Después de que Aitor Hernández (Specialized) lograse ayer el triunfo matemático en Igorre, la penúltima prueba de la Copa de España, el XIII Gran Premio Santa Bárbara, celebrado esta mañana en Puente Viesgo (Cantabria), ha roto la imbatibilidad del de Ermua, con victoria de Javier Ruiz de Larrinaga (MMr-Spiuk). Además, ha coronado, matemáticamente hablando, a dos nuevos campeones: el máster 40 asturiano Marco Antonio Prieto (MMR Bikes) y el júnior vasco Jokin Alberdi (Andoaingo).
Con mucho frío –y una lluvia que tardó en aparecer pero que luego fue bastante intensa-, y con un terreno bastante embarrado, aunque sin nada que ver con lo de la víspera en Igorre, el circuito de la ermita de Corrobárceno ofreció pruebas muy entretenidas… aunque desgraciadamente la nota negativa del día fue la paralización de la carrera que englobaba a los júnior y a las féminas a causa de una caída de una ciclista, que dejó la prueba sin ambulancia, por lo que se tuvo que parar y se decidió dar una nueva salida, aunque recorriendo la prueba al completo.
Tras otra salida complicada para Larrinaga, su gran estado de forma le permitió adelantar a Kevin Suárez (BioRacer-BH) y Felipe Orts (GSport-Valencia) en los primeros giros y dar caza a mitad de prueba al ermuarra, que acabó cediendo por 38” tras tres días de enorme intensidad competitiva en el norte de España. Por detrás, Orts terminaba tercero a 1-30, tras haber tenido muy cerca de los dos mejores en algunos compases de la carrera, mientras que Suárez era quinto, detrás de Ismael Esteban (Maestre Bikes), pero ya a 3-10. Entre los dos sub-23, solo ocho puntos para el cántabro (142-134) sobre el valenciano, por lo que las espadas quedan en alto para el domingo.
“Estoy muy contento porque tenía muchas ganas ya de ganar y hoy ha llegado ese primer triunfo verdaderamente importante del año», reconocía tras el podio el de Ametzaga. «El sábado no se dio y el domingo, aunque ayer pudiese sonar a disculpa, sin el pinchazo quizás podría haber estado ahí. Hoy he salido con calma, no creo que mal involuntariamente, sino que intenté buscarle el ‘tranquillo’ al circuito. No estaba tan pesado como Igorre: era muy técnico, se te iba el control en las curvas, y si el de ayer era duro por el propio terreno, hoy lo importante era no hacer errores y mantenerse sobre la bici. Esa calma me ha permitido caminar hacia adelante y aspirar al triunfo, Siempre es importante ganar, y ganar bien, como lo he hecho hoy, aún más después de todo lo que ha pasado este fin de semana. Batir a Aitor también me da moral para lo que viene, pero no debemos quedarnos con eso”.
“Los rivales han hecho una gran carrera y han cosechado un merecido resultado –añadía Hernández- No hemos sido capaces de asimilar el tercer día de competición. Cerramos del fin de semana con dos de tres victorias posibles y la Copa de España ganada dos carreras antes de la conclusión de la misma. Ahora debemos tener la vista puesta en seguir nuestro camino y en volver a la victoria en Valencia. Se trata de una prueba importante al ser UCI y saldremos a por todas como siempre”.
Alberdi, vencedor final de la Copa de España
La prueba júnior fue la más afectada por la paralización y la reanudación, ya que los corredores compitieron bastante más de una hora, y en el peor momento climatológicamente hablando. A Alberdi le bastaba con entrar por delante de Jon Gil (Vicinay Cadenas). Los dos, junto a Mario Junquera (PoloAndBike-Ciudad de Oviedo), se destacaban desde los primeros compases. Pero el vasco no se conformó con eso. Primero se quedaba Gil y luego el mano a mano entre vasco y asturiano favoreció al primero por 18”, aunque Junquera lo intentó en la penúltima vuelta. Tras alcanzarle, le dejó en el último giro para llevarse la prueba y la Copa de España, que ya había ganado la temporada pasada como cadete.
“Aunque me valía con quedar por delante de Gil, hay que salir a ganar siempre –comentaba Alberdi-. Y a eso ha salido. Ha sido una carrera muy dura, sufriendo hasta el final, aunque me he sentido a gusto. Ahora solo queda Valencia donde saldremos a disfrutar”. Y pese a ser de primer año “desde la primera carrera, en Oviedo, vi que podía estar luchando por ganar la Copa”,
Pasando a los cadetes, Iván Feijoo (Maceda-Academia Postal) y Jofre Cullell (Megamo) demostraron una vez más ser los más fuertes de la categoría, decidiéndose la prueba al sprint a favor del gallego, lo que le sirve para incrementar su ventaja sobre el catalán a 15 puntos, un colchón más que aceptable de cara a la prueba final. El podio lo completaba en esta ocasión Pol Hernández (Vilanova), pero ya a 1-24.
La carrera de los máster 30 –con casi 70 ciclistas en liza- volvió a ser una de las más disputadas, marcada por una caída del líder, José Luis Blanco (Alpaca Prodecor), en el bucle de salida, que le haría perder posiciones, aunque al final recuperaría y sería séptimo, un puesto insuficiente para mantener su condición. Ramón Liaño (Mallatalud) y José Domingo Cadavieco (Bicicletas Meta) se destacaron desde el principio, mientras que Joan José Romero (Amil-Sasoain) remontaba para ser segundo, a 15” de Liaño.
