Brian Cookson, presidente de la UCI desde el año pasado cuando derrotó en las elecciones al exmandatario Pat McQuaid, ha ratificado su principal objetivo en el Congreso celebrado en Ponferrada: «La lucha contra el dopaje».
«Mi primera inquietud al frente de la UCI es la lucha contra el dopaje, y hacia esos objetivos van encaminadas las reformas, entre ellas la creación de la Comisión independiente de la reforma del ciclismo (IARC). Muchos se han referido a la necesidad de un proceso por la verdad y la reconciliación en nuestro deporte, y estoy de acuerdo con ellos, pero no puede haber reconciliación sin verdad. Sabemos que los informes de la IARC pueden revelar cosas que algunos consideran como desagradable, pero ese trabajo es esencial para restaurar la confianza en la UCI y ciclismo», dijo ante el resto de presidentes de las federaciones internacionales y entre ellos el español José Luis López Cerrón.
Además del dopaje, el expresidente de la Federación Británica se refirió a otros aspectos como el desarrollo del ciclismo en todos los países del mundo, el espectro femenino y la reforma del ciclismo de élite masculino que culminaría en 2018. «Hay que aprovechar la innovación y vender mejor todas nuestras disciplinas deportivas. La tecnología es crucial, y tal vez habrán visto que varias innovaciones han sido probadas en los últimos meses, como el uso de cámaras en el pelotón».
Y expresió su ambición por colocar a la UCI en lo alto del deporte internacional. «Mi visión de la UCI es simple. Quiero tener la mejor Federación internacional del mundo, que apoye el hermoso deporte del ciclismo y que restablezca la confianza en esta institución. Sabía que debía establecer un nuevo estilo de liderazgo, una mayor transparencia y un mejor gobierno. Se ha trabajado duro para conseguir resultados en todos estos aspectos. Vamos a desarrollar nuestro deporte a nivel internacional y vamos a atraer a nuevos seguidores, nuevos participantes y nuevos ingresos», concluyó.