7ª Copa Mundo CX: Van Aert, sin oposición en Zolder

Vegascross: Van Aert, primer líder

Jingle Cross: Van Aert y Compton dominan Iowa

Valkenburg: Holanda festeja y España sueña

Koksijde: Cancelada por el temporal de viento

Zeven: Van der Poel, histórico

Namur: Van Aert y Van der Poel, puro arte

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Wout Van Aert fue el mejor en Zolder / © UCI

Cuando la rivalidad –que no enemistad– es tan intensa como la que están teniendo Wout Van Aert y Mathieu van der Poel esta temporada, tomar la salida un día estando al 99% de las propias capacidades significa, ineludiblemente, perder la carrera. Pero si uno de ellos se presenta en la salida al 95% acaba siendo víctima de su propia trampa y es que los dos grandes dominadores de la temporada de ciclocross han llevado el nivel de este deporte tan alto que incluso aquellos que semana a semana pelean por las migajas lo hacen a tal nivel que, como decía un veterano comentarista recientemente, incluso el mejor Sven Nys hubiese tenido problemas con los actuales Vanthourenhout, Sweeck, Aerts o Meeusen.

Y eso es, exactamente, lo que le ha pasado hoy a un Mathieu van der Poel que no sólo se ha visto superado por la mejor versión de Wout Van Aert sino que, además, ha tenido que hincar la rodilla en uno de los peores días que le recordamos en los últimos tiempos (quizás, en los dos últimos años) sin que lesiones o averías mecánicas de importancia hayan entrado en juego. Y sí, algunos podrán decir que esa cambio de zapatilla en las primeras vueltas hipotecó su carrera, pero también es verdad que hace sólo una semana su archirrival, Wout Van Aert, le remontó hasta en tres ocasiones a causa de otras tantas averías, algo que el holandés ha estado muy lejos de poder igualar hoy.

Y también es cierto que la 14ª plaza final no ha sido reflejo de la realidad sino de una avería de ultimísima hora, sufrida en el tercer sector de la última vuelta al circuito cuando, como él mismo explicaba, rodaba “consolidado en el grupo que peleaba por completar el podio y creo que con todo a favor para conseguirlo”.

El holandés, que explicó que lo que le ocurrió en ese tramo final fue “un pinchazo” desveló que su retraso en la salida no fue causado por una mala salida por su parte sino porque otro corredor “me acorraló y me empujó a un lado. Eso, claro, no me gustó y en ese lío, además, rompí la zapatilla. ¿Quién ha sido? No lo quiero decir, pero sé quien es. Sólo dire que es algo que no voy a olvidar”, decía amenazante sobre una maniobra que todos apuntan a que fue protagonizada por Michael Vanthourenhout aunque por el momento no hay imágenes que apoyen esa teoría.

Y esta fue, en realidad, la pimienta de una carrera que, por otra parte, apenas tuvo historia con un Wout Van Aert superlativo que dominó desde la primera hasta la última temporada callando a todos los críticos que han surgido en las últimas semanas y dándose el lujo de protagonizar uno de esos monólogos tan aburridos para el espectador, pero de los que, claro, tanto disfrutan los grandes campeones. Un monólogo que estuvo secundado, desde la distancia, por un Laurens Sweeck que rodó, desde que se deshizo de Toon Aerts, único corredor que intentó aguantar al campeón del mundo durante algunas vueltas, completamente solo. Hubo un momento, a mitad de carrera, en que parecía que el trabajo de Mathieu van der Poel en el grupo perseguidor iba a terminar con el sueño de Sweeck, pero el belga sacó fuerzas para acelerar un poco más y asegurarse la plata.

Por detrás, tras la avería de Van der Poel, Aerts y Pauwels se quedaron solos para sprinter por el tercer puesto en una pelea que acabó cayendo del lado del segundo, que dejó al campeón de Europa con la cuarta plaza.

