Nicolás Van Looy / Ciclo21 – Palma. Enviado especial
El Tour. El Tour. El Tour. Un mantra. Una obsesión. Un deseo. Un sueño. Un objetivo. Quizás, por qué no, una rúbrica gloriosa a una carrera ya extraordinaria. Alberto Contador se enfundaba hoy por vez primera el jersey rojo y negro que defenderá a lo largo de 2017 y se sometía a un interrogatorio en el que su (pen)último asalto a la Grande Boucle, evidentemente, fue el tema central y recurrente.
De Contador, como de cualquier gran figura internacional del deporte, se sabe prácticamente todo. Se sabe, incluso, sin necesidad de que él lo confirme o lo niegue. Como se sabía que se bajaría de la bicicleta el pasado 10 de julio. Como se sabía que ficharía por Trek-Segafredo antes incluso de que él mismo lo confirmara. Como se sabía, antes de que el ruso escupiera bilis contra el pinteño, que su relación con Oleg Tinkov era, cuanto menos, nada cordial. De Contador, decíamos, se sabe todo, pero sus comparecencias públicas siguen suscitando, pese a que muchos quieran negarle esa capacidad, el interés que siempre despierta un aspirante a convertirse en el ganador del Tour de Francia. Cierto es, nadie puede negarlo, que visto lo ocurrido en los últimos años, sus enteros cotizan por debajo de los de Froome y Quintana, pero cuesta encontrar, en el enorme pelotón World Tour, otro nombre que, clara y manifiestamente, esté por encima del pinteño.
“Tenía ganas de estar al cien por cien con el equipo y cambiar. Cambiar en todos los sentidos. Tenía ganas de pasar página”, reconocía Contador recientemente en la Cadena Ser, aliviado por haber podido dejar atrás ese sueño, tornado en pesadilla, del Tinkoff y de poder, por fin, olvidar al bufón sin gracia en el que se convirtió su millonario y excéntrico patrón.
No es necesario ahora repasar todas las barbaridades que Oleg Tinkov se dedicó a esparcir a finales de 2016 sobre el madrileño. Contador, por su parte, prefiere pasar página aunque no olvida. “Si todas esas cosas hubiesen venido de una persona por la que pudiese sentir algo de afecto, podrían influir, pero en mi caso no me influyó para nada. Pero no voy a responderle. A mí me han enseñado que hay que tener respeto por todas las personas aunque otros no lo vean así”.
“Veo a mis compañeros muy motivados”
“Estoy realmente motivado”, explica el jefe de filas del Trek-Segafredo para las grandes vueltas por etapas. “Desde el primer momento en que iniciamos las conversaciones con Luca [Guercilena] la relación fue muy buena. Los dos tenemos las ideas muy claras y estamos ilusionados y motivados por ambas partes. Fue sencillo llegar a un acuerdo y desde la primera concentración que tuvimos a finales de octubre y luego la que hemos tenido en l’Alfàs del Pi se nota un muy buen ambiente”.
Contador no puede ocultar su impaciencia por empezar un año en el que “estoy muy ilusionado porque veo a los compañeros entrenando y la verdad es que van muy rápido. Eso significa que la gente está realmente motivada”. El pinteño asegura que “lo que yo destacaría de este equipo es que es un grupo muy abierto, con corredores de 15 nacionalidades y con doce incorporaciones nuevas esta temporada y eso hace que sea un grupo mucho más abierto”.
“Pantano es un amigo más que un compañero”
Un grupo donde tendrá a su lado a un Jarlinson Pantano que ya reconoció en Ciclo 21 que está encantado con la idea de ponerse al servicio y aprender de un corredor como Alberto Contador. Su jefe de filas también se deshace en elogios hacia el colombiano del que, sencillamente, asegura que “para mí Pantano es fundamental. Es un amigo. Tenemos una relación muy buena. Una relación de afecto. Creo que estamos muy ilusionados, tanto él como yo, de compartir equipo. Creo que la ilusión está al mismo nivel por las dos partes”.
Contador entra, ahora ya sí, en el grupo de corredores veteranos que, además de liderar a su equipo, debe ejercer de mentor de la generación que empuja por detrás, una función que acepta con naturalidad y agrado. “Es ley de vida. Vas cumpliendo años y por detrás van llegando corredores cada vez más jóvenes. Hace unos años, mirabas tu fecha de nacimiento y veías las de otros compañeros y pensabas ¡madre mía, qué mayores! Ahora ya pasa al contrario. Ahora miro y veo a gente del 90… ¡hasta del 98 o 99!”.
