Con un balance final de cinco medallas –un oro, dos platas y dos bronces- la selección española ha terminado su participación en los Campeonatos del Mundo de ciclismo adaptado en pista, que hoy han finalizado en Apeldoorn (Países Bajos).
En esta última jornada, el equipo nacional lograba sendas medallas de plata con el tándem José Enrique Porto-José Antonio Villanueva y con el equipo de velocidad, formado por Eduardo Santas, Amador Granados y Alfonso Cabello, y el bronce en el scratch C1-C3 de Santas.
Por la mañana, el trío español había marcado el segundo mejor tiempo en la clasificatoria de velocidad por equipos, tras el potentísimo conjunto chino con Hao Xie, Guoping Wei y Baobin Duan y dada la diferencia entre ambos conjuntos (51.850 a 50.414) se veía bastante complicado poder revalidar el oro de Aguascalientes. Y aunque el trío español mejoró en casi un segundo su marca matinal (51.030), los asiáticos también lo hicieron (49.908) de forma que lograban el oro, mientras que España se hacía con la plata, en una prueba que contó con una amplia participación, 14 selecciones.
“China no tuvo su mejor equipo el año pasado, pero aquí han recuperado a un corredor C2 que arranca en 20-0 y con ello son inalcanzables para nosotros. Y aunque mejorábamos el tiempo en la final, no ha habido ninguna opción. Como decía antes del Mundial, en esta prueba dependemos también de las composiciones de otras selecciones”, resumía el seleccionador, Félix García Casas.
El verdadero mérito de una medalla de plata
La segunda plata llegaba en la final de velocidad por equipos, en la que Porto y Villanueva no conseguían superar al dúo británico, Neil Fachie y Peter Mitchell, que se impusieron en las dos mangas sin dar ninguna opción al tándem español.
En la clasificatoria de 200 metros, Porto y Villanueva marcaban el segundo tiempo (10.305) solamente superados por los británicos (10.061), mientras que Ignacio Ávila y Joan Font registraban 10.707, séptimo lugar, por lo que los dos tándem españoles se veían abocados al enfrentamiento en cuartos, que lógicamente sería favorable a los primeros, mientras que los catalanes terminaban su participación con ese mismo séptimo lugar.
En semifinales, el dúo español daba cuenta de los neerlandeses Tristan Bangla y Teun Mulder, aunque la descalificación en la segunda manga llevó a un desempate en el que los nuestros eran claros vencedores, para medirse en la final ante los británicos, los grandes favoritos como finalmente demostrarían.
“Hay que saber dar el valor que realmente tiene esta plata, ya que otros años se habían quedado a las puertas de la final, en la lucha por el bronce, y en esta ocasión han dado ese salto, que tiene mucho mérito. Y además, cuando han superado en semifinales a un tándem como el holandés que corría en casa y con un piloto de la clase de Mulder. Los ingleses están en un escalón por encima y hoy por hoy este es el máximo al que se puede aspirar”, añadía García Casas.
La visión de carrera de Santas
La jornada terminaría con las finales de scratch. En la C1-C3, victoria del irlandés Eoghan Clifford, que ganó vuelta a falta de siete giros. Juanjo Méndez estuvo muy atento en los primeros compases de la prueba, haciendo un gran papel para Santas que en el sprint final pudo imponer su velocidad para lograr esa medalla de bronce.
“Ha sabido estar pendiente del ruso, del americano, de los corredores que podían ser más peligrosos. No ha podido salir tras el irlandés, pero ha sido en un momento de duda en que ninguno ha querido coger la responsabilidad. Y en el sprint, ha cogido muy bien la rueda del americano y ha tenido la suerte de que el italiano no le remontase por poco. Lo mejor es que Eduardo ha sabido leer muy bien la carrera y esta medalla le compensa de otras pruebas que no le han salido en este Mundial. Y también destacar el papel de Juanjo por su compañero”.
Y en la C4-C5, tres corredores lograban coger vuelta, lo que culminaban a unas quince del final, lo que les permitió jugarse entre ellos el título, con triunfo del australiano Alistair Donohoe. César Neira terminaba en el puesto 15, mientras que Cabello abandonaba a las primeras de cambio, sin duda acusando el esfuerzo realizado en la velocidad por equipos y que es una distancia larga para él.
Fuente: RFEC