoy sólo tienen pertenecen Miguel Induráin, Jacques Anquetil, Bernard Hinault y, por supuesto, Eddy Merckx.
Pese a que este año, en el que intentó el doblete Giro-Tour, se vio superado por su compañero de equipo Geraint Thomas –pero fue capaz de salvar el podio al acabar en tercera posición–, el corredor británico nacido en Nairobi ha asegurado en declaraciones a Sporza que “todavía no tengo claro cuál será mi calendario para la próxima temporada, pero me imagino que el Tour será mi objetivo principal” e insiste en que, como siempre aseguró, “conseguir el quinto Tour es algo en lo que quiero trabajar antes de terminar mi carrera deportiva”.
Thomas, ganador en París hace poco más de tres semanas, anunció este pasado fin de semana que había tomado la decisión de renovar por Sky, pero que lo más probable es que, en 2019, se centrase en buscar un triunfo en la general del Giro de Italia. De esta manera, claro está, se evitaría una bicefalia potencialmente peligrosa en Sky durante el mes de julio, aunque Froome asegura que “no creo que tener dos líderes en un equipo sea un problema, sino una fortaleza” y asegura que “poder formar parte del éxito de Geraint ha sido algo muy especial. Estoy convencido de que el próximo año podremos seguir trabajando juntos. Somos buenos amigos”.
En cuanto a los abucheos y demás muestras de falta de apoyo recibidos por parte del público francés a lo largo de las tres semanas del pasado Tour de Francia, Froome asegura que “son reacciones que puedo entender. Esas personas están incitadas por lo que han leído en la prensa”, pero, pese a todo lo vivido, asegura que “en ningún momento llegué a tener miedo”.
En este mismo sentido, Froome considera que “hace falta mucho más para enfadarme. Además, no creo que lo que vimos sea representativo de todo el público francés. Los que se comportaron así eran una minoría. Sigo amando Francia”. Aunque, finalmente, lanzaba al aire una reflexión: “si vas al fútbol, te metes en el campo y empujas a un jugador, acabas en una celda. ¿Por qué no ocurre lo mismo en el ciclismo”.
