Alberto Contador reconoció hoy la quinta etapa del Tour de Francia 2014, que se disputará el próximo 9 de julio entre Ypres y Arenberg, con nueve tramos de pavé en los últimos 75 km del recorrido. “Ha ido todo bien, he visto la primera parte de la etapa en coche y los últimos 75 km en bici”, dijo antes de tomar el avión de regreso a casa.
“He aprovechado sobre todo para estudiar el material, que es lo más importante. Ya conocía algunos tramos de 2010, pero está claro que los más decisivos serán los primeros, porque ahí el grupo será todavía muy grande y habrá más lucha para entrar en cabeza. Luego ya habrá más selección”, comentó Contador.
“Las sensaciones sobre los adoquines han sido buenas, pero no hay que olvidar que esto es sólo un entrenamiento, no es la carrera, y tampoco había lluvia, que puede complicarlo todo. El viento también será muy importante. Hoy soplaba bastante y en ese caso será importante tener un equipo potente”, dijo Alberto sobre las condiciones de la carrera.
“Lo más complicado será la entrada en los tramos de pave. Algunos de ellos tienen mucha arena y la bici patina mucho y se va. Habrá que tener cuidado”, advirtió el líder del Tinkoff-Saxo. “Me he sentido bien sobre los adoquines, pero hay que afrontar esta etapa con respeto y siendo conscientes de que llevaremos ya 100 km en las piernas. Creo que será una etapa más difícil que la de 2010, porque los tramos del principio son más complicados”.
Alberto dijo que hoy había utilizado “la mejor bici que puedo tener en esta etapa, la Roubaix de Specialized. Hemos usado las Zipp 303 y con lo que más hemos jugado es con las medidas de los tubulares y la presión, a ver cómo funcionaban, porque no es lo mismo un corredor de 75 kilos que otro de 62 kg de peso”.
Contador contó hoy con el asesoramiento en bici de Steven de Jongh, que le acompañó en bici, mientras Phillipe Mauduit les seguía en el coche del equipo. “Steven tiene muchísima experiencia en estas carreras y se sabe al dedillo el recorrido. Sus consejos son muy importantes”, dijo.
“Después de terminar el País Vasco y ver esta etapa, puedo decir que he cumplido con los objetivos de la primera parte del año”, concluyó Alberto, que se tomará unos días de vacaciones antes de iniciar la preparación del Dauphiné Libéré y el Tour de Francia, sus próximas citas con la competición.
El madrileño también aprovechó su participación en la ronda vasca para supervisar en Alto de Aralar, uno de los finales en alto de la próxima Vuelta a España.