El otro gran foco de atención estaba puesto en ver qué eran capaces de hacer los protagonistas de los dos retornos del día: Lars van der Haar y Lars Boom. El primero, que ya avisaba en la salida de que “mi estado de forma es el mismo que el de un periódico mojado” estuvo completamente anónimo, pero Boom hizo valer la forma que comenzó a coger en su periplo por las pruebas de Euskadi y peleó durante buena parte de la carrera con los mejores y sólo al final se le escapó un puesto en el top10.

Marianne Vos gana enamorando

Marianne Vos en la meta de Zolder / © UCI

Fue Ellen Van Loy la que intentó sorprender tras una salida rapidísima y, como siempre en las pruebas de la Copa del Mundo, tremendamente complicada de gestionar. Tantas corredoras en la parrilla de salida suele provocar, irremediablemente, que la primera curva actúe a modo de embudo: muchas entran juntas, pero pocas pueden salir bien posicionadas. Una de las corredoras que se vio perjudicada en ese lío inicial fue Marianne Vos, que además tuvo que cambiar de bicicleta en el primer paso por los boxes. Mientras, por delante, Van Loy abría hueco sobre un grupo que, como se vio después, sí tenía fuerzas para seguir a la de Telenet-Fidea Lions, pero que parecía querer guardar fuerzas pensando en lo que podría hacer la heptacampeona del mundo si conseguía, aunque a esas alturas parecía imposible, remontar.

Pero Vos se mostró, además de segura, tremendamente superior. Si uno se dejaba llevar por la imaginación era muy fácil poner la banda sonora de Tiburón a esa caza inmisericorde que la holandesa, como la bestia del largometraje de Spielberg, protagonizaba desde una distancia tan grande que sus rivales sólo la vieron cuando ya la tenían encima. Cuando ya era demasiado tarde.

Una vez llegado al grupo cabecero, Vos tiró de experiencia. No se escondió en ningún momento, pero tampoco tomó la iniciativa de manera estúpida. Van Loy cayó, como se suele decir, de puro madurita después de haberse entregado en exceso en la primera parte de la carrera en un movimiento muy al estilo de su compañero de equipo Tom Meeusen.

Con Sanne Cant y, de nuevo, Katerina Nash como máximas rivales, Vos llevaba junto a ella en el grupo a su compañera Lucinda Brand, lo que ponía de los nervios a sus rivales pensando en cómo las dos holandesas podían jugar sus cartas. Y entonces, por si todo lo que habíamos visto antes no había sido suficiente, Vos decidió regalarnos a todos uno de los momentos más bellos de la temporada.

Moviose primero, quizás a la desesperada, Nash, confiando en que Vos pagase caro el esfuerzo de la remontada, pero la holandesa se levantó del sillín y dio una, dos, tres, cinco, diez… pedaladas y, sencillamente, ya no estaba allí. Cant, enrabietada, se cebó en la persecución y llegó a la parte alta de la última bajada, esa que siempre asegura imágenes de espectaculares caídas en este circuito, casi a rueda de Vos. Las dos se lanzaron, lejos los dedos de la maneta de frenos para evitar tentaciones que a esas alturas no eran recomendables, en un todo o nada en el que la belga metió la rueda en una mala trazada. A estas alturas del fin de semana, esa bajada está ya llena de raíles en los que, una vez metida la rueda, es imposible salir y eso es lo que le pasó a Cant. Se fue recto hacia abajo mientras Vos se lanzaba en solitario hacia la izquierda y Nash, que parecía haber perdido fuelle allá arriba, consiguió adelantarla también.

Desde ese momento, escaleras y último tramo de bosque incluidos, Vos se sabía vencedora. Tuvo que apretar, sí, porque tanto Cant como Nash no pensaban darse por vencidas, pero ambas sabían, en ese orden, que estaban destinadas a acompañar en el podio a una Marianne Vos que se alzó con su primer triunfo en una prueba de la Copa del Mundo en la que es únicamente su tercera carrera de la temporada, confirmando lo que ya dejó claro el viernes en Diegem: que su octavo título mundial no es, ni mucho menos, una quimera imposible.

