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Así se ha presentado Contador en la salida / © Tinkoff
ACTUALIZACIÓN 27-AGOSTO
Alberto Contador, que en la jornada de ayer sufría una importante y dura caída dentro del último kilómetro de la séptima etapa de la Vuelta a España con final en la Puebla de Sanabria dijo en la salida que había «pasado una mala noche». El de Pinto explicó que «me acosté muy tarde porque estuve trabajando [en la recuperación] con los fisioterapeutas del equipo».
El jefe de filas del Tinkoff, que ya tuvo que decir adiós al Tour de Francia después de haber sufrido dos caídas en las primeras etapas de la Grande Boucle aseguró que «me duele el gemelo izquierdo y la zona del vasto interno», es decir, la zona interna de la pierna justo por encima de la rodilla.
Contador amaneció con una visible cojera y visibles vendajes en el codo y rodilla izquierdos, y confirmó que tomaría la salida en la complicada jornada de La Camperona pese a haber dormido poco ya que, tras acostarse tarde anoche como ya ha explicado, «esta mañana he madrugado para seguir con la recuperación«. El madrileño, que confíaba en que «los músculos se calienten haciendo rodillo» antes de la salida de la etapa reconoció que «el hecho de que la etapa sea llana hasta la subida final es algo que me beneficia«.
Además, fiel a su reconocido espíritu combativo, anunciaba que «cuando vaya en carrera podré evaluar el verdadero alcance de la lesión, pero la idea es rodarme en el llano y luego dar el máximo. Quiero pensar que tengo una contractura y no una rotura, que es lo que me obligó a abandonar en el Tour«.
Contador, entre Chaves y Valverde © Bettini
Tras la etapa, las cosas cambiaron diametralmente tras su buena actuación, solo superado por Quintana por lo que respecta a los favoritos. Sin duda, el madrileño fue uno de los grandes protagonistas del día. Al cruzar la línea de meta reconocía que hoy ha intentado “mantener la cabeza fría y marcar mi ritmo. Quintana nos ha metido diferencias al final, pero ahora queda seguir trabajando con el fisio y ver si mañana tenemos mejores piernas”.
El jefe de filas del Tinkoff reconocía que pese a la pérdida de tiempo respecto al colombiano “estoy más contento de lo que esperaba, pero el golpe lo tienes. A veces se paga más el segundo día que el primero, así que mañana me lo voy a plantear igual que hoy”.
Preguntado por el balance general de este complicado día para él decía que “el balance es OK, no positivo al cien por cien. Vamos a ir día a día. El que me conoce sabe que tengo un lema que es querer es poder y ahora es el momento de aplicarlo”.
Además, el último ganador español de la Vuelta a España ha compartido unas reflexiones con los aficionados a través de Twitter en las que abre el debate sobre la toma de tiempos en la pancarta de 3 kilómetros a meta en las etapas llanas para evitar que los corredores de la general se metan en la batalla de los sprint ya que, según sus palabras, «el 80% de las caídas se producen dentro de los últimos tres kilómetros» y «la pérdida de un favorito reduce mucho más el espectáculo que las continuas caídas».
Reflexion:Teniendo en cuenta que el 80% de las caidas se producen en los ultimos 3km,tanto espectaculo quitaria tomar tiempos a 3km de meta?
— Alberto Contador (@albertocontador) 27 de agosto de 2016
Evitar que los corredores de la general por miedo a perder tiempo se mezclen con los sprinter creo que seria algo como minimo a considerar.
— Alberto Contador (@albertocontador) 27 de agosto de 2016
Creo que la perdida de un favorito en una gran vuelta reduce mucho mas el espectaculo que las continuas caídas, o no? @UCI_cycling
— Alberto Contador (@albertocontador) 27 de agosto de 2016
Contador tras su caída / © ASO
Alberto Contador se ha convertido en el desgraciado e involuntario protagonista del día a causa de esa caída que ha sufrido dentro del último kilómetro de una jornada que transcurrió relativamente tranquila hasta que el equipo Astana lanzara su propuesta a favor de Luis León Sánchez y diera al traste con las esperanzas de los hombres inmersos en la pelea por la general de tener un día relativamente relajado antes del tríptico montañoso que aguarda antes de la primera jornada de descanso.
La secuencia de acontecimientos es, a estas alturas de la tarde, de sobra conocida por todos los aficionados. El pelotón, ya lanzado, toma un giro de 90 grados a la izquierda y Contador, que circula entre las diez primeras unidades del grupo, es arrollado por un corredor del Lotto-Soudal que entra pasado en esa curva. Contador, que es el primero en irse al suelo, ve después como varios corredores, entre ellos Samuel Sánchez (BMC) se le caen encima provocando, evidentemente, mayores daños en el ya maltrecho cuerpo del corredor madrileño.
El jefe de filas del Tinkoff se subió a la bicicleta y consiguió cruzar la línea de meta poco después de que lo hiciera el resto de integrantes del grupo en el que viajaba pero, dado que la caída se produjo en la zona de protección de los últimos tres kilómetros, no cedió más tiempo en la clasificación general respecto al resto de favoritos.
Nada más cruzar la meta, donde se podía apreciar claramente el enorme golpe sufrido en su costado izquierdo y las diversas heridas y rozaduras producidas por su choque contra el asfalto, Contador aseguraba que “todavía estoy en caliente, pero tengo reventado el lado izquierdo y el gemelo lo tengo muy mal” y en su gesto se podía adivinar la preocupación ante lo que parece la repetición del episodio de mala fortuna que acabó costándole su participación en el pasado Tour de Francia.
Después de pasar por un primer y rápido chequeo médico, la cara de Contador y sus declaraciones no hacían presagiar nada nuevo ni ninguna mejora en su estado. “A 800 metros de meta estaba muy bien posicionado así que le dije a Bennati que disputara el sprint”, explicaba el Pinteño. “A 400 metros, en una curva a izquierdas, fui golpeado por alguien que frenó demasiado y se estrelló en mi lado izquierdo. Me dio un gran golpe en el gemelo y en el costado y en general tengo heridas superficiales en todo el lado izquierdo de mi cuerpo”.
El único atisbo al optimismo aparece cuando asegura que “me duele mucho, pero parece que no hay nada roto”. Ahora, claro está, habrá que esperar y comprobar cómo evolucionan esas heridas. “Tenemos un largo traslado al hotel de 120 kilómetros ahora. Voy a descansar esta noche y mañana por la mañana evaluaremos mi situación”, cerraba Contador.
Aunque una caída nunca llega en buen momento, la de hoy ha llegado, si cabe, en la peor de las circunstancias ya que mañana espera la etapa con final en el durísimo puerto de La Camperona. Habrá que ver, claro, cómo se toma el pelotón los 170 kilómetros completamente llanos antes de iniciar el ascenso al puerto final. Sin duda, Contador y su equipo deseará que los favoritos se lo quieran tomar con calma para asegurarse llegar con buenas piernas al pie del alto.
Ahora, sólo queda esperar y confiar en que, como ya ha sucedido en ocasiones anteriores, las alarmistas declaraciones de Alberto Contador no se traduzcan en consecuencias tan graves para sus aspiraciones en una carrera que ya ha perdido a varios de sus hombres con opciones y que tiene en el de Pinto, 12º a 1:52 del líder, a uno de sus potenciales animadores potenciales.