Toca ahora, claro está, un periodo de adaptación porque el maillot no es lo único nuevo a lo que se tendrá que enfrentar este año Alberto Contador, que deberá acostumbrarse a “unas bicicletas que son completamente diferentes, aunque son las bicis que más me gustan desde siempre. Hay que recordar que el primer Tour de Francia que gané lo hice con una Trek”. Pero el cambio no llegará sólo en la marca que lucirá su nuevo cuadro sino que va mucho más allá. “Es una gozada poder contar con una bicicleta para la montaña tan ligera que le puedes poner el material que quieras y sigue estando en el peso mínimo o, incluso, tienes que lastrarla un poco. Con la bicicleta del año pasado [Specialized, N.d.A.] nunca estábamos por debajo del peso mínimo”. En este sentido, cuando se le insiste si tan mala llegó a ser su relación con la Specialized, el madrileño es tajante: “Sí, me estaba pegando con ella. Evidentemente hablamos de bicicletas de alta competición y todas tienen un nivel muy alto, pero hay cosas objetivas que son achacables a la bicicleta. No estaba en el peso límite y el resto de las marcas necesitan lastrarlas. Ese es el motivo por el que yo llevaba la bicicleta negra: para ahorrarme los gramos de pintura que se ponen en la bicicleta”.
No descarta terminar su carrera si gana el Tour
Contador, 34 primaveras en las piernas, sabe que su tiempo en el ciclismo profesional es finito y que ya tiene mucho más camino recorrido que por recorrer y, por ello decidió “firmar por un año con opción a otro más. Creo que es mejor no atarse por mucho tiempo y poder ir decidiendo sobre la marcha. Es verdad que ahora veo el final un poco más cerca, pero no quiero ponerme una fecha. El año pasado estaba pensando en dejarlo y cambié de opinión en el último momento y estoy muy contento de haberlo hecho. A partir de ahora, iré año a año”.
Carrera a carrera. Un planteamiento que deja muchas preguntas en el aire y una que, evidentemente, ronda en la cabeza de todos. ¿Podría Alberto Contador decidir dejar el ciclismo desde lo más alto del podio de los Campos Elíseos si consigue ese objetivo? El pinteño no lo descarta… a su manera. “Creo que eso son supuestos. Al final, tiene que llegar el momento justo para tomar la decisión. El año pasado mucha gente se sorprendió cuando decidí, justo después de la Vuelta al País Vasco, que iba a continuar, pero es que no estaba ni programado. Le daba muchas vueltas porque todos los aficionados me pedían que siguiera y la verdad es que el ciclismo es el deporte que me apasiona y disfruto con lo que hago. Fue justo antes de la contrarreloj final cuando lo hablé con mi familia y les dije que si ganaba igual aprovechaba la rueda de prensa para anunciar que no me retiraba. ¿Si les gustó la idea? Hubo gente más partidaria de ello que otros [ríe]. Lo decidí en un momento y en este sentido será algo igual… pero, de momento, no me pongo un plazo”.
Una aproximación al Tour “más prudente”
Ahora bien, este tiempo de prórroga que se ha dado no servirá para pasearse por las carreteras sino que el objetivo único y principal es claro: “Quiero ganar el Tour de Francia. Creo que tengo opciones de hacerlo. Hoy en día podemos medir muchos parámetros en los entrenamientos y veo que estoy bien. No todos los años son iguales, pero a día de hoy, antes del Tour no firmaría nada que no fuese ganar”.
Un Tour cuya preparación será sensiblemente distinta a la de otras ocasiones ya que “quiero ser un poco más prudente en mi preparación. Quiero llegar fresco. ¿Qué quiere decir lo de ser más prudente? Me refiero especialmente al Critérium du Dauphiné. Es una carrera en la que a veces se gasta muchísima energía y considero que el objetivo debe ser otro. Es el momento de pensar en llegar en óptimas condiciones al Tour y este año quiero tomármelo con una tranquilidad relativa. La tranquilidad con la que te puedes tomar una carrera tan exigente como esta. En definitiva, pensando única y exclusivamente en llegar fresco al Tour. Si te aprietas más de la cuenta, necesitas tiempo para recuperar y eso no te permite trabajar bien de cara al Tour”.
