Con la disputa de la prueba de Milton se ponía fin el pasado domingo a la Copa del Mundo de pista. Pero no sólo a la presente edición, sino a una competición que nació en 1993 como segunda en importancia dentro del calendario internacional, aunque su vida en los últimos años ha estado marcada más como un evento clasificatorio para otros –Mundial y Juegos Olímpicos- que por su importancia per se.
Dentro de su historia, se distinguen tres fases principales: la primera hasta 2004, cuando se disputaba fundamentalmente en primavera y verano; posteriormente, cuando se articuló la temporada de pista desde otoño a primavera, teniendo esta misma ubicación en el calendario. Y finalmente a partir de 2010-11, cuando cambió su formato, siendo obligatoria la organización en cada manga de las disciplinas olímpicas –primero cinco y desde 2016-17, seis- siendo opcional para cada organizador el resto.
En estas 28 ediciones disputadas, en cada temporada se afrontaron entre 3 y 6 mangas, en 25 países diferentes: Alemania, Australia, Bielorrusia, Canadá, Chile, China, Colombia, Cuba, Dinamarca, Ecuador, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Grecia, Hong-Kong, Italia, Kazakstán, México, Malasia, Nueva Zelanda, Países Bajos, Polonia, Rusia, Sudáfrica, y, por supuesto España, con dos mangas organizadas en 1993 y 1999, ambas en el velódromo Luis Puig de Valencia. Manchester, con ocho ediciones entre 2004 y 2018, ha sido la sede más habitual.
A nivel global, se destacan como vencedoras Alemania (11 ediciones) y Francia (8), pero también se la han llevado Países Bajos (4), Gran Bretaña (2), Estados Unidos, Australia y Polonia, que quedará en el recuerdo como última vencedora. Para España, el mejor resultado, el tercer puesto en 1996.
En cada edición, además, se premiaba al vencedor de cada una de las disciplinas, e incluso hasta la temporada 2015-16 se le reconocía con un maillot distintivo de uso obligatorio. En este caso, nos encontramos a varios españoles en el palmarés, destacando las victorias en puntuación de hasta cuatro ciclistas: Joan Llaneras (2004), Gema Pascual (2005-06), Unai Elorriaga (2011-12) y Eloy Teruel (2014-15). La madrileña también había ganado el scratch en 2003, lo mismo que hacía Leire Olaberria diez años más tarde (2013-14), mientras que Sergi Escobar se llevaba la persecución en 2004, prueba en la que además quedó otras cuatro veces entre los tres mejores. Este palmarés se completa con los triunfos de la cuarteta masculina de persecución, en 2008-09 y 2010-11, y del equipo femenino de velocidad, con Tania Calvo y Helena Casas, en la temporada postolímpica 2016-17.
Desde 2021 tendremos Copa de las Naciones, con solamente tres pruebas –una en Europa, otra en América y la tercera en Asia-Oceanía- sin que puedan participar equipos profesionales, y nuevamente en fechas de verano y otoño. Un nuevo pendulazo que, si se sigue con las tradiciones de este deporte, se corregirá en un futuro más o menos próximo. Personalmente pienso que cuanto antes, mejor, aunque ello no es óbice para que la Copa del Mundo, de las Naciones o como se la quiera llamar, necesite una profunda remodelación más allá del cambio de denominación.