Nieuwenhuis, domina. Orts tiene mala suerte.

Joris Nieuwenhuis celebra su triunfo en Zolder / © UCI

El holandés Joris Nieuwenhuis sigue confirmándose como el mejor especialista entre los sub23 después de sumar hoy su tercer triunfo consecutivo en pruebas de la Copa del Mundo en una temporada en la que no se ha bajado del podio en ninguna de las trece carreras que ha disputado hasta el momento (cinco triunfos, cuatro platas y cuatro bronces).

Fue el francés Clement Russo protagonizó la mejor salida y no tardó en verse en cabeza en solitario y, lo que era todavía mejor para sus intereses, sin que nadie pareciese querer tomar la responsabilidad por detrás en las labores de caza. Así, al terminar el primer giro al circuito donde el pasado mes de enero se disputó el mundial, el galo rodaba con una ventaja más o menos cómoda que no gustó demasiado a un Nieuwenhuis que, cansado de que todos le miraran a él, decidió dar un golpe de autroidad y salió a por el líder de la prueba con tal cambio de ritmo que nadie pudo seguirlo.

El holandés demostró hoy que además de ser el más fuerte del pelotón también sabe combinar esa cualidad con la inteligencia en carrera. No se cebó y mantuvo un ritmo elevado, pero cómodo, que le permitía, a la vez, ir arañando segundos a Russo y manteniendo las distancias con el grupo perseguidor en el que viajaban, entre otros, Eli Iserbyt, Sieben Wouters, Adam Toupalik, Thijs Aerts o Nicolas Cleppe. De todos ellos, el campeón del mundo parecía el más activo, protagonizando algunos acelerones que, pese a todo, no le llevaron a ningún sitio ya que cada vez que lo intentaba alguno de sus rivales se soldaba a su rueda.

Fue ya en la tercera vuelta cuando Nieuwenhuis llegó a la altura de Russo. La superioridad del holandés era más que evidente, pero el francés no se dejó amedrentar e intentó de todo para inclinar la balanza a su favor, pero ya en la última vuelta tuvo que dejar que el líder de la challenge de la UCI se marchara en solitario a por, recordamos, quinto triunfo del año. El checo Toupalik completó después de dejar atrás al resto de integrantes de ese grupo perseguidor.

Un grupito al que poco le faltó para llegar a Felipe Orts, que sufrió una caída en la tercera vuelta de carrera que hipotecó cualquier opción para que el de La Vila Joiosa pudiera repetir el gran papel del viernes en Diegem teniendo que conformarse con la séptima plaza final, un gran premio dadas las circunstancias y pedaleando con un ritmo que hace pensar que, sin ese contratiempo, podría haber estado peleando por cosas más importantes. Pese a todo, el alicantino aseguraba a Ciclo 21 nada más terminar la prueba que sus sensaciones no habían sido malas.

“Salí muy bien”, explicaba. “Creo que he hecho una muy buena carrera y estoy muy satisfecho con el séptimo puesto que he conseguido, pero sin la caída creo que se podría haber conseguido mucho más”. En este sentido, Orts consideraba que “antes de la caída llevaba muy buen ritmo, pero tras ella me he ido a la vigésima plaza y me ha tocado remontar”. Durante esa remontada “he tenido muy buenos tiempos por vuelta, lo que hace que esté muy satisfecho y contento con el día que he tenido, aunque es cierto que siempre queda ese sabor agridulce por saber que podría haber acabado mejor”.

