Contador: Misión Tour, aventura en el Kilimanjaro

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Nicolás Van Looy / Ciclo21

Con sus 5.891,8 metros de altitud, el Kilimajaro es el techo de África. Situado en el brutal Valle del Rift, el cambio climático está provocando que su nombre en masái, Ol Doinyo Oibor, algo así como la montaña blanca, comience a perder sentido. Algunos expertos estiman que en muy pocos años las nieves perpetuas que han coronado su cima desde que los primeros hombres caminaron por la tierra serán historia. Con todo, el Kilimanjaro es una montaña mítica. Escenario de ritos iniciáticos en muchas culturas, hoy sigue siendo un reto que muchos padres de diversos países del arco africano enfrentan con sus hijos cuando llegan a esa edad en la que pasan de ser adolescentes a hombres.

Hasta allí, al corazón de Tanzania, se llevó Bjarne Riis a sus hombres del Tinkoff Saxo. “Quiero que penséis en lo que podéis hacer por vuestro equipo y no en lo que vuestro equipo puede hacer por vosotros”, les decía el danés a Contador y compañía imitando uno de los más famosos discursos de arenga de Kennedy. “Vais a conocer cosas de vosotros que no conoceríais en las carreras”, concluía. El que fuera ganador del primer Tour de Francia de la era post Indurain gusta de llevar a sus corredores a vivir experiencias al límite durante alguna de sus concentraciones invernales. Este año: el ascenso al Kilimanjaro.

Las cámaras de Eurosport acompañaron la aventura de los Contador, Sagan, Majka y compañía en un reto en el que pusieron al límite no sólo su aguante físico sino, sobre todo, su fortaleza mental. Gracias al programa Mission Kilimanjaro, el aficionado puede vivir desde dentro los momentos de debilidad del grupo. Las arengas de Riis. Las reflexiones de los corredores. La dureza de la ascensión. La sensación de frío de la lluvia. Puede, en definitiva, acercarse a los corredores de una forma distinta a como está acostumbrado. Como dice Contador en un momento del programa “para mí esto es mucho más fácil [que una etapa del Tour]. Aquí no hay que tomar riesgos. No te puedes caer”… quizá no todos sus compañeros estén tan seguros como el de Pinto.