Romero consigue de esta forma el amarillo, con 159 puntos, por 149 de Blanco, 140 de Liaño y 139 de Sergio Sordo (Franke). Mucha igualdad, aunque el vasco es el que mejor lo tiene para obtener su cuarto reinado consecutivo.
Jordi Reñé (Scott-Nicogas) se aprovechó de que al líder de la Copa, el asturiano Prieto, le valiera con entrar por delante de Daniel Lorca (Crossbiker). Y como el toledano se descolgaba pronto, aunque acabase cuarto, el asturiano no tuvo que emplearse fondo. Así, Reñé se llevaba la prueba con 7” sobre Xabier Mendiaraz (BioRacer-Erandio) y 17” sobre Prieto consigue por segundo año consecutivo: los 27 puntos que lleva de renta son ya insalvables.
En 50, triunfo de Juan Marcelino Huerdo (AsturMaster), con 9” sobre Jokin Mujika (Ordiziako), 20” sobre Daniel Alonso (MMR) y 44” sobre José Lorenzo Esteban (Irabia-Intersport), con lo que el asturiano aumenta en dos puntos –ahora un total de cinco- la diferencia sobre el navarro, con lo que se garantiza la máxima emoción de cara al desenlace dentro de una semana, con opciones también, aunque remotas, para Mujika.
Finalmente, en máster 60 un nuevo duelo entre los madrileños Alonso López (Enbici-Stevens) y Julio Martínez (Salchi) se saldaba nuevamente a favor del primero por 13 segundos, con lo que lleva su diferencia hasta los once puntos, con lo que le valdría un cuarto puesto en la prueba final de Valencia.
Después de que ayer la júnior Irene Trabazo (Marin-Otoman) lograse el triunfo matemático en la Copa de España, hoy lo ha logrado la cadete Saioa Gil (CAF Transport Engineering), al imponerse en el XIV Gran Premio Santa Bárbara. En cuanto a la prueba élite, la victoria de Rocío Gamonal (Kuota) por delante de Aida Nuño (MMR-Spiuk) y Lucía González (Lointek-MMR-Nesta) deja el desenlace de Valencia dentro de una semana con la máxima igualdad: González lidera con 159 puntos, por delante de Nuño (157) y Gamonal (156). Dado que no parece haber otra corredora capaz de superarlas, el pronóstico en la prueba final está claro: quien gane de las tres se lleva la Copa de España 2014-15.
Volviendo con las cadetes, Gil no dio opción a sus rivales, dominando durante toda la prueba y superando en meta a Sara Yusto (Láctea Cobreros), a 32”, y a Sofía Rodríguez (Romovi-Rustic), a 54”. Una categoría en la que la vasca ha dominado de principio a fin, pero que ha tenido emoción por el ‘bache’ sufrido por Gil el fin de semana de Ametzaga y Elorrio y por las numerosas alternativas en las posiciones siguientes. Por ello, la prueba final será un reñido duelo por la segunda plaza, entre Sara Trigo (TB Transportes) e Isabel Martín (Sanse-La Grupeta), separadas por dos puntos.
‘Parón’ inesperado
En cuanto a la segunda carrera femenina, la que englobaba a los júnior y a las élite, Gamonal cobraba distancias desde el inicio, mientras que por detrás González porfiaba por dejar a Nuño, alternándose situaciones de leve ventaja de la líder con momentos de igualdad entre las dos. Al final, 1-01 de Gamonal sobre Nuño y 1-27 sobre González, que no pudo aguantar el ritmo de su paisana. Quinta y mejor sub-23 era la valenciana Alba Teruel (Castillo de Onda).
Un resultado que permite mantener a las hermanas González los dos lideratos. Y si en el caso de Lucía le resultará complicado en Valencia, por lo igualado de la general, a Alicia, no tanto, pese a que no podrá defender su renta: el hecho de que hoy no corriese Lierni Lekuona (Bizkaia-Durango) le permite mantener un colchón de 21 puntos que seguramente le dará la Copa aun sin correr.
“Ayer tenía la cabeza más puesta en Alicia que en mí, porque el accidente fue antes de salir, aunque lo que más me afectó fue la dureza del recorrido –comentaba Lucía-. Hoy también ha sido duro, en especial la última vuelta que se me ha hecho larga. ¿Valencia? Las tres estamos en un pañuelo. Pero lo importante es que será una carrera muy diferente, que me gusta más, y que lucharé hasta el final por ganar la Copa de España”.
“Al final, haber parado nos venía mal a todas, pero sí que es cierto que en ambas salidas me encontré un poco ‘cruzada’ –añadía Nuño-. El circuito tenía zonas peligrosas y en las dos primeras vueltas fui muy prudente para evitar estropear el año con cualquier tontería. En las dos últimas me encontré mejor y pude pasar adelante. Lo bueno del fin de semana y de hoy es acabar con buen ritmo, sin percances ni caídas, para seguir entrenando y mejorando en lo que queda. A Valencia voy casi con más ganas de pelear la carrera en sí que la general; de todas formas, es un circuito que me va bastante bien. No deja de ser llano, pero tiene tramos donde ‘abrir gas’ y no es tan ratonero como otros de principio de temporada. Iré con ganas”.
Por detrás, destacar nuevamente a la júnior madrileña Rocío del Alba García (Villa del Prado), que lograba su segunda victoria del fin de semana, terminando cuarta ‘scratch’ de la prueba femenina, lo que ratifica su valía. Desirée Duarte (Interdesign) y Empar Félix (Castillo de Onda), a 2-19 y a 4-34, completaban el podio de una categoría en la que Trabazo no pudo festejar como acostumbra su triunfo absoluto, ya que terminaba cuarta por una caída.