Cullell reivindica un mayor apoyo al ciclocross español

Jofre Cullell durante la prueba de hoy en Zolder / © Cedida por Jofé Cullell

Estar metido entre los diez primeros de la Copa del Mundo de ciclocross después de cuatro puntuables (cinco si contabilizamos la suspendida en Koksijde) es algo que está al alcance de muy pocos corredores. En realidad, es una gesta que sólo pueden soñar con conseguir los mejores especialistas del mundo. Pero, si además, a la dificultad intrínseca del reto le sumamos el factor diferencial de conseguirlo habiendo estado únicamente en la mitad de las carreras, uno se da cuenta muy rápido de que quien es capaz de hacer algo así tiene que tener, necesariamente, unas piernas prodigiosas.

El español Jofre Cullell, que ya dio muestras de su enorme calidad a finales de octubre en Valkenburg, donde se quedó a un paso del podio, ha vuelto a repetir la gesta y ha terminado hoy en cuarta posición en Zolder quedándose únicamente a diez segundos del triunfo y a siete del podio. Con los 40 puntos sumados hoy, el catalán ha escalado hasta la décima posición en la general de la challenge de la UCI.

Con este resultado, el joven Cullell reivindica, hablando con las piernas, un mayor apoyo al ciclocross nacional por parte de la RFEC ya que aplicando las matemáticas (que no siempre son exactas en esto del deporte), se deriva que el catalán podría estar en el entorno de los 150 puntos en la general de la Copa del Mundo si hubiese tomado parte en todas las pruebas de la misma, lo que le convertiría en un claro aspirante al triunfo final.

Al margen de lo conseguido por Cullell, que da continuidad a ese resultado propio ya mencionado de Valkenburg y a la novena plaza de Iván Feijoo en Namur de la pasada semana, la prueba júnior se saldó con el triunfo del holandés Thymen Arensman que adelantó sobre la misma línea de meta al belga Toon Vandenbosch, que gracias a esta segunda posición se mantiene en el liderato de la Copa del Mundo. El también belga Andreas Goeman completó el podio.

Al término de la carrera, Cullell explicaba en exclusiva a Ciclo 21 que ha dedicado las últimas semanas “a descansar un poco”, por lo que la de hoy se puede considerar su “vuelta a la competición a nivel mundial”. Respecto a la prueba de Zolder, Cullell decía que “salí de menos a más y fui remontando posiciones poco a poco hasta llegar a contactar con el grupo de cabeza”. Una vez con los mejores se mantuvo con ellos hasta que “en la última vuelta se rompió el grupo. Al final, he repetido el resultado de Valkenburg. He notado un poco la falta de ritmo”.

Pese a esa falta de ritmo de competición lógica tras un descanso, Cullell afirma que “me encuentro bien y para coger ese ritmo me voy a quedar en Bélgica para seguir compitiendo aquí hasta la prueba de Baal [que se disputa el día 1 de enero, N.d.A.]”. Una vez completada esta estancia en Bélgica, Cullell confirma que “me centraré en preparar el mundial. Mi entrenador y yo hemos enfocado la temporada para llegar frescos a la parte final y, de esta manera, poder dar el máximo en el mundial”.

De cara a esa cita mundialista, el catalán se muestra muy ambicioso: “mi objetivo, como digo, es dar el máximo, pero nunca se sabe lo que puede pasar. Si se puede coger alguna medalla sería genial”.

Cullell ha confirmado a Ciclo 21 que su calendario hasta el mundial pasa por el Azencross (Bélgica, 29 de diciembre), Versluys (Bélgica, 30 de diciembre), GP Sven Nys (Bélgica, 1 de enero), Campeonato de España (Valencia, 8 de enero) y la Copa del Mundo de Fiuggi (Italia, 15 de enero). “Después, a entrenar y a preparar bien el mundial en casa”, sentencia Cullell.

CLASIFICACIONES

Elite Masculina

General Elite Masculina

Elite Femenina

General Copa del Mundo Elite Femenina

Sub23 Masculina

General Copa del Mundo Sub23 Masculina

Júnior Masculina

General Copa del Mundo Júnior Masculina

Mapa del circuito de Heusden-Zolder / © UCI