En cuanto a la Grande Boucle, Alberto Contador no se atreve a destacar alguna etapa por encima de las demás y al analizar el recorrido de la ronda gala reflexiona: “creo que va a ser un Tour donde todos los días van a ser importantes. En el llano… ya sabes lo que sucede. ¡Mira lo que supusieron para mí los dos días de este año pasado! Evidentemente, hay finales de etapa como el Izoard o la Planche des Belles Filles. Hay también finales en bajada… no creo que esté muy claro el día en el que se puedan marcar las diferencias de manera clara”.
“En Trek-Segafredo sólo puedo ir a mejor”
En cualquier caso, la llegada al Trek-Segafredo y, por lo tanto, verse rodeado de un grupo humano que, evidentemente, tendrá que ir aprendiendo a trabajar de manera conjunta en los próximos meses, no crea en Contador la más mínima inseguridad. “¡Todo lo contrario! Para mí eso es una motivación. ¡Creo que sólo puedo ir a mejor! Voy a tener un equipo muy unido para el Tour”.
Bauke Mollema, Jarlinson Pantano y el grupo que ha llegado junto a Alberto Contador. El bloque que debe rodear al pinteño en su asalto al Tour de Francia reúne, qué duda cabe, una indudable calidad en esto de las vueltas grandes, y atendiendo a cómo Contador habla de cada uno de ellos daría la impresión de que llevan toda la vida corriendo juntos. “Es exactamente como lo dices. Parece que llevemos juntos muchísimo tiempo. La relación entre nosotros es buenísima y eso se nota mucho. Sales a entrenar y todos vamos súper rápidos y son cosas que motivan y crean grupo”.
Cosa distinta es el cúmulo de mala fortuna que parece haber acumulado en el Tour de Francia con los abandonos de 2014 y 2015, de los que Contador no saca ninguna lectura positiva. “Circunstancias así no te refuerzan nunca porque lo que hacen es recordarte que hay muchísimas cosas que no dependen de ti. Haces la preparación, te machacas durante siete u ocho meses para llegar en perfectas condiciones y el primer día te revientas contra el suelo y, para colmo, el segundo día se caen delante de ti y se te cae gente encima. Lo que hay que hacer es sobreponerse y no desanimarse”.
“¿La Vuelta? Ya veremos”
La gran incógnita en lo que al calendario se refiere, descartada su presencia en el Tour de Francia, es su participación en la Vuelta a España que ayer fue presentada en Madrid. “Ya veremos. Es algo que tenemos que hablar con el equipo”, reconoce Contador que concede que “otros compañeros también tienen que tener sus opciones, aunque es verdad que es la carrera de casa y siempre es algo muy especial”. En cualquier caso, «mi presencia o no en la Vuelta a España no dependerá del resultado del Tour. Lo decidiremos en base a los intereses del equipo y del resto de los compañeros».
En cuanto al recorrido propuesto por ASO, Contador considera que “es una Vuelta a España bastante habitual con bastantes finales en repecho y, como se dice ahora, etapas unipuerto, pero también es verdad que tiene algunas etapas diferentes como la de Sierra Nevada. Luego tenemos la CRI llana que hará grandes diferencias y para rematar tenemos el Angliru. Creo que será súper exigente para los líderes porque habrá que estar muy atentos cada día”.
Contador comienza ya a sentirse plenamente integrado en su nuevo equipo, una escuadra que “me ha gustado mucho desde el primer momento. Se respira un ambiente muy tranquilo y con corredores de 15 nacionalidades que hacen que sea un ambiente muy abierto. Además, se nota que están muy ilusionados con este proyecto y el profundo cambio que va a suponer este año”.
Pero el futuro más cercano, el que servirá para terminar de engrasar la maquinaria antes de ponerse el primer dorsal, llevará a Contador a Tenerife donde “me voy a concentrar con cuatro compañeros: Jesús Hernández, André Cardoso, Fabio Felline y Haimar Zubeldia. Me gusta hacer una buena base antes de empezar. Me gusta competir, pero creo que lo mejor para mí ahora mismo es optar por esta concentración en Tenerife”.
Suerte Grande y gracias por intentarlo una vez mas. Estoy seguro que sin tanta, tantísima, mala suerte las cosas habrían sido de otra manera la temporada anterior.
¡VAMOS!