Nicolás Van Looy / Ciclo21 – Enviado especial Peñíscola
Relajado, sonriente y, sobre todo, dando la impresión, esa eterna impresión, de estar escondiendo todavía un as en la manga. Un último movimiento. Un postrero arranque de genialidad con el que poner, como hizo en Fuente Dé en 2012 o en Sallent de Gállego hace sólo dos días la Vuelta a España, esa carrera en la que “hasta ahora había tenido un cien por cien de efectividad”, patas arriba. Así compareció Alberto Contador (Tinkoff) ante los medios en el segundo día de descanso de la Vuelta a España.
Contador descansa hoy en Benicasim siendo cuarto en la general a unos aparentemente insalvables 4:02 de Nairo Quintana (Movistar), un líder que, ahora sí, se lo empieza a creer de verdad y a cinco y 25 segundos, respectivamente, de Esteban Chaves (Orica-Bike Exchange) y Chris Froome (Sky), los dos hombres que entran en esta tercera y decisiva semana en los puestos de podio. Una distancia, la que le aleja del maillot rojo insalvable para todos, menos para él. Sólo un corredor como él, imprevisible para lo bueno y lo malo, puede levantar las dudas que levanta el pinteño. Sólo un corredor como él puede hacer que el aficionado perciba como una posibilidad un movimiento absurdo y loco que le sitúe en lo más alto de la tabla.
Queda un terreno complicado. Mas de la Costa, la contarreloj de Calp y el asalto final en Aitana. Y, además, lo afrontamos con una semana de calor en la que el mercurio está batiendo todos los registros históricos en el levante español, un factor que se puede convertir en clave. Todo ello hace que, al hablar de estrategias y posibles lugares donde moverse, Contador asegura que “creo que ni yo mismo lo tengo claro. Mirando el recorrido veo que hay posibilidades de poder intentar algo, pero por otro lado es verdad que hay intereses comunes que se pueden juntar y hacer que tu apuesta sea muy complicada. Voy a ir día a día porque el objetivo que tengo es el podio, eso seguro. Ganar es muy difícil. Nairo Quintana está muy fuerte y tiene un gran equipo y una diferencia enorme respecto a mí. Voy a seguir dándolo todo hasta llegar a Madrid, y veremos hasta donde puedo llegar. Puede pasar de todo y algunos días puedes salir beneficiado y otros perjudicados”.
Intereses comunes. Ese es el quid de todo el asunto. Como lo fue el domingo camino de Sallent de Gállego, cuando la carrera, como la vida, y sus circunstancias colocaron a Contador y a Quintana en una tesitura pocas veces antes vista: la del interés común. La carrera, insistimos, como la vida, crea en ocasiones extraños compañeros de cama. Pero esos amores, tan pasionales e intensos, vienen y van. Son fruto de un día. De una tarde. Y luego, si te he visto no me acuerdo. “Yo no hago alianzas con ningún corredor ni con ningún equipo”, afirma tajante Contador. “Al final, yo hago mi carrera y cuando ves la composición del grupo en el que te has metido ves qué intereses hay comunes”.
El pinteño mira ahora hacia el británico Chris Froome, un hombre que para el jefe de filas de Tinkoff “quizás sea él quien esté pensando en hacer algo porque si no se inventa algo será complicado que pueda desbancar a Nairo”. Pese a ello insiste en que él hará su propia carrera. “Esta vez [por el domingo, N.d.A.] fue con Movistar y Nairo y la próxima vez, si la hay, puede ser con otro corredor. Desde luego, no son alianzas que se hablen antes de carrera, sino que surgen durante la etapa”.
Pese a que Quintana fue el gran beneficiado de la jornada del domingo al dejar a Froome prácticamente fuera de combate en la pelea por el maillot rojo, Contador, preguntado sobre si pensaba que de no haberse movido él en primera persona, Quintana hubiese intentado algo similar, sentenció que “creo que si no me muevo yo habría sido una etapa un poco más tranquila”.
A falta de sólo cuatro días competitivos antes del paseo protocolario por las calles de Madrid, Contador analizó su concurso en lo que llevamos de carrera desde un punto de vista agridulce. “Es una Vuelta en la que estoy yendo a contrapié desde el primer día. Empezamos dejándonos un minuto en la CRE y todo eso ya suma. Tuve un mal día en Ézaro y una caída justo antes de los tres finales en alto y eso, claro, hace que no haya tenido la Vuelta que quisiera haber tenido. A nivel de escaladores tampoco tengo el potencial que tienen estos equipos. Me planteo disfrutar y dar el máximo. El otro día no conseguí la victoria, pero hay días que sin conseguirla te quedas más satisfecho que si lo haces. Son cosas que la gente luego recuerda”. Pese a ello, como decimos, Contador nunca tira la toalla. “Hasta ahora he tenido un cien por cien de efectividad en la Vuelta y parece que ahora eso se va a quedar en un 75%, pero vamos a ver… todavía pueden pasar muchas cosas”.
Respecto a esas jornadas que están por venir, dijo que “conozco la subida de Mas de la Costa porque la he reconocido recientemente. Creo que las diferencias van a ser mayores que en Peña Cabarga porque es una etapa durísima desde la salida. Se suben casi 3.700 metros de desnivel y vamos a tener casi 40º. Creo que va a ser un día de los más difíciles de la Vuelta y que las diferencias pueden ser mucho mayores que en Peña Cabarga”. Lo que no dijo Contador es que el reconocimiento que «reciente» a Mas de la Costa lo realizó esta misma mañana coincidiendo con el día de descanso tal y como muestra un vídeo que ha desvelado este secreto a través de las redes sociales en el que también puede verse a su amigo y rival Samuel Sánchez (BMC) comprobando la dureza del alto castellonense (el vídeo puede verse al final de esta noticia).
Respecto a la gran polémica que está centrando este segundo día de descanso, la repesca de los corredores que entraron el domingo fuera de control, Contador quiso, hoy sí, dar su punti de vista. “Creo que es algo en lo que puede haber para todos los gustos. Cuando una norma se aplica o no siempre hay opiniones. Siempre se habla de lo que tú opinas en función de si sales beneficiado o perjudicado. Esta vez yo he salido perjudicado, pero también es verdad que esto de las repescas es algo que ha ocurrido con cierta frecuencia en el pasado en todas las carreras. No sé de qué forma, pero se tiene que buscar una solución para que no por ir con 100 corredores en un grupo se repesque de manera automática”.
Contador desvelo que “he comparado mi potenciómetro con el de mi compañero Jesús Hernández, que fue en ese grupo, y él hizo menos de la mitad de esfuerzo que yo en esa etapa. Eso, en un día como mañana, se puede notar. Que llegues fuera de control por uno o dos minutos o lo hagas dándolo todo es algo comprensible si hablamos de repescas. Que se llegue fuera de control por ir demasiado tranquilos… es verdad que hay que dar un toque de atención o regularlo de laguna manera”.