Contador: “Sin duda, he ganado nueve grandes vueltas”

Contador, en la meta de Zelanda © Tinkoff

Contador buscará despedirse desde lo más alto del podio de París © Tinkoff

Nicolas Van Looy / Ciclo21

Alberto Contador sigue preparando la que, salvo rectificación de última hora, será su última temporada como corredor profesional. Inactivo desde que el pelotón del Tour de Francia llegara a París con el pinteño en quinta posición, el corredor del Tinkoff centra toda su energía en recuperarse de una temporada en la que ganó el Giro, pero no pudo alcanzar el soñado doblete con la Grande Boucle. Aprovechando una visita a su localidad natal, Donald McRae tuvo la oportunidad de charlar con él sobre lo que se podrá esperar en esta última temporada sobre la bicicleta y lo ha reproducido en una interesante entrevista publicada en el rotativo inglés The Guardian.

Sobre su campaña de 2015, Contador reconoce que “ha sido una temporada muy dura a nivel físico y psicológico y el año más duro de mi carrera por ese doble objetivo de ganar el Giro y el Tour. Gané el primero, pero no el segundo. El ciclismo es ahora mucho más científico, pero sigue siendo imposible saber lo duro que será un Giro o un Tour hasta que no lo corres. Ahora, puedo recuperarme y ser una persona normal de nuevo. No sólo comer ensaladas y verduras”.

A sus 33 años (los cumplirá el próximo mes de diciembre), son muchos los que piensan que en caso de mantener su palabra y colgar la bicicleta en 2016, Contador podría perder todavía algún buen año. Algo que él explica diciendo que “llegué tarde al ciclismo. Tenía 14 años cuando tuve mi primera bicicleta, una Orbea que heredé de mi hermano Francisco porque él se compró una nueva. En cuanto llegaba del colegio, comía algo y salía con la bicicleta por Pinto. Recuerdo a un amigo que me gritaba ‘¡vamos Indurain!’”.

Cuando ya comenzó a tomarse el ciclismo en serio, Contador reconoce que “era muy malo técnicamente, pero cuando la carretera se empinaba, siempre ganaba, aunque me resultaba muy complicado ganar una general. Aparecieron las dudas, pero me gustaba que la gente me llamara Pantani por mi manera de subir. Podía ponerme de pie sobre los pedales e ir muy fuerte durante diez minutos. Me salía natural”.

También repasa Contador, once años después, el episodio que casi le cuesta la vida en la Vuelta a Asturias de 2004. “Todo empezó tres semanas antes, en una carrera de dos días en Madrid. Me estaba preparando para mi debut en el Tour de Francia y estaba sufriendo terribles dolores de cabeza, pero pensaba que esa carrera era muy importante para mi preparación. El segundo día me tuve que retirar. Esa misma noche viajé a Asturias, pero no pude entrenar durante dos días debido al dolor. Intenté hacer la primera etapa, pero tenía mucho frío. Recuerdo únicamente los primeros 40 kilómetros y que tuve que dejar marchar al pelotón. Luego, llegó la caída y comenzaron las convulsiones. Por fortuna, había una ambulancia cerca y me pudieron intubar. Por suerte, aquello ocurrió en una carrera porque de haber sucedido mientras entrenaba, estaría muerto”.

Tras una delicada operación, “nunca olvidaré el día 27 de noviembre de 2004, cuando volví a subir a la bici. Tuve que salir a entrenar con mi hermano y un amigo porque el médico no me dejaba ir solo. Nadie sabía lo que podía pasarme, pero yo estaba muy feliz. Lo que es más increíble es que sólo seis semanas más tarde gané una etapa en el Tour Down Under. Por eso, siempre digo que la de Australia fue mi victoria más bonita”.

La Route du Sud es, por el momento, su último triunfo. Llegó poco después de subir a lo más alto del podio del Giro en Milán tras imponerse en la ronda italiana sin conseguir ninguna etapa. Fue un Giro muy duro, después de dislocarse el hombro en la sexta jornada. Eso le mermó mucho de cara al Tour. Una Grande Boucle que estuvo marcada por el dominio de Chris Froome y por la enorme controversia que levantó ese mismo dominio, llegando al sinsentido de aquel energúmeno que le lanzó un bote de orina al inglés. “Claro que siento solidaridad por Froome”, reacciona Contador. “Durante un Tour, realizas un esfuerzo enorme y liderar la carrera exige todavía mucho más. Sigo creyendo que el ciclismo es un deporte muy bonito, pero hay gente que sólo quiere manchar la carrera. Es triste”.

Sobre porqué todo el mundo apunta hacia Froome y no hacia sus rivales, Contador reflexiona que “a algunos les gusta Froome y el equipo Sky y a otros no. Quizás, su sistema de trabajo sea hermético. Trabajan de una manera distinta a la de otros equipos y puede que a la gente no le guste eso. Pero todos tenemos eso. Todos los equipos y todos los corredores tenemos nuestros fans y nuestros críticos”.

Contador no se muestra muy optimista a la hora de valorar si la decisión de Froome de hacer públicos todos sus datos del pasado Tour rebajará el nivel de duda a su alrededor. “No creo que lo consiga. Yo no trabajaría mucho por resolver este problema. Quizás, sea más importante que la gente te vea más abierto en la manera en la que trabajas. Creo que eso es más útil que hacer público un montón de datos”.

Contador sabe muy bien lo que es estar en el centro del huracán mediático a consecuencia de acusaciones de dopaje. En su caso, todo saltó por los aires en septiembre de 2010, cuando se supo que una de sus muestras había mostrado un positivo por clembuterol durante el Tour de ese mismo año. Luchó por defender su inocencia, pero finalmente fue sancionado y sus triunfos del Tour de 2010 y el Giro de 2011 fueron borrados de su palmarés tal y como lo han sido otros muchos triunfos de otros muchos corredores por casos similares.

Sin embargo, Contador se niega a aceptar ese veredicto y asegura que “sin ninguna duda, he ganado nueve grandes vueltas. Gané esas dos carreras de una forma honesta y limpia. Únicamente, a base de trabajo y sacrificio”.

Pero todo eso es pasado y ahora toca mirar hacia el futuro. Hacia ese año 2016 que ya ha dicho en muchas ocasiones que será el último. “Quiero terminar mi carrera al mejor nivel. Si es posible, ganando el Tour. Creo que 2016 será mi último año, pero si tengo un accidente o algo impide que esté en mi mejor nivel en el Tour, quizá continúe un año más. Sería perfecto ganar el Tour, hacer los Juegos y terminar feliz”.

En cuanto a ese Tour que ya le obsesiona, comenta que “si miras el recorrido, la contrarreloj llana favorece a Froome, pero la otra etapa cronometrada es mejor para mis características. Este año Froome ha estado a un nivel superior a los demás, pero quizás Quintana sea capaz de alcanzar ese nivel. Su evolución está siendo muy buena y, por ello, creo que Froome y Quintana serán mis grandes rivales”.

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